3 - training wheels

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Narra Clémentine

Estaba en el prado con Cole, estábamos debajo de un árbol que nos cubría del sol.

Me gustaba hacerle compañía, aunque hay veces que siento que se cansa de mí o que le incomoda mi presencia.

Pero me gusta todo lo que hace, incluso cuando me llama tonte accidentalmente por algunas estupideces que hago, me siento comode a su lado.

- Clémentine

- Mh?

- ¿Tú sabes andar en bicicleta?

- Sí, ¿por?

- No, por nada.

- No me dijas que no sabes.

Cuando dije eso, Cole se avergonzó un poco, y me quedó más que claro que no sabía.

- No te preocupes, yo te enseño - Dije parándome del césped y dándole una mano a Cole para que haga lo mismo

- N-No, no es necesario, Clémentine

- Por algo me preguntaste, ¿no?

- Bueno, sí... Solo promete que no me dejaras manejando sole, me da miedo lastimarme - Me dijo Cole, tomando mi mano y parándose del césped

- Te prometo no dejarte ir directamente a la tierra o al lodo - Dije mientras le llevaba a casa para sacar la bicicleta.

- Confío en ti - Me dijo algo nerviose

Fuimos a sacar la bicicleta, la cual sus ruedas de entrenamiento se encontraban algo desgastadas, decidí dejarlas hasta que Cole tenga la confianza suficiente para quitarlas.

- Pedalea hacia abajo, no tengas miedo, estoy sujetando tu asiento, llevo curitas por si te lastimas. Las rueditas ni siquiera llegan al piso. - Dije dándole una sonrisa.

- Está bien.

- Voy a estar a tu lado todo el camino

- Vale

Pasaron unas horas, hasta que Cole le tomó un poco más de confianza a la bicicleta.

Ya era momento de que nos deshagamos de esas molestas ruedas de entrenamiento desgastadas

- Voy a sacar las rueditas de entrenamiento, las quitaré para ti.

- Y- Y, ¿sí me lastimó?

- Recuerda que llevo curitas para que, cuando tus manos caigan sobre el piso, sé que da miedo quitarlas pero están muy desgastadas

- ¿No me dejarás ir directamente a la tierra, no?

- Prometo nuevamente no dejarte ir directamente a la tierra o al lodo, solo si me prometes que me dejarás quitarlas primero.

- Está bien, pero no me dejes de sujetar.

- De acuerdo.

Quiero manejar mi bicicleta contigo, solo nosotres. No quedan rueditas de entrenamiento para ti, las quitaré para ti.

Amo todo lo que haces, incluso cuando me llama tonte por las estupideces que hago y dijo.

Te cuento cosas que ya sabes, pero de igual manera me gusta contártelas.

- Creo que ya puedo manejar sin tu ayuda - Me dijo Cole

- ¿Segure?

- Sí.

- Bien, te dejaré ir. - Dije, soltando el asiento

Has estado conduciendo con rueditas toda tu vida, no es como si te preguntara si puedo ser tu pareja. Quiero decirte que me gustas, pero es difícil decirlo. ¿Esto es una manera cursi de decirlo?

- ¿A dónde quieres ir? - le pregunté a Cole para acompañarle

- No lo sé, gracias por enseñarme

- De nada, Cole.

Me acerqué un poco más a elle para darle un beso, hasta que desapareció.

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Me desperté en mi habitación, a mi lado estaba Cole abrazándome de mi cintura, todavía no había amanecido.

Todo había sido un sueño.

Ojalá pudiera decirle algún día lo que siento...

De hielo (Colentine) ¡PAUSADO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora