"El amor jamás serán las palabras que decimos, porque todos podemos mentir con el corazón vacío, pero si te fijas en sus acciones y en su mirar te darás cuenta si en verdad te ama."
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Era un sábado por la tarde cuando Aizawa recibió una invitación inesperada. Bridget le había pedido que visitara su casa ese día, diciendo que sus padres querían conocerlo. Habían oído mucho sobre él y querían agradecerle por ser un buen amigo. Aizawa, siempre reservado, aceptó la invitación con cierta curiosidad y nerviosismo.
Al llegar a la casa de Bridget, una pequeña y acogedora vivienda en las afueras de la ciudad, Aizawa sintió una mezcla de nervios y anticipación. Bridget lo recibió en la puerta con una gran sonrisa, y lo condujo al interior donde sus padres esperaban.
El padre de Bridget, un hombre robusto con una mirada amable, se levantó para estrechar la mano de Aizawa. La madre de Bridget, una mujer de rostro dulce y ojos brillantes, lo recibió con un cálido abrazo.
—Shouta, es un placer finalmente conocerte— dijo el padre de Bridget. —Soy Thomas, y esta es mi esposa, Elena.
—Encantado de conocerlos— respondió Aizawa, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto.
Todos se sentaron en la sala de estar, Bridget se acomodó junto a Aizawa, sonriéndole con tranquilidad para aliviar sus nervios. Elena comenzó a hablar, su voz era suave y agradecida.
—Queríamos agradecerte personalmente, Shouta. Bridget nos ha hablado mucho de ti, y estamos muy agradecidos de que seas su amigo— dijo Elena, su voz cargada de emoción.
Thomas asintió y continuó.
—Bridget nació sorda. Desde el principio, sabíamos que iba a enfrentar muchos desafíos. Intentamos todo lo que pudimos, pero no teníamos los recursos para una cirugía o aparatos auditivos. Ha sido difícil para ella, especialmente en la escuela.
Elena tomó la mano de Thomas, ambos miraban a Aizawa con gratitud.
—Tú has sido su único amigo verdadero, alguien que la ha aceptado y apoyado incondicionalmente. No puedes imaginar lo que eso significa para nosotros.
Aizawa se sintió conmovido por sus palabras. Miró a Bridget, quien le devolvió una sonrisa cálida, sus ojos reflejando agradecimiento y cariño. Luego, se volvió hacia sus padres, decidido a hacerles saber cuánto valoraba su amistad con Bridget.
—Bridget es increíble— dijo Aizawa, eligiendo cuidadosamente sus palabras. —Tiene una fuerza y una determinación que inspiran a todos los que la conocen. Para mí, es un honor ser su amigo. Aprender lenguaje de señas fue lo mínimo que podía hacer para poder comunicarme con ella y apoyarla.
Thomas y Elena intercambiaron miradas, visiblemente emocionados.
—Gracias, Shouta. Saber que tiene a alguien como tú en su vida nos da una gran tranquilidad.
La tarde pasó rápidamente mientras conversaban, compartiendo historias y risas. Bridget se sentía feliz y orgullosa de tener a sus padres y a Aizawa juntos, sabiendo que su amistad era valorada y apreciada.
