Capítulo 12

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La veracidad del autor. -Su propósito al publicar esta obra. -Su censura a aquellos

viajeros que se apartan de la verdad. -El autor se sincera de todo fin siniestro al

escribir. -Objeción contestada. -El método de establecer colonias. -Elogio de su

país natal. -Se justifica el derecho de la Corona sobre los países descritos por el

autor. -La dificultad de conquistarlos. -El autor se despide por última vez de los

lectores, expone su modo de vivir para lo futuro, da un buen consejo y termina.


Ya te he hecho, amable lector, fiel historia de mis viajes durante dieciséis años y más de

siete meses, en la que no me he cuidado tanto del adorno como de la verdad. Hubiera

podido tal vez asombrarte con extraños cuentos inverosímiles; pero he preferido relatar

llanamente los hechos, en el modo y estilo más sencillos, porque mi designio principal era

instruirte, no deleitarte.

Es fácil para nosotros los que viajamos por apartados países, rara vez visitados por

ingleses y otros europeos, inventar descripciones de animales maravillosos, así del mar

como de la tierra, siendo así que el principal fin de un viajero ha de ser hacer a los hombres

más sabios y mejores y perfeccionar su juicio con los ejemplos malos, y también buenos, de

lo que relatan con referencia a extranjeros lugares.

Desearía yo muy de veras una ley que prescribiese que todo viajero, antes de

permitírsele publicar sus viajes, viniese obligado a prestar juramento ante el gran canciller

de que todo lo que pretendía imprimir era absolutamente verdadero según su más leal saber

y entender, pues así no seguiría engañándose al mundo, como hoy generalmente se hace por

ciertos escritores, que, a fin de buscar aceptación para sus obras, extravían al incauto lector

con las más groseras fábulas. En mis días de juventud he examinado con gran deleite

muchos libros de viajes; pero habiendo ido después a las más partes del globo y podido

contradecir muchas referencias mentirosas con mi propia observación, he concebido gran

disgusto por este género de lectura y alguna indignación de ver cuán descaradamente se

abusa de la credulidad humana. Así, pues que mis amistades quisieron suponer que mis

menguados esfuerzos no resultarían inaceptables para mi país, me obligué, como máxima

de que no debía apartarme nunca, a sujetarme puntualmente a la verdad, aunque tampoco

podría caer por lo más remoto en la tentación de separarme de ella mientras perduren en mi

Jonathan Swift: Viajes de Gulliver

El Autor de la Semana - © 1996-2000 Facultad de Ciencias Sociales – Universidad de Chile

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ánimo las lecciones y los ejemplos de mi noble amo y los otros ilustres houyhnhnms, de

quienes tanto tiempo había tenido el honor de ser humilde oyente.

Nec el miserum Fortuna Sinonem

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2015 ⏰

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Los viajes de Gulliver por Jonathan SwiftDonde viven las historias. Descúbrelo ahora