³ 𝖆𝖓𝖆𝖑

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Ya había pasado una semana desde la primera vez que Sunghoon cogió con Sunoo.

Primera vez, porque no había sido la última.

Lastimosamente para Sunghoon, no pudo mantener aquello fuera de su sistema. Se suponía que, lo que había hecho, lo había hecho para no tener la inquietud que mantuvo durante mucho tiempo. Se suponía que iba a ser la primera y última vez que engañaba a su esposa por un maldito fetiche de mierda.

Pero no pudo resistirse.

No cuando todas las noches recordaba cómo se sintió la primera vez que folló con Sunoo y, también, cómo se sentía cada vez que lo hacía. Era inolvidable e inquietante, y por más serio que fuera su caso, no podía detenerse. No quería detenerse.

Incluso si eso implicaba serle infiel a su esposa, una y otra vez, con su doctor.

ㅡSe ha relajado un poco, incluso a mí me sorprende, doctor. ㅡ

Ahora, ellos se encontraban en el consultorio de Sunoo, en una charla que su esposa insistió en tener. Ella encontraba un montón de cosas fuera de lugar desde ese día y aunque Sunghoon se ha encargado de tranquilizarla y tratar de convencerla que todo seguía igual, él no pudo hacerlo y, al final, terminó envuelto en una obligada consulta con su doctor sexual.

La idea, aunque no era más que una consulta, no le agradó del todo. Era la primera vez que vería a Sunoo con su esposa presente y pensar en eso le revolvía el estómago y le agitaba el pecho, sintiéndose agobiado casi al instante. Sería tan extraño y jodidamente incómodo, que estaba perdiéndose de lo que los menores decían por pensar en lo que él tendría que decir después y cómo tendría que actuar.

Era un jodido martirio. Hasta este punto, está replanteándose si en realidad no se arrepentía de haber metido su verga en el culo de Sunoo.

ㅡ¿A qué te refieres, HyunMin? ㅡpreguntó cautelosamente, Sunoo, mirando a la mujer con una pequeña pero incómoda sonrisa.

Sunghoon miró fijamente los labios de Sunoo, expectante. Su sonrisa era bonita, por más fea que luciera. Sunghoon relamió sus labios, agitado, ignorando el curioso sentimiento que se posó en su polla cuando recordó las mil y una facetas en que había visto a su doctor.

En ese momento, deseó que la tierra lo tragara y lo enterrara donde nadie pudiera encontrarlo.

ㅡDigo, no me ha comentado nada de la asquerosidad que quiere hacer conmigo. Es raro ya que... ¡me lo dice casi diario! ㅡ

Sunghoon carraspeó, lanzándole una mirada suplicante a Sunoo. Él ni siquiera sabía si podría llegar a inventar una excusa lo suficientemente buena para que su esposa le creyera.

ㅡ¿Y eso no era lo que querías, HyunMin? Es una buena noticia, ¿no? ㅡ

ㅡPor supuesto, doctor Kim. Finalmente estoy tranquila y no hemos dicutido en una semana ya. Ese asunto me pone un poco nerviosa, usted sabe. ㅡ

HyunMin soltó una corta risita, volteando repentinamente hacia un sudoroso Sunghoon, quien mantenía su mirada puesta en Sunoo. Sunghoon resopló, fastidiado, cerrando sus ojos, al sentir la mirada de su mujer puesta en él.

Quería terminar con esa consulta lo más rápido posible.

ㅡ¿Qué? ¿Ahora te molestas? ¡Incluso el doctor está de acuerdo conmigo! Eras muy pesado. ㅡ

Sunghoon asintió, sin ánimos de discutir.

ㅡSé que es una situación dura pero... me alegra que Sunghoon lo haya superado. ㅡ

Sunoo relamió sus labios bajo la atenta mirada de Sunghoon. Sunghoon miró un poco más arriba, conectando sus ojos con los contrarios. Él sonrió, asintiendo.

Sunoo era tan jodidamente sexy.

ㅡCorrecto. Ya no pienso mucho en eso. ㅡdijo, en cambio, Sunghoon, sin despegar su mirada del menor.

HyunMin frunció el ceño, colocando su mano sobre el muslo de su esposo.

ㅡ¿Podría saber por qué? Aunque es un alivio enorme, me da curiosidad saber porqué no insistes más en el tema. ㅡ

Sunghoon no dijo nada. Él simplemente suspiró, sin deseos de decir algo.

ㅡ¿Qué? ¿Seguiste mi consejo y te conseguiste una puta? ㅡ

Fue una broma, claramente.

Pero, al escucharla, Sunghoon lo único que pudo hacer fue chupar una respiración profunda, mordiendo su labio, nervioso. Él ignoró olímpicamente la mirada burlesca de HyunMin y rió, incómodo.

Quizás no fue una puta, pero... lo hizo.

ㅡEstás loca. ㅡ

ㅡ¡Para nada! Es sólo que las protitutas son las únicas que se dejarían cojer por el culo. ㅡ

Sunghoon suspiró, negando. Aunque sabía que todo eran bromas y HyunMin no lo decía en serio, le molestaba en sobremanera escuchar sus palabras. Era agobiante y frustrante, saber que la persona que logró apaciguar sus aguas y lo ayudó cuando estaba volviéndose loco estaba frente a ellos, escuchando con la mirada gacha lo que la pareja decía. Era tan asquerosamente pesada que lo único que Sunghoon pudo hacer fue callar.

ㅡDebemos irnos ya, ¿no crees? ㅡdijo suavemente, Sunghoon, luego de pasar unos segundos escuchando la molesta risa de su esposa.

ㅡ¡Oh, cierto!, lo olvidaba por completo, Jesús. Debo irme. Tengo que trabajar. ㅡ

Sunghoon frunció el ceño, levantándose al igual que su esposa. ¿Trabajar?

ㅡ¿Eh? ㅡ

ㅡSí, hoy hago horas extras y creo que voy tarde. Dios... ¿Podrías irte sin mí? Necesito el auto, Sunghoonie. ㅡ

Sunghoon analizó la situación. HyunMin estaba en un apuro y solo tenían un auto. La empresa en la que su esposa trabajaba estaba a treinta minutos carro, lo cual, realmente lo necesitaba.

Él-

ㅡOh, yo estoy por cerrar ya. Si quieres, puedo darle un aventón a Sunghoon. ㅡ

Sunghoon se quedó quieto de un momento a otro.

Lentamente, volteó hacia Sunoo, quien mantenía una inocente y cálida sonrisa hacia HyunMin. Sunghoon relamió sus labios, por quién sabe cuánta vez en la hora, sintiendo su respiración agitarse casi al instante.

¿Acaso Sunoo...?

ㅡ¿Harías eso? ¡Te lo agradezco! Entonces, Sunghoon, agradece al doctor Sunoo cuando estés en casa, ¿sí? Nos vemos. ㅡ

Sunghoon no dijo ni hizo nada en el transcurso que su esposa tomaba su elegante bolso y salía, despidiéndose de ambos hombres. Él no podía decir nada, precisamente porque aquella sensación de picor y calor en su piel, su sangre burbujear en su interior y su pene palpitar, ahogado en su pantalón, logró llamar más su atención, que su propia esposa.

Él sonrió.

ㅡ¿Me agradecerás, Sunghoonie? ㅡdijo travieso, Sunoo, dirigiéndose a la puerta para cerrarla con seguro.

Sunghoon rió, divertido, saliendo de su trance. Hasta ese punto, su esposa ya no existía para él.

ㅡPor supuesto que lo haré, doctor Sunoo. ㅡ

❐│𝗮𝗻𝗮𝗹🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora