•Capítulo 7•

105 8 0
                                    

-¿Cortejo? -repitió Malfoy.

Harry se inclinó hacia adelante en su silla, presionando su frente contra sus manos cerradas.

-Eso es lo que Fleur dijo. Dijo que estaría bien, sin embargo, todo lo que tengo que hacer es practicar para adquirir control y claridad mental, y...

-Oh mi Dios, estamos tan condenados.

Harry levantó la cabeza para mirarlo mal.

Malfoy saludó la mirada con su vaso de whisky escocés.

-¿Cómo está yendo eso de la Oclumancia?

-Va... le cogeré el truco algún día -masculló Harry.

-No puedo creer cuan condenados estamos -dijo Malfoy. Yacía estirado en el sofá, su cabeza recostada en su brazo. Apoyó el vaso en un punto justo arriba de la hebilla de su cinturón-. ¿Recuerdas la ligera hostilidad que podría haberte mostrado durante la escuela?

-Oh, vagamente -dijo Harry.

-Claramente, anticipé desde el principio que mi fin vendría pisoteado por una turba de tus admiradores. De algún modo siempre supe que serías mi muerte -Malfoy bebió otro trago, haciendo una leve mueca que se suavizó como el algodón bajo una plancha mientras se relajaba-. ¿A quién se supone que estás cortejando? ¿Simplemente encenderás el encanto al máximo hacia todo el mundo hasta que tu verdadero amor llegue a la puerta de tu casa? -levantó una ceja-. De hecho, eso sí que suena a ti.

Harry se concentró en tratar de aplanar su propia frente con sus manos, tratando de sacar a puñetazos la tensión en su sien. No planeaba relajarse con una bebida al igual que Malfoy: consideraba que Malfoy estaba haciendo eso demasiado.

No era que Malfoy se emborrachase todas las noches o algo por el estilo. Solo estaba haciendo un esfuerzo continuo para distanciarse del dolor, suavizando sus propios bordes afilados, y a Harry no le gustaba eso y no iba a alentar eso bebiendo también.

Malfoy parecía haberse distanciado del dolor directamente hacia un oasis de escalofriante calma. Estaba mirando fijamente el techo.

-Shacklebolt ha solicitado una revisión por parte de los Inefables por la situación Veela en la oficina -dijo lentamente-. Sé que todo este asunto es ridículo, sé que te sientes arrinconado en una esquina y que te has vuelto muy terco al respecto, pero muy pronto no seremos capaces de hacer nuestro trabajo. No se nos permitirá.

Harry no dijo nada. Después de un momento vio la boca de Malfoy torcerse en una sonrisa.

-Entonces nuestro jefe intentó manosearte en una reunión de personal y tu atractivo sexual está a punto de causar una crisis nacional, yo solo voy a la oficina cuando estoy aburrido y aun así vamos a ganar Aurores del Año. Hace que te preguntes que pueden estar tramando el resto de ellos. Obviamente no entiendo todos los chismes. Tal vez Dawlish está llevando una relación inapropiada con la planta de la oficina y Thomas está robando sobornos.

-Estoy seguro de que Dean no robaría sobornos -dijo Harry-. ...preferiría no especular respecto a Dawlish, gracias.

Malfoy estuvo en silencio por otro momento. Su cabello rubio destacando contra el verde oscuro del sofá y la tela negra en su brazo.

-Si esta es una cuestión de coraje o algo así -dijo eventualmente- puedo ir contigo al Rincón Pecaminoso de Sinistra.

-¿Qué?

Malfoy se movió incómodo.

-Podría llevar un libro y quedarme en la sala de espera. Quiero decir, imagino que tienen su propio material de lectura, pero fui criado de forma estricta y no creo que deba correr ningún riesgo. O si se trata del orgullo en lugar de coraje, no tienes que ir a lo de Sinistra, puedes solo ir a La Varita Extensa en Hogsmeade.

Mortalmente Hermoso |Traducción|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora