CAPITULO 19

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Todo estaba en silencio, ella solo tenía una mirada triste, ni siquiera abrió la boca para responder mi pregunta, y eso me molestaba, podría decir que no sé por qué me molesta, pero mentiría, aunque me cueste admitirlo, estaba celosa y con dudas, de alguna forma sabía que se refería a su novia, no podía culparla después de todo no tendría que enojarme porque la haya besado a ella, ¿pero entonces?

¿POR QUÉ ME BESO A MÍ?

¿POR QUÉ TUBO LA NECESIDAD DE AVERIGUAR DONDE VIVO Y BESARME DESPUÉS DE HABER BESADO A SU QUERIDA NOVIA?

¿POR QUÉ ESTE SENTIMIENTO TAN NUEVO ME AFECTA TANTO?

Estaba llena de preguntas y no obtendría respuesta, por ahí nunca las tendré, ¿pero está mal querer tener respuestas para no sentirme como me siento ahora?, ¿hay forma de regresar al pasado para poder evitar esas últimas palabras que salieron de su boca?

Sentí su mano posarse arriba de la mía, al mirarla me había dado una media sonrisa, que no pude corresponder, no podía fingir, esto no, los sentimientos no puedo fingirlos.

Brenda: Mónica llego ayer, ella se ha estado hospedando conmigo y Nancy- me solté de ella y me levante de aquel sofá, no quería verla, sabía que si lo hacía la besaría porque a pesar de lo que escuche quería seguir saboreándola a ella y tenía que detener ese impulso, no podría luego vivir con la culpa de que por mí ella fue infiel, aunque de alguna forma ya lo fue, pero había que parar.

Elisa: no pasa nada - respiré profundamente, en estos momentos debía actuar con adultez como lo he hecho la mayoría de veces – bien, volviendo al tema de antes, perdón por no contestarte los mensajes y las llamadas, últimamente tengo muchas cosas que hacer, pero prometo que ya no pasara - me dirigí al ventanal del departamento, y me quede viendo la ciudad de New York que estaba siendo iluminada por una gran inmensa luna llena y las pequeñas estrellas.

Brenda: oh, está bien - su voz sonaba apagada, sentí sus pasos acercase a mí - lamento lo del beso.

Elisa: no tienes que disculparte, entiendo que estés confundida - a través del ventanal vi su reflejo, notando que ella ahora estaba al lado mío.

Brenda: ¿por qué actúas distante conmigo? - gire mi rostro para verla.

Elisa: mira Bren, no quiero que por mi culpa tu vida sea complicada, no quiero que luches con tu mente, por si está bien besarme o no porque estas de novia y eso hace que pienses más sobre esas cosas - hice una pausa - mira, te entiendo, de seguro estás confundida, pero yo tengo claro lo que me pasa y es que me gustas, cuando sepas que es lo que quieres te escucharé y lo aceptaré, mientras tanto seguiremos saliendo a lugares como amigas, después de todo solo nos acabamos de conocer hace una semana - sonreí - hay que salir mucho y conocernos más, aprovechar todo el tiempo que podamos antes de que vuelvas a Los Ángeles.

Brenda: gracias - su rostro parecía más relajado - sabes todo esto parece tan raro, tan solo más de una semana y has cambiado mi vida - sonrió - es como si todo estuviera planeado, ¿no te parece?

Elisa: puede ser - volví mi vista al ventanal, cuando ella sepa que todo esto en realidad fue planeado solo para enamorarla y con eso escribir un artículo para obtener un puesto con Wintour, me odiará, y lo más probable es que no pueda sacarla de mi cabeza, aunque me quiera fuera de su vida.

Brenda: bueno, será mejor que me vaya, es muy tarde.

Elisa: si quieres puedes quedarte, hay una habitación de huéspedes.

Brenda: no quiero molestar.

Elisa: nunca molestas - ambas sonreímos al mismo tiempo, me encantaba ver cuando se formaba esa hermosa sonrisa suya.

Estaba acostada, solo paso media hora desde que deje a Brenda en la habitación de huéspedes, intento dormir, pero no puedo, me levanto y voy a la habitación de al lado, Diana está profundamente dormida, me acerco y me siento en su cama estando al lado de ella, pongo mi mano en su espalda y la remuevo un poco.

Elisa: Diana ¿puedo dormir contigo?

Diana: ¿mmmm? - dice media dormida, levanta su rostro para verme, su pelo está todo despeinado y hace que suelte una leve risa – ¿Brenda ya se fue?

Elisa: no, ella se quedará a dormir en el cuarto de huéspedes – Diana se volvió a recostar mirando al lado contrario de donde estoy sentada.

Diana: ve a su cuarto y duerme junto a ella.

Elisa: no puedo hacer eso.

Diana: inténtalo y si te dice que no, vuelve y te dejo dormir conmigo.

Elisa: ¿lo prometes?

Diana: sabes que siempre cumplo, así que ve - dice media dormida, me levanto de su cama y voy al cuarto de Brenda, antes de entrar toco a su puerta suavemente, si ella no responde volveré al cuarto de Diana.

Brenda: pase - mi corazón está latiendo rápidamente, estoy nerviosa, siento que me echara. Abro la puerta despacio y asomo la cabeza, encontrando a Bren recostada contra el respaldar de la cama y con la luz de la mesa a su lado encendía - ¿paso algo? ¿Quieres que me vaya? - ella se está por levantar.

Elisa: No - la detengo - solo - las palabras no quieren salir de mi boca así que me pellizco suavemente el brazo como forma de ayuda - no podía dormir y quería preguntarte si puedo dormir contigo - ella me mira sorprendida - perdón lamento preguntarte eso, no vuelvo a molestarte - retrocedo un poco para cerrar devuelta la puerta.

Brenda: Elisa ¡¡¡ven!!! - parpadeo un par de veces y decido entrar para saber si no escuche mal - puedes dormir conmigo - me sonríe.

Ambas estamos mirando al techo, si antes no podía dormir ahora mucho menos, ella parece estar igual que yo, el silencio está presente como muchas veces lo está entre nosotras. Siento un movimiento, giro para ver que es, pero es Brenda poniéndose de costado para dormir.

Brenda: Elisa ¿me abrazarías? - la miro, ella está de espaldas a mí, solo asiento y sonrió porque quede como una loca por haber asentido sin que ella me haya visto.

Elisa: claro - me acerco a ella y paso mi brazo por su cintura apoyando mi mano en su vientre, su mano ahora está sobre la mía y ella entrelaza nuestros dedos.

Brenda: gracias - escucho que dice susurrando.

Elisa: gracias a ti - respondo de la misma manera.

30 DÍAS PARA ENAMORARLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora