Tu eres mi elegida

• Prólogo •

París, una ciudad de luz y sombras, ha sido testigo de innumerables historias. Entre sus callejones empedrados y puentes elegantes, se esconden secretos ancestrales que solo unos pocos conocen. En el corazón de estos misterios están los miraculous, objetos de poder inmenso, custodiados por guardianes que entienden su verdadera naturaleza.

Los miraculous, han existido desde tiempos inmemoriales, otorgando a sus portadores habilidades extraordinarias. Cada uno de ellos está vinculado a un kwami, un espíritu ancestral que concede poderes únicos. Pero con gran poder viene una gran responsabilidad.

Durante siglos, los guardianes han protegido estos objetos, asegurándose de que solo aquellos con corazones puros y voluntades fuertes puedan empuñarlos. Sin embargo, no siempre ha sido fácil mantener este equilibrio. El deseo de poder y la corrupción han llevado a muchos a buscar los miraculous por razones egoístas.

En la actualidad, estos objetos se encuentran en manos de jóvenes elegidos, quienes enfrentan desafíos tanto en su vida cotidiana como en su lucha contra las fuerzas del mal. Estos héroes, aunque a menudo desconocidos para el mundo, llevan el peso de una gran responsabilidad sobre sus hombros.

Tú, que ahora conoces este secreto, comprenderás que el destino de estos héroes no solo depende de sus habilidades, sino también de sus corazones. La verdadera fuerza de un portador de miraculous no reside solo en sus poderes, sino en su capacidad para amar, sacrificarse y proteger a los inocentes.

Un joven ha aprendido que la aceptación es el cimiento de la fuerza verdadera. Desde temprana edad, la vida le ha impuesto desafíos que lo obligaron a mirar dentro de sí mismo y aceptar tanto sus dones como sus sombras. Esta aceptación le ha otorgado una fuerza que no solo se manifiesta en sus habilidades, sino en su inquebrantable voluntad de seguir adelante. En cada batalla, en cada decisión, ha encontrado que su verdadero poder no reside solo en lo que puede hacer, sino en quién es y en la tranquilidad que proviene de conocerse a sí mismo. Como una roca en la tormenta, su aceptación le permite ser el ancla que muchos necesitan en tiempos de caos.

A la par, otra joven ha recorrido un sendero marcado por el cambio. La vida le ha enseñado que el valor no se mide por la ausencia de miedo, sino por la capacidad de enfrentarlo y superarlo. Cada transformación, cada nuevo reto, ha sido una oportunidad para redefinirse y encontrar una fortaleza interna desconocida. Enfrentando lo incierto, ha descubierto que el verdadero coraje radica en adaptarse y en crecer a partir de cada experiencia. Su valentía es una llama constante, un faro que guía a los perdidos, mostrando que el cambio, aunque desafiante, es la puerta a la grandeza.

En esta danza de destinos, la ciudad de París se convierte en el escenario de historias que se entrelazan. Las calles, los puentes y los monumentos son testigos silenciosos de actos de heroísmo que trascienden el tiempo y el espacio. En medio de esta vibrante metrópolis, una nueva historia está a punto de comenzar.

Bajo el cielo crepuscular, una joven llega a la ciudad. Su mirada se fija en el majestuoso hotel Le Grand Paris, cuyo brillo parece desafiar la noche. Con una maleta en la mano, se detiene por un momento, dejando que la magnificencia del edificio se refleje en sus ojos llenos de sueños y expectativas. La grandeza del hotel parece susurrarle promesas de nuevas aventuras y desafíos por venir.

La joven avanza, su paso firme y decidido, cargando no solo su maleta, sino también el peso de su pasado y la esperanza de un futuro lleno de posibilidades. París, con su magia y misterio, le abre los brazos, lista para tejer su historia en el tapiz de las leyendas que conforman el alma de la ciudad.

⸻papá, hermana... estoy en casa.