Lo que había empezado como un método para ayudarse mutuamente durante la cuarentena, había ocasionado que toda su vida cambiara para siempre, uniéndolos de una forma que jamás se imaginaron.
Ahora eran tres corazones.
Historia escrita para el reto A...
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¿Cómo había llegado a esto?
El contador del reloj marcaba que apenas un minuto había pasado desde que se sentó en el suelo del baño, con las 4 pruebas de embarazo frente a él, y el corazón galopándole a todo lo que daba.
¿Cómo había llegado a esto?
Siempre había sido cuidadoso, jamás había tenido relaciones con nadie sin usar condón, nunca había siquiera querido correr el riesgo de nada sin importar cuantas veces su pareja de la noche le hubiera dicho que no era necesario por que tomaba anticonceptivos.
¿Cómo había llegado a esto?
Tenía un trabajo que amaba, un equipo que contaba con él, amigos que lo apoyaban...
¿Cómo había llegado a esto?
Le gustaría decir que fue algo de una noche, que el alcohol había nublado su juicio, que no recordaba cómo había pasado... pero Evan Buckley no era tonto, recordaba perfectamente como había pasado, sabia cuando había sido, sabia como había empezado todo...
¿Cómo había llegado a esto?
Buck le echaba la culpa al COVID...
Al COVID y a Eddie Diaz.
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El mundo se había paralizado, todos tenían miedo, una simple gripa ya no era simple, la gente se distanciaba y la cuarentena no hacía más que aumentar los casos de violencia doméstica y accidentes en el hogar... no había podido abrazar a Christopher o a Maddie en casi 3 meses.
Su loft había sido el cuartel de resguardo de la mayoría de los miembros de la estación 118 desde que la orden de cuarentena empezó, Hen y Eddie para poder cuidar la salud de sus hijos, Chimney por miedo a enfermar a Maddie durante su embarazo.
Al principio fue fácil, "una gran pijamada" la había llamado Hen, con Eddie y Buck compartiendo la cama del rubio y los dos paramédicos usando colchones inflables en la parte de abajo; pero con el paso de los días y cuanto más real se volvía todo se complicaba más. Buck amaba a sus compañeros, pero estaba acostumbrado a vivir solo, a tener su propio espacio, y ahora estaba acompañado en todo momento por alguien. Eso sin contar que se veían casi las 24 horas del día, la mayoría de los días, ya fuera en la estación o encerrados en el loft. Ya nadie tenía privacidad, todos rozando con todos, la distancia con sus familias... Habían tenido que encontrar un nuevo orden en sus vidas, respetar sus espacios lo más posible, aprender a convivir lo mejor que pudieran.
Hen y Chimney eran los que más tiempo pasaban en la estación, al ser paramédicos su presencia era la más requerida, asi que Eddie y Buck se encontraban la mayor parte del tiempo solos en el loft.
Buck podía ver que el continuo encierro le estaba empezando a pasar factura a su exmilitar amigo, el hombre estaba tenso la mayor parte del tiempo, constantemente revisaba su celular para mantenerse en contacto con Chris y su tía -quien se quedaba con el niño dado que ella podía trabajar desde casa-, y en más de una ocasión lo había visto desviarle la mirada.
