Feromonas y Heroína (TEMPORADA DOS)

19

Suzuka pov:

Esa tarde estábamos esperando a Kenzo en la entrada con todas las maletas junto a nosotros. Los niños estaban dando vueltas a nuestros alrededor, muy emocionados.

-¿Cómo es tu dichoso amigo?- Moa se abrazó a mí cintura.

-No parece que tenga 34 años ese idiota- sonreí y miré la puerta -Que no te engañe su contextura grande y musculosa, es muy agradable y divertido con todo el que lo rodea, siempre sonrie y está dispuesto a ayudar-

-¿Y así y todo es un tipo peligroso de la mafia?- levantó una ceja.

-Ajá, es una especie de Padrino japonés, mucho más loco y violento cuando atacan lo más importante para él- asentí y besé su cabeza -Te va a agradar- pellizqué su mejilla con cariño.

El tiempo siguió pasando hasta que una camioneta, más grande de lo que imaginaba, estacionó fuera y de él se bajó mi amigo.

-¡Nakamoto, pequeña perra, ven a saludar a tu hermano mayor!- se quitó el pelo de la cara y abrió los brazos.

-Ken- bajé a las corridas y lo abracé fuertemente -¿Cómo estás? Me alegro de verte-

-Déjame verte bien- me agarró la cara y la movió de izquierda a derecha -Estás más fea desde la última vez que te vi, ¿Cuantas cicatrices nuevas obtuviste?- palmeó mis mejillas.

-¿Y qué me dices de ti? Estás enorme, pareces una versión horrible de Hulk- señalé su enorme pecho, parecía que iba a romper las costuras de la camisa -¿Te inyectas anabólicos como parte de tu dieta?-

-Se llama ejercicio hermanita, no consumo drogas- tiró de mis orejas -Parece que no te dejan de crecer estas cosas, un poco más y vuelas-

-Cállate imbécil- le di un golpe y señalé a las chicas -¿Y si mejor te presento a mi clan? Me hartaste con tus idioteces-

Él hizo una reverencia con muchas florituras y no pude evitar rodar los ojos, exageraba de caballero.

-Miko, Kano, Yui, Momoko, Moa, Natsuki, Kenji, Mayu y Minato- señalé al grupo -Mis amigas, sobrinos, hijos y novia-

Saludó a las chicas con efusividad y, cuando fue el turno de Moa, la agarró de la muñeca y la estrechó entre sus fuertes brazos, levantándola unos centímetros del piso.

-Eres tan hermosa como Su me ha dicho- la bajó, le agarró las manos y se las besó.

-G~gracias- sonrió conmocionada, muy roja y con los ojos abiertos en sorpresa.

-Y ustedes deben ser Kenji, Mayu, Natsuki y Minato- se agachó frente a los niños, los cuales se habían escondido detrás de las chicas -Pueden decirme tío Ken si quieren, nada de señor, no soy tan viejo-

-No te creas tanto hermano- negué y sonreí divertida.

-Soy joven aún Suzuka, ni siquiera tengo arrugas o canas- se peinó la pequeña barba -Soy un Don Juan-

-Ajá si, lo que tú digas- palmeé su hombro -¿Nos vamos?-

-Vamos, yo me encargo de esto- tomó todas las maletas sin esfuerzo -Espero que estén descansados, será un viaje largo- guardó todo en la parte de atrás.

-¿A qué hora llegaríamos?- pregunté curiosa.

-Son las tres, por lo que llegaremos a las once- sonrió y se frotó las manos -Hay suficiente gasolina y, si no nos detenemos en el medio del camino, llegaremos para cenar algo rápido-

Subimos a la camioneta y cada uno se acomodó; los niños iban en medio de Moa y mía, mirando todo muy curiosos y con la boca abierta.

-Esto es enorme- susurró Kenji asombrado -Mira los botoncitos mami- señaló un tablero.