Sus ojos no dejaron de cruzarse durante aquel desayuno. Atsuhiro era nuevo en la oficina, apenas llevaba tres días trabajando allí y Toga, la persona con la que pasaba la mayor parte de la jornada laboral, aprendiendo los entresijos de su puesto de trabajo, le había convencido para bajar a tomar un café con un grupo de compañeros. Así los vas conociendo, y es mejor que lo hagas a todos juntos, es una forma de ahorrar tiempo, le había dicho.
Atsuhiro se dejó convencer. Así fue como, en apenas 5 minutos, se encontró rodeado de un grupo de 9 personas, de las que sólo conocía a 2 de ellas.
De entre toda aquella gente, hubo una mujer que le llamó especialmente la atención. Se presentó como _____. Su cuerpo voluptuoso se presentaba embutido en un vestido corto y ceñido, en tono crudo, que dejaba poco lugar a la imaginación en cuanto a las formas y volúmenes de su cuerpo: un metro y sesenta de centímetros de altura, imponente pecho, y un soberbio culazo que era la tentación de cualquier mano. El cabello largo, oscuro y ondulado, y unos ojos también oscuros y muy vivos, completaban el aspecto de aquella mujer.
___, mostrando una irresistible sonrisa, se sentó junto a Atsuhiro, mostrando sus muslos hasta casi el vértice de unión entre ellos. Ahora sí que había captado toda su atención. Los ojos de Atsuhiro viajaban sin parar desde los cercanos muslos hasta los ojos y la boca de la mujer, la cual no dejaba de mostrar su más cálida y arrebatadora sonrisa.
Ella misma se encargó de hacerle saber que se encontraba viuda y que, desde hacía mucho tiempo, había tomado la decisión de no tener pareja. Al menos nada formal, como ella misma se encargó de matizar.
La conversación, o mejor dicho, las conversaciones del grupo fueron distendidas y alejadas de todo lo que tuviera que ver con el trabajo. El ambiente era agradable y, hasta cierto punto divertido. Pero el tiempo para el desayuno terminó. De camino a la oficina, Toga le comentó a Atsuhiro que, si necesitaba material de oficina, ___ se lo podría proporcionar pues, entre otras atribuciones, era la encargada del material. A Atsuhiro le hacía falta algún cuaderno, una agenda y una grapadora, así se lo hizo saber a su compañero.
-Acompaña a Atsuhiro, ____. Y dale todo lo que necesite –le indicó Toga.
- Ven conmigo –dijo una ronroneante ___, cogiendo suavemente del brazo a su nuevo compañero.
Atsuhiro se dejó llevar por ___, camino del sótano del edificio, en el que se encontraba el archivo, así como un pequeño almacén con material de oficina.
Mientras bajaban por la escalera, Atsuhiro no pudo dejar de pensar en el espectáculo que ____ le ofrecería en el camino de vuelta, subiendo por aquella estrecha escalera, con ese minivestido que apenas tenía tela para cubrir sus muslos estando de pie.
- Bueno Atsuhiro, tú dirás qué necesitas –preguntó la mujer una vez que se encontraba en la puerta del pequeño almacén.
- Poca cosa: una agenda, un cuaderno y una grapadora –respondió el hombre.
___ franqueó por fin la puerta, y tras ella lo hizo Atsuhiro, más pendiente de su imponente culo que de cualquier otra cosa. La mujer empezó a buscar en diferentes estantes y a abrir y cerrar varias cajas. En apenas un minuto tuvo en sus manos una grapadora y un cuaderno, pero no era capaz de encontrar ninguna agenda.
- Sé que hay agendas, pero no logró ver dónde –se disculpó la mujer.
- No te preocupes, me apañaré sin agenda –respondió su compañero.
- Me deja mal sabor de boca no poder darte todo lo que necesitas –añadió ____, rozando sus labios con la punta de su lengua. Aquel simple gesto hizo que la verga de Atsuhiro reaccionara como impulsada por un resorte.
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𝙾𝙽𝙴 𝚂𝙷𝙾𝚃𝚂 𝙼𝙷𝙰 𝚇 𝙾𝙲
Romance𝐹𝑎𝑙𝑡𝑎𝑠 𝑂𝑟𝑡𝑜𝑔𝑟𝑎𝑓𝑖𝑐𝑎𝑠 𝐸𝑠𝑐𝑒𝑛𝑎𝑠 +18 𝑆𝑒 𝑇𝑜𝑐𝑎𝑛 𝑡𝑒𝑚𝑎𝑠 𝑑𝑒𝑙𝑖𝑐𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑆𝑒 𝑎𝑐𝑒𝑝𝑡𝑎𝑛 𝑝𝑒𝑑𝑖𝑑𝑜𝑠 𝐷𝐼𝑆𝐹𝑅𝑈𝑇𝐸𝑁