La Menor De Los Verstappen. || Leah Verstappen.

¿Que haces aquí?...

Domingo.

13pm

En una hora empieza la carrera. Lewis en la primera fila, junto a Max.

Estoy sentada en el Box de Mercedes. Quisiera que mi madre esté aquí pero es mejor que esté con mi hermano. Éstas carreras son importantes para él.

Monza es uno de los circuitos más rápidos del calendario y también unos de los mas peligrosos, eso me hace sentir un poco nerviosa por Max. Me ha dicho que el riesgo, la adrenalina y la presión te hacen sentir vivo, por eso no puedo esperar a correr aquí el año que viene.

...

Aplausos inundan el garaje de Mercedes. Efectivamente, Hamilton ganó la carrera. Lo malo es que  Max tuvo un fuerte choque en la ultima vuelta, intentando rebasar a Lewis y por esa razón, soy la única junto a Camille, que no celebra.

Me apresuré a salir del Box y voy directamente al edificio de emergencias del Paddock.

-¿Cómo está Max?- pregunto a mi madre, que ya estaba sentada en la sala y noto el nerviosismo en su mirada.

-El doctor dice que está bien, solo necesita un poco de descanso. Dios, realmente me asusté. -Dice, cubriéndose el rostro con su manos. Cuando las palabras salen de su boca, suelto el aire que no me di cuenta que sostenía desde el accidente.

-Esta bien...- dice Camille, intentando tranquilizarme. Ella me conoce, sabe que sobre pienso mucho este tipo de cosas y que no voy a parar de darle vueltas en mi cabeza.

Asiento hacia ella, en modo de agradecimiento y me siento a un lado de mi madre.

Una hora después, el doctor sale y nos dice que ya podemos pasar a ver a Max. Entramos a la sala y el está despierto, colocándose los zapatos. Me acerco despacio hasta que se da cuenta de mi presencia.

-Hola, Leah.- Abrió la boca para seguir hablando pero yo lo interrumpí con un fuerte abrazo. -Estoy bien... Lo prometo. Estás cosas son normales y lo sabes, no te preocupes.

-No puedo no preocuparme cuando una de mis personas favoritas, choca. No esperes que esté tranquila.- Aprieto más su torso. El suelta una pequeña risa y repitió mi acción.

Me separo de Max, dándole lugar a mi madre, quien se dirige a nosotros con los brazos abiertos.

1 hora después, Max tuvo algunas reuniones con el equipo y yo aproveché para tomar un café, con mi madre y Camille, fuera del Hospitality de Mercedes.

-Leah...- dice mi madre, con la mirada fija detrás de mi. Giro mi cabeza y una ola de paparazzis se acercan a nosotras ¿Que sucede?

Miro a Camille, la cual está mirando su teléfono, sorprendida. Me tiende el celular y logro ver la publicación de la cuenta oficial de Mercedes. Aparece mi rostro y unas palabras.

"Leah Verstappen, confirmada para conducir el monoplaza de Valtteri Bottas en la temporada 2021."

Ay dios, esto será un desastre. Un desastre que espero hace tiempo...

Camille intenta cubrirme de los paparazzis, rápidamente llevándome hacia dentro del edificio. Prometiendo que tendríamos entrevistas más tarde.

...

9pm

Por fin termine las entrevistas. Me llevaron todo el día, estoy agotada...

Estoy camino al estacionamiento del Paddock, cuando noto que un monegasco se acerca detrás mío.

-Felicidades... Me enteré del contrato. Es muy bueno tener a una piloto en la parrilla, es inusual pero increíble.- dice Charles, quedándose frente a mí.

-Te lo agradezco. La verdad es que no estoy muy acostumbrada a tanta atención en un día.- digo, intentando disimular mi cansancio.

-Ya te acostumbrarás, te lo aseguro. Bueno ya te dejo ir, seguro que necesitas descansar.

-Si... Nos vemos Leclerc.- Digo, sacando mis llaves del coche.

-Dime Charles, por favor. Nos vemos.- Me sonrie un poco y yo solo puedo mirarlo mientras se aleja de mi.

...

Llegó a mi casa, solo quiero recostarme y dormir hasta la tarde de mañana. Entro al comedor y... ¿Que carajos hace mi padre aquí? ¿Por qué viene a molestar unos de los mejores días de mi vida?

-Tenemos que hablar, Leah.- Su voz fría, como cada vez que me hablaba por el resultado de una carrera, cada vez que se enfadaba por algo, cada vez que yo no estaba en casa para hacer lo que el quería. Todos los momentos horribles que este hombre me hizo sentir, volvieron a mi cabeza como una fuerte cachetada en la cara.

-¿Que haces aquí?- intento ocultar mi nerviosismo, hablando igual de seca que el.

-Quiero saber que se siente. Quiero que me cuentes que tan bien se siente no decirle nada a tus familiares sobre algo tan importante como esto, para ti claro. Justo hoy, todas las malas noticias llegaron a mi. El choque de Max y tu estúpido contrato con esa escudería de mierda.

El nudo de siempre se forma en mi garganta, me siento tan cerca del llanto que si hablo, estallare en lagrimas. Este hombre me está diciendo en la cara que mi contrato con Mercedes, mi sueño desde la niñez, es una mala noticia.

-Que alguien se interese en ti por el momento, no significa que te querrán por más de un año. Te desecharán como quise hacer yo, por muchísimo tiempo. Se arrepentirán y también te darás cuenta de que no sirves para esto. Te están usando como Marketing, una mujer en su escudería generaría varios millones, pero recuerda esto. Solo eres otra niña suertuda y mimada, que no gana las cosas por esfuerzo, si no por su apellido. Das lastima.

Mi mirada bajo hacia mis manos hace un buen rato. No puedo dirigir mi mirada a los ojos de esta persona. Ya no sé si llamarlo hombre, ni siquiera se si todavía puedo llamarlo padre.

Jos camina hacia la puerta, no sin antes mirarme con desprecio. Estoy segura de que le da gusto verme así. Derrotada.

En cuanto pasa el marco, rompo en llanto, esas lagrimas que estoy conteniendo desde el momento en el que vi a Jos en mi casa. No se como llego hasta aquí y como le da la cara para venir a reclamarme el hecho de que haya encontrado un papel importante en un deporte tan conocido como la formula 1.

Corro escaleras arriba, hacia mi habitación, me escondo bajo las sabanas como cuando era pequeña e intento dormir con todas mis fuerzas para olvidar por un tiempo que tengo un padre que me odia y que no se puede poner feliz por mi, una vez en su vida...

El sentimiento de impotencia vuelve a mi y recuerdo su tono pasivo agresivo mientras me hacía pedazos con cada palabra que salia de su estupida boca.

Se que nunca me ha querido mucho pero ¿Como puede ser que mi propio padre me maltrate mentalmente así?

Tal vez yo sea el problema y el tenga razón, no sirvo para nada.