Mi novio me ha convencido para sentarnos juntos en el avión de vuelta, aunque tenía planeado ir con mi padre y Amaia y así charlar con ellos, pero pensándolo bien es mejor que intente dormir algo. Eso y que no le puedo negar nada a su carita de pena. Se pone en el asiento de la ventana y me pongo mi capucha para que no me de la luz antes de tumbarme con la cabeza en sus piernas. Pasa su brazo por mi cuerpo para asegurarse de que no me caigo y se acomoda para tratar de dormir él también.
-No me voy a caer, Robin.- digo cuando noto que su agarre se hace más fuerte sobre mi cuerpo a pesar de que está totalmente relajado para dormirse.
-Por si acaso.- responde medio dormido y sonrío.
Lo que me cuida no es normal. Y yo encantada, claro. Duermo todo el viaje y cuando llegamos al aeropuerto nos despedimos de mi padre y Amaia y nos separamos de su familia para vernos luego en casa ya que nosotros cogemos el bus hasta Zubieta para recoger el coche.
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Parece que los astros se han alineado porque mágicamente el sol brilla en San Sebastián. Tras descansar un poco, nos hemos duchado y nos estamos vistiendo para irnos a la celebración. Nuestras familias irán como aficionados por la calle, lo cual envidio porque me encantaría ir con ellos y no tener que trabajar. Aunque la gran ventaja es ver de cerca a Robin con el traje. Van al Ayuntamiento a llevar la Copa y luego se cambian y empieza una Rúa que les llevará hasta el estadio para la posterior celebración. Y agradezco que ese sea el plan porque no todos los días se ve a Robin en traje. Yo, por mi parte, me he colocado un vaquero oversize y una chaqueta con la camiseta que me regaló ayer debajo.
-Qué guapo estás con el traje, amor. ¿Te acuerdas cuando te dije que no me iba a enamorar de ti? Mentira todo.- sonrío acercándome a él para colocarle bien el cuello de la camisa y roza nuestras narices.
-Espera, espera. ¿Llevas mi camiseta puesta?- pregunta sorprendido y asiento orgullosa.
-Pensaba que no te darías cuenta hasta que no me quitase la chaqueta luego.
-Me fijo en absolutamente cada detalle de ti, ya deberías saberlo. Yo, a diferencia de ti, llevo mucho tiempo asumiendo que estoy enamorado.- me saca la lengua y junto nuestras frentes para después darle un beso.
El acto en el Ayuntamiento se hace pesado porque obviamente casi todos vamos sin dormir. Lo único que lo salva, os repito, es mi novio en traje. Pero poco dura lo bueno porque cuando se montan en el bus descapotable que les paseará por las calles de San Sebastián, se cambian a camisetas de manga corta que el club ha hecho especialmente para la ocasión. El equipo de comunicación vamos montados en el bus con ellos para inmortalizar cada momento y estamos pasando un calor que jamás pensé que llegaría a pasar en esta ciudad. Me quito la chaqueta e inmediatamente Jose empieza a reírse de mí y hacer bromas por llevar la camiseta de Robin.
-Pero bueno, esto es insólito.- se une Take a Jose.
-Vengo dispuesta a aguantar cualquier tipo de bullying. Hoy soy una novia orgullosa.
La celebración acaba con los fuegos artificiales y este final deja un vacío en mi interior. Sé que nos quedan muchísimas cosas por vivir juntos en su carrera, pero nunca más las viviremos así. Voy a echar de menos esto, aunque todos lo cambios estoy segura que serán a mejor. Cogemos el coche y aprovecho para hacer una publicación en Instagram del día de hoy.
Instagram
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ane_mp Campeones de España 💙 Es un orgullo verte trabajar día a día, amor. El primero de todo lo que está por venir 🏆🥇 Te 🫶🏻 con toda mi alma @lenormand_r
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Si os digo que son las 2 de la mañana cuando llegamos a casa os lo digo todo. ¿Sabéis esa sensación de estar muerto de cansancio pero no querer dormir porque la excitación te lo impide? Pues es la que tenemos ambos. Además, mis suegros y mis cuñados están ya acostados. Que sí, que están en la otra punta de la casa, pero si no hacemos ruido para no despertarles pues mejor. Entramos a la cocina y me pongo a preparar dos sándwiches para picar algo antes de irnos a la cama mientras mi novio mira algo en su móvil que le hace sonreír más de lo normal.
-Yo también te quiero con toda mi alma.- susurra en mi oído abrazándome por la espalda y caigo en que lo que estaba viendo era el post que había subido.
-En realidad el corazón quiere decir que te amo, ¿vale? Te amo con toda mi alma, Robin.- contesto abrazada a su pecho y oigo como se le acelera el corazón.
-Yo a ti más. Mucho más.- niego sonriendo y nos besamos.
-¿Los terminas tú? Quiero quitarme estos vaqueros incómodos.- asiente y me voy de la cocina.
Me dirijo rápido a nuestra habitación y me cambio de ropa, incluida la ropa interior para ponerme la lencería que me compré con Ainhoa. Si algo puede quitarle el cansancio a Robin para que sigamos con nuestra celebración, sin duda, es esto. Me pongo una sudadera suya por encima y vuelvo a bajar. Nos comemos cada uno su sándwich y subimos de nuevo a la habitación. Tras lavarnos los dientes, veo como Robin destapa la cama y me quedo recostada en la puerta del baño.
-Tengo un regalo para ti.- digo y enarca una ceja mirándome.- He pensado que te merecías algo por parte de tu novia, ya que has ganado la copa.- continúo hablando acercándome a él y pasando mi mano por su pecho desnudo.- Me voy a quitar antes esto, ¿vale?
Él mismo me ayuda a sacar la sudadera por mi cabeza y, en cuanto ve la lencería, se que ha entendido que ese es su regalo. Me mira de arriba a abajo varias veces mientras resopla y relame sus labios.
-Joder, Ane... Pues nada, otra noche sin dormir.- resopla de nuevo y ataca mi boca.
