Capitulo cuarenta y tres

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Al despertar me pesaban los párpados al igual que todo el cuerpo. Espero que esto no sea algo normal porque no creo poder aguantar que el cuerpo me pese así cada vez que use mis poderes.

Finalmente me senté en la cama y vi la habitación.
¡Espera!
¿Cama? ¿Habitación?
Yo me dormí en un bosque.

Intento levantarme lo más rápido posible pero una cadena que está en mis manos me impiden alejarme mucho de la cama, miro los grilletes en mis muñecas e intento romperlos pero no lo logro.

Siento como mi corazón empieza a latir rápidamente, vuelvo a intentar romper los grilletes y no lo logro, me llevo las manos al cuello para romper el grillete que tengo allí y pasa lo mismo, no puedo romperlos.

-¡Zafiro! ¡Zafiro ayuda!

Pero no responde.
¿Porqué mi loba no responde a mis llamados?

Empezaba a sudar frío por el miedo de estar atada, no tengo bonitos recuerdos con esto. Vuelvo a hacer fuerzas para romper las cadenas y nada.

Me dejó caer al suelo cansada y agitada.
¿Qué está pasando? ¿Dónde estoy? ¿Quién me a traído aquí? ¡¿Dónde carajos está Zafiro?!

-¿Aracelis...? Ayúdame por favor - susurro a mi lado Vampírico mientras lloro de rodillas en el suelo.

Me siento como un animal así encadenada.

Escucho la puerta abrirse y los pasos de alguien. Inmediatamente me limpio las lágrimas y me pongo en guardia, sea quien sea, no lo dejaré hacerme daño.

Al mirar a la puerta me doy cuenta que se trata de Phelan. Se ve mejor que la última vez que lo vi, el entra cuidadosamente y enciende la luz de la habitación.

Me cuesta unos segundos poder adaptarme a la iluminación pero cuando lo hago solo me dedico a mirarlo en busca de respuestas.

-¿Estás bien Katherine? - me pregunta como si "estar bien" fuera estar encadenada como una bestia salvaje.

-¿Dónde estamos? ¿Porqué estoy encadenada?

-Estamos en MF, o mejor dicho la manada auxiliar de MoonFire

-Okey, pero...¿Porque estoy encadenada? - pregunto intentando calmarme un poco.

-Los integrantes de la manada detectaron tu olor a vampiro y decidieron retenerte hasta que se aseguren que no eres peligrosa.

-¿Y eso cuanto va a durar?

-Muy poco, un Omega ya viene en camino - me siento en la cama mirándolo, un poco más tranquila - Zafiro está afuera, disculpa por no avisarte.

-Eso explica el porque no me respondía.

-Si...

Se sienta a mi lado y me sonríe.
No confío en el, apenas lo conozco pero algo me dice que es un buen chico, tal vez... Tal vez pueda considerarlo un amigo aunque...
Aunque parece que todo aquel que se acerca a mi sale lastimado.

Primero Thomás; era mi mejor amigo pero por no alejarme de el cuando debía ahora me odia, luego Verónica y Marco; solo por brindarme su apoyos, ahora están muertos. Pero no voy a dejar que con Phelan sea igual.

-¿Katherine? ¿Me oyes? - lo miro saliendo de mis pensamientos, asiento con la cabeza mostrando mi interés - Te quiero agradecer por salvarme, creí que iba a morir.

-No es nada Phelan, me caes...bien.

-Es un honor caerle bien a una híbrida como tú - me guiña un ojo y se levanta - buscaré comida, ya vuelvo.

★ ★ ★

Finalmente la cadenas cayeron al suelo, sentenciando mi nueva libertad.

Miro a Zafiro sonriendo y abrazo a Phelan.
No sabia que existía minerales que debilitan a los híbridos. Eso es nuevo para mí.

Vuelvo a la realidad cuando escucho a alguien toser atrás de mi, me pongo pálida al ver a Thomas mirandome de esa forma tan... sería.

-Katherine...

-Lo sé, no soy bienvenida en esta manada, no me quieres ver.

-Katherine yo...

-Lo sé, ya no me vas a hablar porque sabes que me gusta Amelia y no quieres que yo te moleste ahora que ustedes van a heredar una manada entera.

-¡Katherine dejame hablar! - grilla haciendo que me caye - eres bienvenida en la manada, eres híbrida eso implica que en parte eres loba y por lo tanto, debes estar en una manada.

-Gra-Gracias Thomás...

-Lo que sea por una amiga - murmura antes de irse.

¿Me acaba de decir amiga?
Este chico es bipolar.

-Entonces....¿Conocías a el Alfa? - pregunta Phelan.

-Éramos mejores amigos.

-¿Éramos? ¿Significa que ya no lo son?

-Las cosas están raras.

-Tranquila, nada es normal, y el que crea que es normal es porque está loco.

En medio del caos⅓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora