𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐎𝐂𝐀𝐒𝐎』Haely

Única Parte

Lily llevaba semanas con incomodidad, o al menos esa era la palabra que usaba para describir sus emociones no justificadas, sentía incomodidad al sentir su cara enrojecer por sonreír demasiado, sentía incomodidad cuando su pecho se agitaba al punto de dudar si debería hacer una visita al cardiólogo, sentía incomodidad cuando sus palabras parecían faltar y su garganta comenzaba a secarse, Lily sentía incomodidad e incluso un poco de asco cuando sus manos comenzaban a sudar en abundancia sin razón aparente, ella incluso creyó tener gastritis cuando la incomodidad en su abdomen era demasiada para soportar.

Lily se sentía enferma, pero no lo suficiente como para ir al doctor, en su lugar, decidió comentarlo con Haewon.

"Te hace falta tomar aire, salgamos a caminar un poco, apuesto a que te sentirás mejor después de eso"

Una vez dicho eso, Lily fue arrastrada por Haewon fuera del departamento que compartían juntas, ambas subiendo al automóvil de Haewon, y dirigiéndose al lugar favorito de esta, la playa.

Haewon era su mejor amiga, siempre estaba a su lado, Lily no recuerda el momento exacto en el que se conocieron, pero sabe que desde ese momento no hubo uno sólo sin Haewon, ella era la persona incondicional de Lily, alguien cómodo y confiable al que Lily siempre podía acudir, hoy no era la diferencia.

Haewon siempre era atenta y protectora con ella, por eso no era de sorprenderse que aún sostuviera su mano, de hecho, la había soltado sólo en momentos sumamente necesarios, para después volver a tomarla de inmediato, como si ese fuese el recordatorio de que ella estaba a su lado, lamentablemente para Lily, los síntomas incómodos comenzaron, sus manos sudando fue el primer paso, especialmente la que sostenía Haewon, Lily esperaba que esta no lo notara.

"¿Te sientes bien? Te noto muy rígida, si la idea no te agrada volveremos al departamento y encontraré la forma en la que te sientas mejor"

Aún seguían en el automóvil en camino hacia la playa, Haewon conducía de forma genial con una sola mano, con la otra sostenía la mano de Lily, dando leves roces, apenas perceptibles por el movimiento del auto.

"¿Lily? ¿Quieres regresar? ¿O prefieres que detenga el auto?"

Haewon daba vistas rápidas hacia ella, y luego volvía a enfocarse en la carretera, pero su postura era clara, su mirada estaba llena de preocupación, y aún así, Haewon se las ingeniaba para sonreírle con calidez, Lily no se sentía capaz de rechazar los intentos de Haewon por aliviarla.

"Sigamos"

Está vez fue Lily quien daba leves roces en la mano de Haewon, demostrándole que ya no se encontraba rígida, y logrando que la sonrisa cálida de Haewon por fin tocara sus ojos y los suyos propios.

La llegada a la playa no fue distinta a la infinidad de veces en las que habían ido antes, ya que al ser el lugar favorito de Haewon, está colocaba la playa como la solución a todo, y al ser Haewon la persona favorita de Lily, no había nada que esta pudiera negarle.

Ambas comenzaron a caminar descalzas por la playa, Lily sólo se dejaba llevar por Haewon, quien no perdía el tiempo y había comenzado a contarle anécdotas de su día, Lily estaba complacida, le gustaba escuchar a Haewon, la voz de Haewon era una melodía, y su risa se sentía como dulce miel derramándose, era algo vívido y satisfactorio, tanto que casi logra que el segundo síntoma pase desapercibido por Lily, casi.

Lily comenzó a sentir su cara enrojecer, pero no podía dejar de sonreír, no cuando Haewon seguía sonriendo, no cuando Haewon era una fuente desbordante de alegría, sonreír demasiado era la menor de sus incomodidades, curiosamente era la más presente.

"¿Cómo te sientes?"

"Bien"

Haewon sonrió satisfecha, soltando su mano y comenzando a caminar frente a ella, Lily trató de ignorar el sentimiento de ausencia en su mano, enfocándose en las huellas que los pasos de Haewon iban dejando.

El sol había bajado, creando un reflejo en el agua y un coloreado naranja en las nubes, algo hermoso de contemplar, y Lily debería estar perdida en ello, admirando el entorno en busca de tomar el aire que Haewon recomendó, pero no, su atención había sido robada por Haewon.

Haewon observaba el ocaso anhelante, haciendo que Lily deseara que sus ojos fuesen una cámara fotográfica, sólo de esa forma tendría evidencia de haber visto lo más hermoso del mundo, ante este pensamiento y vista, los síntomas restantes llegaron de golpe.

Su corazón comenzó a palpitar más rápido de lo usual, haciendo inevitable la agitación en su pecho, su abdomen se sentía vacío y lleno al mismo tiempo, Lily no podía entenderlo, no había palabras suficientes para describir sus sentimientos, la resequedad en su boca tampoco ayudaba, ver a Haewon como un símbolo de agua fue una dura apuñalada a su débil corazón.

"Haewon"

Como paso final, Lily sintió incomodidad en todo su cuerpo, como pequeñas olas expansivas dentro de ella, siendo enviadas desde su corazón a cualquier rincón de su ser con un único mensaje, Haewon.

"Lily"

Haewon la miraba impaciente, esperando algo que Lily no sabía pero sentía, algo que ambas querían.

Lily tomó la iniciativa acercándose a Haewon, sin perder contacto visual en ningún momento, había algo diferente en su mirada, la impaciencia se había convertido en anhelo, Haewon fue la primera en bajar la mirada y retomar el contacto visual al instante, Lily siguió su ejemplo, ambas enfocadas en los labios de la otra, preguntando por el permiso de la otra y concediendo al instante.

Haewon fue la primera en ceder, tomando el rostro de Lily entre sus manos, dejando que sus labios conocieran los de Lily, un leve roce sin segundas intenciones, con el único propósito de recibir la aprobación de Lily.

Lily no sólo lo aprobó, correspondió con efusividad, aliviando cualquier duda que hubiese entre ambas, Lily encontró en los labios de Haewon la cura a su enfermedad, pediría ser medicada de por vida.

No hubo más palabras, sólo un leve silencio interrumpido de vez en cuando por los sonidos de respiraciones y suspiros agitados, dando cierre a la tarde, y comenzando una noche significativa para ambas.

Al final Haewon tenía razón, tomar aire le había traído alivio, todas sus incomodidades habían sido renombradas en amor, siendo tratadas y curadas por Haewon, su Haewon.