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No soy yo, es el sol. La luz del sol transformaba su carne en algo más, algo que podía ser deseado y poseído, algo que parecía absurdo ante sus ojos, algo que parecía hermoso ante el sol. Su carne, tan mundana, tan vacía de sabor; su sangre, tan incolora, tan sola; su simple existencia, que otros podían notar como nefasta, se convertía en irresistible bajo la mirada cálida del sol. Su deseo era simple y complejo a la vez.
No era nadie sin el cálido rayo de luz.
No era él hasta que, hambriento, el sol lo miraba.
No era nadie hasta que la luz del sol o la intensidad de una mirada lo miraran.
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Aún no tengo claro que haré; probablemente sea un fanfic, y si no lo es, solo serán escritos como el anterior. Espero que les guste, gracias por leer. Pueden votar si les agrada.
Sea lo que sea que decida hacer, no tratará sobre el canibalismo en toda su expresión; solo será una metáfora. Si llegase a tratar temas fuerte, se avisará antes de empezar. :)
Basado en el libro de poemas "Mar Caníbal" de Uriel Quesada
