No... no puede

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Narra Martín

Llegué muy feliz, pasé por el comedor y estaba mi papá.

- Buenas noches.

- Buenas noches hijo, que puntual, ¿cómo te fue?

- Muy bien.

- Ya lo veo - me vió pícaro, me ví a mí mismo y no entendí que era lo que veía.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué me ves así?

- ¿Y esa chamarra? - me dí cuenta de que no se la había devuelto a Isa, me alarmé un poquito.

- Oh Dios, ¿se enojará conmigo? ¿pensará que se la robé?

- Luego se la devuelves, necesitamos hablar - sonó serio.

- ¿Qué pasa? - me acomodé en un silla con la espalda recta.

- Cuéntame todo lo que está pasando con Juan Pablo, tengo unas sospechas.

- ¿Cómo que sospechas?

- Ahorita te cuento, primero dimelo todo.

- Bueno, ¿pero todo lo que pasó hoy? - asintió - Me estaba esperando en el bosque, al bajar me resbalé y él me sostuvo, empezamos a platicar, luego...

Y así empecé a contarle hasta que finalicé con:

- Creo que me está empezando a gustar, lo invité a la playa el viernes.

- Hijo, lamento decírtelo pero creo que nos están estafando.

- ¿Cómo que estafando? - me incliné y puse mis manos entrelazadas en la mesa.

- Su familia solo nos quiere sacar dinero.

- ¿Qué?

- Mira, pero no le digas nada, haremos como que no nos hemos dado cuenta pero estaremos listos.

- ¡Me niego a pensarlo! - me levanté.

- Solo son sospechas hijo, mi dijo un guardia que escucho a sus papás hablar de ello, puede que Juan Pablo aún no sepa que lo están manipulando y el realmente quiere algo contigo pero hay que estar abiertos a cualquier posibilidad que exista.

- Buenas noches papá - me enojé.

- Buenas noches Hijo.

Me retiré y fuí a mi cuarto, no era verdad eso, ¿o sí? Sentía que no podía respirar mientras me repetía "Martín, eso no es verdad" me tuve que agarrar de la pared porque me empezaron a temblar las piernas, hasta que de repente se me nubló la vista y no supe más.

Al día siguiente
Narra Isaza

Estaba desayunando mientras escuchaba a mis papás hablando.

- ¿Cuánto dinero crees que les saquemos? - preguntó mi mamá, quise que la tierra me tragara.

- No sé, depende cuánto lo enamore este muchacho - mi papá me dió unas palmadas algo fuertes. Me paré y fuí a mi cuarto.

- ¿Por qué no te gusta la idea? ¿O acaso si te estás enamorando? - se comenzaron a reír, lo escuché.

Sabía lo que iba a hacer, agarré mi teléfono y abrí instagram, busqué el perfil de Martín y le mande mensaje, no aguantaba guardarle algo.

Isa: Hola, Martín, ¿me puedes pasar tu número? necesito contarte algo.
Enviado 9:43

Lo escribí porque seguramente le llegan muchos mensajes de Instagram entonces decidí pedirle su número
Me quedé unos 10 minutos viendo que ni siquiera había visto mi mensaje, me iba a dormir pero me dí cuenta de algo.

¿Su majestad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora