Naruto - Sufrimiento, dolor y Sanación

1 - Dolor Pt 1

Localización: Konoha

Lugar: Torre del Hokage, despacho del Hokage

Hora: 11:30

En el País del Fuego rara vez llovía. Sólo unas pocas veces en su historia había llovido durante más de un día. Ésta era una de esas veces en las que parecía caer sin más. Había estado lloviendo desde que un hombre concreto había regresado a Konoha hacía dos días. Ahora ese hombre estaba en el despacho de la líder de la aldea, junto a sus dos aprendices y la Kazekage, que casualmente se encontraba en Konoha por negocios.

Senju Tsunade, la Quinta Hokage de Konoha, era una mujer hermosa y, a pesar de tener casi sesenta años, parecía estar más cerca de los veinte que de los treinta, no era alta, sólo medía un metro setenta y era una mujer delgada con unos pechos notablemente grandes, pero lo compensaba con creces con su belleza, una mujer de piel clara, ojos castaños como la miel y pelo rubio liso que le caía por encima de la frente, con un flequillo que le llegaba hasta los hombros y le enmarcaba la cara, y el resto le llegaba hasta la parte baja de la espalda, recogido en dos coletas sueltas. La Fuerza de un Sello de Cien -que adopta la apariencia de un diamante violeta- es claramente visible en su frente. Lleva un haori verde hierba con el kanji de "apuesta" en la espalda, dentro de un círculo rojo. Debajo lleva una blusa gris, tipo kimono, sin mangas, sujeta por un ancho obi gris azulado oscuro que hace juego con los pantalones. La blusa se cierra bastante abajo, dejando al descubierto su amplio escote. Lleva sandalias negras abiertas con tiras y tacones altos. Lleva las uñas de las manos y de los pies pintadas de rojo y los labios de rosa suave. A pesar de la expresión pétrea de su rostro, en ese momento estaba frenética de preocupación por el chico al que había empezado a ver como su propio hijo, a pesar de que en realidad eran primos lejanos. Naruto la había ayudado a salir de un momento muy malo de su vida. Lo que mucha gente no sabía era que Tsunade se había quedado embarazada durante la tercera guerra. Poco después de la muerte de Dan, había descubierto que estaba embarazada, pero sólo después de un mal ataque que la había herido de tal forma que le resultaba casi imposible tener hijos de su propia estirpe. Así que Shizune y Naruto eran lo más parecido a hijos que tenía.

Koto Shizune es una mujer rubia de 1,70 m de estatura y complexión delgada con pechos de copa C, ojos de ónice y pelo negro azabache liso hasta los hombros con flequillo que le cubre las orejas y le enmarca la cara. Viste un largo kimono negro azulado con ribetes blancos, sujeto por un obi blanco, y sandalias abiertas con tacón bajo. Shizune ni siquiera intentó ocultar su preocupación. Quería a Naruto como a un hermano. No le dolía que su actitud de no rendirse nunca le recordara a la personalidad de su tío Dan. O incluso a la de Nawaki, de quien Shizune había sido amiga durante sus días de academia. Actualmente, al igual que su Figura Maestra/Madre, estaba fuera de sí por la preocupación. Aunque no tenía los mismos problemas que Tsunade, había tenido la oportunidad de actuar como una niña con Naruto unas cuantas veces. Jugar al shogi, vestir a Naruto con ropa bonita e incluso jugar al pilla-pilla. Pero también llegó a conocer a Naruto fuera de los deberes Shinobi y, aunque solía verle como a un hermano pequeño, antes de que se marchara se fue enamorando poco a poco de él. Un enamoramiento que nunca planeó explorar, ya que había casi una década de diferencia de edad entre ellos.

Haruno Sakura tenía la piel clara, los ojos verdes y el pelo largo y rosa que recogía en una coleta rosa. No tenía más de 17 años, pero en términos de la aldea se la podía considerar una auténtica belleza. Lleva un vestido qipao rojo sin mangas que le llega hasta la parte superior de los muslos, con ribetes blancos y un diseño circular blanco en la espalda similar a su atuendo de la Parte I; se lo ata con un obi negro. Lleva pantalones cortos negros debajo del vestido, guantes negros y coderas y rodilleras rosas. También ha cambiado sus botas anteriores por unas sandalias ninja negras normales de tacón alto. La joven aprendiz de médico de la Senju Tsunade se paseaba de un lado a otro. Estaba deseando ver a su compañero de equipo después de cinco años sin verlo. Sí, cinco años. Después de florecer más, pensó que estaría bien verle y tal vez... No, eso era harina de otro costal. Ahora mismo, al igual que las dos mujeres mayores, estaba preocupada por su cabeza de chorlito.