Siempre pensé que al morir mi vida seria proyectada en mi mente. todos los recuerdos bueno y los recuerdos malos. La primera vez que abrí los ojos, la primera vez que me enamore...
Pero no, todo se lleno de una luz brillante y por primera vez en mucho tiempo me sentí ligera. Ligera de verdad. Las preocupaciones se desvanecieron y sentí una sonrisa sincera curvar mis labios. Entre abrí mis ojos. Había pasado un tiempo queriendo ver donde me encontraba. Todo estaba borroso pero el olor a desinfectante me hizo darme cuenta de que estaba en un hospital.
Estaba conectada a varias maquinas y unas cánulas de oxígeno me hacían cosquillas en mi nariz.
Supongo que pude haber pensado que estaba bien, había sobrevivido. Pero en realidad era todo lo contrario, mis ojos se volvieron a cerrar. Sentí como si levitara y tuve grandes ganas de reír.
Mi mente se vació, sentí como me desvanecía lentamente. Como las acuarelas en la lluvia. Los colores se iban haciendo más leves. Hubo un pensamiento que me retuvo unos segundos más.
¿Que iba a pasar con mi familia?
Mi madre estaría destrozada. Mi papá igual pero, el tendría que recoger los pedazos. Ethan... Ahora me doy cuenta de que nunca gusto de mi. Solo fui una vía de escape y Pepe, nunca le dije a Pepe cuanto lo quería.
No bueno, cuando me iba dando cuenta de que me gustaba. Uf, si hubiera sido antes tal vez, todo seria diferente.
Pero todo se desvaneció después. Y me deje llevar por las calmas aguas de la muerte. Ansiando dejar ese mundo para visitar el siguiente, donde esperaría pacientemente reencontrarme con todos quienes me quisieron.
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Cuando decidió abandonarnos
Teen FictionNuestra vida es corta, frágil y difícil de soportar. Al menos eso es lo que piensa Gina. Ha sufrido durante tanto tiempo que solamente se quiere dejar ir. Lo único que la mantiene entre nosotros es su amor hacia los que la rodean. Un día Gina va a...