Segunda Oportunidad Para Atrapar a Ese Alfa (ABO)

Capítulo 13: Tengo Miedo, Lo Estoy Fingiendo

Song ShiGui sabía muy bien cómo adaptarse a las circunstancias y cómo mostrarse vulnerable en el momento adecuado.

Por ejemplo, en esta ocasión, descartó de inmediato el plan de destrozar la cabeza de Zheng Cong y se lanzó a los brazos de Chu YanQing, abrazó fuertemente su cuello, apretándose contra él como un polluelo buscando refugio.

"Hermano YanQing, tengo miedo."

Esas pocas palabras hicieron que la frialdad que ya sentía Chu YanQing se volviera aún más sombría, había anticipado que, por la personalidad de Song ShiGui, sería objeto de cierto desprecio en la escuela, pero ese desprecio no debía ser que todo el aula viera al niño siendo acosado.

Sus ojos recorrieron uno a uno los rostros inmaduros, luego esbozó una sonrisa sin ninguna calidez: "Creo que debería hablar con su profesor."

El peor temor de los niños de primaria es, sin duda, sus padres y los profesores, Chu YanQing no tenía ganas de proferir más amenazas; consideraba que una acción contundente sería más efectiva.

Dicho esto, Chu YanQing salió del aula con Song ShiGui en brazos. Song ShiGui, algo alarmado, se aferró a él: "Hermano YanQing, es hora de clase..."

"No importa," dijo Chu YanQing. "Volvamos a casa."

"... Está bien." Song ShiGui escondió su rostro en el hueco del cuello de Chu YanQing, y una leve sonrisa apareció en sus ojos. "Volvamos a casa."

"¿¡Así de fácil vuelves a casa!?" Song Xun , al escuchar las palabras de Chu YanQing, estuvo a punto de volcar la mesa de la rabia, dio unas vueltas por la sala, cada vez más enfadado, se arremangó las mangas y salió de casa: "¡Hoy les voy a enseñar cómo comportarse!"

Chu YanQing tapó las orejas de Song ShiGui y le advirtió con dulzura: "ShiShi, no debes escuchar palabrotas."

Song Xun: "..."

Song ShiGui, obediente, se acurrucó en los brazos de Chu YanQing, aferrándose a su cuello y murmurando: "En realidad, no me han acosado..."

"¿Todavía estás hablando por ellos?" Song Xun estaba tan furioso que casi explota, y con sus dedos golpeó la cabeza de Song ShiGui, deseando perforarla para ver qué había en su interior, miro a Song ShiGui con furia: "Si no hubieras sido descubierto por YanQing hoy, ¿hubieras seguido ocultándonos esto?"

Song ShiGui bajó la cabeza en silencio, con los labios apretados, mostrando algo de enojo, el niño giró la cabeza y se escondió en los brazos de Chu YanQing, murmurando: "Hermano, está muy enojado. No quiero hablar con él."

"Entonces no hablamos con él." Esta vez, Chu YanQing incluso cubrió los ojos de Song ShiGui y, con una sonrisa muy sutil, miró a Song Xun con esa sonrisa, Son Xun la conocía muy bien; a pesar del sol brillante afuera, no pudo evitar estremecerse.

Era una sonrisa que conocía demasiado bien; durante todos esos años, la había visto en el rostro de Chu YanQing en numerosas ocasiones, la más memorable fue cuando Song ShiGui tenía dos años y Chu YanQing lo acompañó a casa por primera vez.

Ese día, Song Xun no planeaba volver con Chu YanQing, pero cuando pasó por un callejón trasero de la escuela, escuchó claramente un grito aterrador seguido de un gemido sofocado, lleno de dolor reprimido. Miró hacia el alboroto y vio a un hombre en una situación desastrosa, con un joven pisándole. Miró hacia arriba y encontró unos ojos familiares.

Era Chu YanQing, Song Xun no se sorprendió; había visto esa imagen de Chu YanQing muchas veces a lo largo de los años, una sonrisa que escondía una cuchilla letal.

En ese momento, Chu YanQing sonreía mientras mantenía a ese hombre bajo su pie, mirando con la barbilla levantada y una sonrisa sin atisbo de frialdad en sus ojos entrecerrados.

Chu YanQing movió la punta del pie en la cabeza del hombre: "¿Te sientes bien? ¿Necesitas que te ayude?" Su voz era incluso suave.

El hombre, aterrorizado, tenía la cara enterrada en el suelo, y su cuerpo temblaba incontrolablemente mientras sacudía la cabeza, rogando por misericordia.

Chu YanQing estaba a punto de decir algo más cuando levantó la vista y vio a Song Xun en la entrada del callejón, entonces, olvidó al hombre en el suelo, se acercó sonriendo a Song Xun y le rodeó el hombro: "¿Volvemos juntos a casa?"