Las citas.

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Narra Raven:

La alarma empezó a sonar, miré el reloj, eran las cinco de la madrugada. ¿Quién estaría tan mal para cometer el crimen a estas horas? De todas maneras, me dirigí al salón. Debía hacerlo, quisiera o no.

—¿Qué está pasando?—Preguntó Star, con una cara de estar todavía muy dormida.

—Al parecer, al Dr. Luz le gusta madrugar mucho.— Le respondió Dick—. Vamos a detenerle, con mucha suerte llegaremos temprano y podremos dormir un poco.

Llegamos al sitio del crimen. El Dr. Luz había tomado rehenes y amenazaba con matarlos si no le daban 500.000 dólares en efectivo.

—Ya han llegado los agua fiestas. ¿Cómo estáis, Titans?

—Déjate de cuentos, Dr. Luz, son las cinco de la madrugada y no he dormido nada. Suelta a los rehenes, ríndete, y deja que durmamos.

—Bueno, Raven, si eso es lo que quieres, que empiece el juego.

Estuvimos luchando por una hora, hasta que, finalmente, lo derrotamos. Antes de irnos, me acerqué al Dr. Luz.

—Si te hubieses rendido desde el principio, te habrías ahorrado esa humillación. Que sepas que la próxima vez no tardaré tanto en hacer que te metan entre rejas.

Me fui sin mirar atrás, no quería verle la cara a ese idiota.

—Qué agresiva estás, Rae. ¿Tienes sueño o estás del mal humor?— Me preguntó Gar entre risas.

—Una mezcla de las dos, así que mejor no me habléis en un rato.

Llegamos a la torre y nada más me tumbé en la cama, caí dormida.

Narra Chico Bestia:

—¿No te levantas, Bestia?—Cy me sorprendió al lado de mi cama.

—¿Qué hora es?

—Casi las doce.

—Pues sí que es tarde, sí.

Me estiré y me dirigí a la cocina. Tomé algo de tofu y me senté para comérmelo.

—¿No te cansas de comer eso a todas horas?—Allí estaba Rae, con su típico té.

—Tú siempre bebes ese té, a todas horas, y al parecer tampoco te cansas.

—Sí, pero no es lo mismo.

—Si tú lo dices.

Aunque había dormido hasta casi las doce, seguía muy cansado, así que después de comer me tomé una siesta.

Narra Raven:

Eran casi las cinco, se me hacía tarde, me arreglé mucho más de lo usual. Salí de la torre. Me di cuenta de que Gar no había salido, así que supuse que no iría a la cita con Terra. Llegué y Damian estaba al lado de la fuente del centro comercial.

—Puntual como un reloj, Raven.

—Gracias, ha costado más de lo que pueda llegar a parecer.

—¿Qué te parece si vamos a la cafetería?

En ese momento, caí en que la cafetería era el lugar donde Terra y Gar habían quedado, y aunque no estuviese Gar, estaría Terra.

—¿Y si mejor vamos a ese bar de copas?—Dije señalando el bar.

—Claro.

Me agarró de la mano, pero yo no tenía muchas ganas. De todas maneras, no se la solté; no quería empezar con mal pie. Llegamos y nos pedimos unos cócteles.

Polos opuestos (BBRAE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora