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Jeongin se encontraba en la biblioteca como de costumbre, rodeado de cientos de libros sobre la historia del arte y sobre química. Estaba inscrito en dos facultades a la vez, lo que representaba una carga pesada. Aunque disfrutaba más la facultad de arte, por órdenes de su padre tuvo que entrar a la facultad de ciencias exactas, siguiendo la tradición familiar. Para su familia, el arte era solo un pasatiempo, no una carrera. Jeongin no tenía opción alguna, así que cumplía con ambos programas, sin quejarse.

Siendo el hermano menor, Jeongin sentía una mayor responsabilidad por mantener la imagen de su familia. Toda su familia había estudiado en la Universidad Yonsei y se habían graduado con los mejores promedios de sus respectivas generaciones. Jeongin se esforzaba por seguir el mismo camino, dedicando largas horas al estudio para conservar su puesto. No tenía tiempo para amigos o fiestas. Su único amigo era Jisung, pero su relación era compleja. Eran amigos cercanos la mayor parte del tiempo, compartiendo risas y buenos momentos, pero cuando llegaban los exámenes, su amistad se convertía en una feroz competencia por el primer puesto.

Hyunjin, por su parte, admiraba a Jeongin desde la distancia. Nunca le había prestado mucha atención antes, pero ahora, necesitaba acercarse a él para pedirle un favor importante: ayuda con sus notas. Hyunjin había estado pensando en cómo podría acercarse a Jeongin sin parecer desesperado. Decidió que su enfoque tenía que ser cuidadoso y respetuoso, sabiendo que Jeongin tenía una agenda ocupada y probablemente no tendría mucho tiempo para dedicarle. Hyunjin se sentía abrumado, con la mente llena de preguntas e inseguridades. ¿Cómo podría pedirle ayuda a alguien tan ocupado? ¿Y si lo rechazaba? Mientras estos pensamientos rondaban su cabeza, no se dio cuenta de cuánto tiempo llevaba parado, mirando fijamente a Jeongin. Ni siquiera notó cuando Jeongin se levantó de su lugar y se acercó a él.

De repente, sintió una mano suave pero firme tocándole el hombro, sacándolo de su ensimismamiento. Alzó la vista y se encontró con Jeongin mirándolo con una mezcla de curiosidad y leve impaciencia.

—¿Necesitas algo? —dijo Jeongin, cruzándose de brazos—. Llevas rato mirándome como si no me hubiera dado cuenta.

Hyunjin, sorprendido y un poco avergonzado, tartamudeó al principio. —Ah, sí... Lo siento, Jeongin. Estaba... pensando cómo... bueno, cómo pedirte un favor.

Jeongin levantó una ceja, interesado. —¿Un favor? ¿De qué se trata?

Hyunjin se rascó la nuca, tratando de encontrar las palabras correctas. —Es que... mis notas han estado bajando y el director me ha dado un ultimátum. Si no las mejoro, me van a sacar del equipo de fútbol. Necesito ayuda para estudiar y pensé que tú... bueno, que podrías ayudarme. Eres uno de los mejores estudiantes y realmente necesito tu ayuda.

Jeongin lo miró fijamente por un momento, evaluando su solicitud. —¿Y por qué piensas que yo podría ayudarte?

Hyunjin suspiró, sintiéndose vulnerable. —Porque eres inteligente y dedicado. He visto cómo te esfuerzas y creo que podrías explicarme las cosas de una manera que pueda entender. Además, no tengo a quién más acudir. Mis amigos no son precisamente los mejores estudiantes.

Jeongin se quedó en silencio por unos instantes, considerando la petición de Hyunjin. Finalmente, asintió lentamente. —Está bien, Hyunjin. Te ayudaré, pero tendras que poner empeño en aprender por qué no voy a perder mi tiempo si no te lo tomas en serio.

Hyunjin sintió una oleada de alivio y gratitud. —Gracias, Jeongin, prometo que me esforzaré.

Jeongin asintió de nuevo, más serio esta vez. —Nos encontraremos aquí, en la biblioteca, todos los días después de tus entrenamientos. Tendremos que trabajar mucho para ponerte al día.

Hyunjin sonrió, sintiendo que una carga enorme se levantaba de sus hombros. —Perfecto. Gracias, Jeongin. De verdad, gracias.

Jeongin esbozó una ligera sonrisa, algo poco común en él. —De nada, Hyunjin. Ahora, vamos a empezar de inmediato. ¿Tienes tus libros contigo?

Hyunjin asintió y sacó sus libros de su mochila, preparándose para la primera de muchas sesiones de estudio. Mientras se sentaban juntos y comenzaban a repasar, Hyunjin no podía evitar sentirse agradecido por la oportunidad de aprender de alguien tan talentoso y dedicado como Jeongin.


~🏈❤️~

Tenemos aquí la primera interacción de Hyunjin y Jeongin, wujuu!

Diganme que les esta pareciendo la historia, si les gusta, aunque aún nos falta mucho camino por recorrer y muchos enfados que sentir, los amo.

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Touchdown in your heart (Hyunin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora