"¿𝗣𝗿𝗲𝗺𝗶𝗼 𝗼 𝗰𝗮𝘀𝘁𝗶𝗴𝗼?" | 𝖠𝗅𝖽𝗈𝗂𝖾𝗋

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¿𝗬 𝘀𝗶 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗹𝗼 𝗵𝗮𝗯𝗶́𝗮 𝘂𝘀𝗮𝗱𝗼?

Roier sintió un gran vacío ahora que se había puesto a pensar en eso, tal vez todos sus esfuerzos no valieron la pena y Aldo lo odiaba, tal vez su relación solo fué un tonto juego en el cual cayó.

Ahora se sentía mal, saber que hiciste cualquier sacrificio necesario para que al final no le importes a la persona que te gusta...

Su corazón no lo entendía, se había comportado amablemente, había hecho cosas de las cuales seguramente Aldo estaría agradecido, y hasta pensó que al menos había un poco de amor entre ellos dos.

Estaba equivocado.

Pequeñas lágrimas empezaron a salir de los ojos del chico, su mente estaba confundida, enojada y triste, no lo entendía, todo ese tiempo había sido tirado a la basura.

Lentamente sin darse cuenta cayó en el sillón, quedando acostado en este, el chico empezó a quedarse dormido, ahora solo quedaba la ropa mojada con lágrimas y un chico con el corazón roto.

Algunos minutos pasaron y Aldo abrió la puerta, encontrándose con la imagen de Roier dormido en el sillón, las lágrimas ya se habían secado y solo se veían muy de cerca, por lo que Aldo no se percató de que el chico estuvo llorando, así que lo tomó en brazos y lo cargó a su cuarto, para después dejarlo en su cama y cambiar su ropa.

- 𝘌𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘮𝘢𝘴𝘪𝘢𝘥𝘰 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘰... - Pensó dejándole un pequeño beso en los labios al menor, para por último salir del cuarto e ir a la cocina, tenía pensado cocinar algo delicioso para cuando despertara Roier.

Pasó justo una hora y 15 minutos, Aldo había terminado de cocinar y estaba a punto de subir al cuarto de Roier, pero se sorprendió al ver como este bajaba las escaleras con lágrimas mojando su ropa - ¡¿𝘙𝘰𝘪𝘦𝘳?! ¿𝘘𝘶𝘦́ 𝘱𝘢𝘴𝘢? ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘭𝘭𝘰𝘳𝘢𝘴? -  Logró formular Aldo sorprendido por el repentino llanto del menor.

- ¡𝘛𝘦 𝘰𝘥𝘪𝘰! ¡𝘔𝘦 𝘮𝘢𝘯𝘪𝘱𝘶𝘭𝘢𝘴𝘵𝘦! - Gritó el menor mientras tomaba a Aldo de la camisa, tirando de esta, haciendo que el cuerpo del mayor cayera hacia Roier, logrando estabilizarse antes de tirar al menor.

- ¿𝘘-𝘲𝘶𝘦́? - Aldo murmuró, estaba muy confundido, no sabía que había hecho mal - ¡𝘛𝘦 𝘧𝘶𝘪𝘴𝘵𝘦! ¡𝘔𝘦 𝘢𝘣𝘢𝘯𝘥𝘰𝘯𝘢𝘴𝘵𝘦! - Gritos eran lo único que se escuchaban en esa casa, Roier estaba hecho pedazos, no podía pensar claramente por la tristeza y estrés que sentía.

- ¡𝘕𝘰 𝘭𝘰 𝘩𝘪𝘤𝘦! ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘭𝘰 𝘥𝘪𝘤𝘦𝘴?.. - Dijo Aldo con un tono tranquilo, trataba que Roier se calmara y lo escuchara, lo tomó de los hombros tratando de que quedara inmovilizado, y cuando pudo hacerlo, quiso aclararle las cosas al menor - 𝘙𝘰𝘪𝘦𝘳, 𝘮𝘪́𝘳𝘢𝘮𝘦... 𝘚𝘦́ 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘥𝘪𝘫𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘦 𝘪𝘳𝘪́𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘱𝘰𝘤𝘢𝘴 𝘩𝘰𝘳𝘢𝘴, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘵𝘶𝘷𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘲𝘶𝘦𝘥𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘮𝘢́𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘥𝘪𝘫𝘦, 𝘯𝘰 𝘧𝘶𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘰 𝘲𝘶𝘪𝘴𝘪𝘦𝘳𝘢, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘯𝘰 𝘱𝘰𝘥𝘪́𝘢 𝘪𝘳𝘮𝘦... - ¿𝘕𝘰 𝘱𝘰𝘥𝘪́𝘢𝘴 𝘪𝘳𝘵𝘦?.. 𝘚𝘦𝘨𝘶𝘳𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦𝘳𝘪́𝘢𝘴 𝘦𝘴𝘤𝘢𝘱𝘢𝘳 𝘥𝘦 𝘮𝘪́, ¡¿𝘝𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥?! - 𝘌𝘴𝘰 𝘯𝘰 𝘧𝘶𝘦 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘲𝘶𝘪𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘳 𝘺 𝘵𝘶́ 𝘭𝘰 𝘴𝘢𝘣𝘦𝘴, 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘵𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘢́𝘴 𝘭𝘢𝘴𝘵𝘪𝘮𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘦𝘯 𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘰 𝘲𝘶𝘦𝘳𝘪́𝘢 𝘢𝘣𝘢𝘯𝘥𝘰𝘯𝘢𝘳𝘵𝘦.
𝙎𝙚𝙗𝙖𝙨𝙩𝙞𝙖́𝙣, 𝘵𝘦 𝘭𝘰 𝘥𝘪𝘨𝘰 𝘴𝘪𝘯𝘤𝘦𝘳𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘥𝘳𝘪́𝘢 𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳 𝘢 𝘮𝘪 𝘭𝘢𝘥𝘰, 𝘤𝘳𝘦́𝘦𝘮𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘩𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘦𝘢𝘥𝘰 𝘮𝘢́𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘪𝘦𝘯𝘴𝘢𝘴 𝘺 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘱𝘰𝘥𝘳𝘪́𝘢 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳𝘵𝘦, 𝘱𝘰𝘳𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘢𝘮𝘰, ¿𝘔𝘦 𝘦𝘯𝘵𝘪𝘦𝘯𝘥𝘦𝘴? 

El ambiente ahora era más ligero, Roier había dejado de llorar y estaba haciendo contacto visual con Aldo, tratando de procesar toda la información que el mayor le había dicho; pasaron unos cuantos segundos más, hasta que este rompió en llanto de nuevo, abrazando a Aldo con fuerza, como si no quisiera que se separara - 𝘌𝘳𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘶́𝘱𝘪𝘥𝘰... - Logró formular el menor en medio de su llanto - 𝘚𝘰𝘺 𝙩𝙪́ 𝘦𝘴𝘵𝘶́𝘱𝘪𝘥𝘰... - El mayor le devolvió el abrazo, acariciando la cabeza del bajo con una mano, tratando de hacerlo sentir mejor.

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Hola, ¿Cómo andan?

Yo ando con sueño y algo estresado, pero bueno, espero que ustedes anden bien.

Si, me tardé MUCHÍSIMO, en subir el capítulo, pero la escuela me está matando, aparte de que, la verdad, los tiempos que he tenido libres los uso para dormir, hacer mis tareas y relajarme, porque les juro que no aguanto más esta vida.

Pero bueno, espero y este capítulo haya sido de su agrado, los amo y gracias por esperar ♡

¡Nos vemos en otro capítulo!

𝗣𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮𝘀: 𝟩𝟢𝟩