Capitulo IV Idols

19 2 0
                                    

Desperté estruendosamente al oír los innumerables golpeteos en mi puerta, así que me levante a revisar de quien podría tratarse. Al abrir la puerta me encontré con mi compañero  de trabajo Fernando Nyusu el cual sin saludar me dijo-¡Esta vez te pasaste de la raya Tinten!, ¿¡Como se te ocurrió hacer eso!?- Aturdido y adormitado únicamente le pude responder -¿Hacer que?- Esa vaga respuesta pareció enfadarlo mucho y tomándome del cuello de la pijama que traía puesta me dijo -¡La caricatura que hiciste para el periódico! ¡Idiota!- Soltandome este y yo más despierto, comencé a hacer memoria y recordé lo que había hecho (lo cual se describió en el artículo anterior). Con incertidumbre le pregunté -¿Pues que paso? si solo es una simple tira comica- Este intentando calmarse me dijo -Alguien vio tu tira cómica y se las mostró a ellas- sentí que mi alma abandono mi cuerpo unos momentos para regresar rápidamente y sacar de mi boca la siguiente reacción -¿¡Como!? - el paso a mi morada y explico con más detalle la situación, algún conocido de las 2 idols les había mostrado mi obra la cual no fue para nada del agrado de las 2, y mi colega le toco enterarse porque tenia una entrevista en exclusiva con ellas dos, la cual fue rechazada.

Obligado tuve que dirigirme hacia el estudio de grabación donde ellas suelen estar, para pedir disculpas. Agobiado y nervioso, llegue en mi carcacha hasta el lugar, casi comiéndome las uñas de las manos (hasta casi las de los pies) por el miedo que me infundian semejantes figuras de autoridad, una sola palabra de ellas sería suficiente para hundir toda mi carrera, más de lo que ya está, y déjame en aun más miseria. Entrando me recibió una secretaria que en su gafete tenía grabado el nombre de Coral Arrabbiato, esta con un carácter de perros me dijo -¿Tiene cita para estar aquí?- Casi matandome con su mirada, entonces le dije -No, señora- -SEÑORITA- Procedió a decirme con una voz algo fuerte - Lo siento, solo necesitaba hablar con Marina y Perla- dije intentando no sonar molesto -¿Usted? ¡Pero usted es un don nadie!- procedi a sacar mi carnet que me identificaba como parte de la prensa -Oh... otro periodista, bueno tendrás que esperar hasta que te llame, siéntate y quédate callado si me hace el favor- y ella volvió a sus trabajos en la computadora que tenia delante de ella.

La espera se me hizo eterna pero al fin llegó el momento, entre temblando a un camerino donde ellas 2 se encontraban y se me quedaron viendo, mal para aclarar, ya que sabían a lo que llegaría un reportista ese día, y antes le expresar palabras, la más pequeña (En estatura) llamada Perla, me dijo -A quien tenemos aquí, al imbecil que se burlo de nosotras en su estúpido periódico- -Solamente venía a decir mis más sinceras disculpas, no pensé que una simple tira comica sobre lo burdo de los festivales pudiese afectarles- -Que perdón ni que mangos- dijo Perla -Solo hay una forma para perdonarte, debes unirte a algún bando de este Splatfest- Entonces con algo de sorpresa respondí -¿Que?- Y lo que aconteció será contado en el siguiente artículo de este escrito.

Cuadros de Costumbres de Splatoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora