- La Visita de Lace Ribbon -

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Nota de autor: ¡Hola a todos! No subí un carajo el mes pasado, qué rápido pasa el tiempo. Ay.

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- Acto VI, Escenario XIX -


Lace Ribbon era, en ese momento, una de las diseñadoras jóvenes más destacadas de Equestria. Aunque yo la llamo joven, era casi diez años mayor que nosotras y su experiencia en el campo lo demostraba. Una hermosa poni terrestre de pelaje azul que sabía más sobre unicornios y pegasos de lo que probablemente muchos de ellos sabrían de sí mismos. Tenía su propia empresa, una carrera impresionante que exhibir y una reputación de nunca juzgar un libro (o un diseño) por su portada.

Ella era lo que yo aspiraba a ser, incluso ahora.

No había vuelto a ver a Lace Ribbon desde nuestro encuentro con Tinsel River y Him, así que fue una sorpresa cuando entró trotando a mi taller esa mañana con un… ¿sentido de propósito? Era la única forma de describirlo, cómo entró con un brillo ambicioso en sus ojos.

—¡Hola! —exclamó, pareciendo mucho más a gusto que en nuestra primera reunión. Sin duda, porque ese des... ¡Por todos los cielos! Estoy realmente amargada, ¿no? Debería trabajar en eso.

Prácticamente tropecé conmigo misma al correr hacia ella, queriendo saludarla apropiadamente.

—¡Buenos días! —saludé a toda prisa, colocando mis gafas sobre mi bocina—. ¡Señorita Ribbon, qué honor!

—¡Oh, por favor, no, no me llames así! —dijo, horrorizada. Miró hacia el pasillo de un modo casi aterrada y, después de volver a entrar y cerrar la puerta, hizo una mueca—. Me hace sentir como si fuera una de esas ponis snobs de Canterlot.

—Dios mío, no querríamos eso, ¿verdad? —dije, sin poder evitar reírme cuando ella se permitió un suspiro de alivio.

—No, no lo haríamos —respondió ella de inmediato.

Una vez que se recompuso, me ofreció una cálida sonrisa.

—Es agradable volver a verte, Rarity, —dijo, ¡y me emocioné! ¡Se acordó de mí! Honestamente, después de mi experiencia con Sharp Silk, cualquier atención positiva de un diseñador de primer nivel era más que bienvenida. —No tuvimos mucho tiempo para hablar cuando nos conocimos.

La ira me quemó. ¡Había sido una tonta! En lugar de volvernos locas a los dos intentando hacer vestidos para Sharp, podríamos haber tenido un delicioso almuerzo con Lace Ribbon.

No quería recordar aquel horrible asunto, así que me apresuré a trasladar el tema a horizontes que esperaba más agradables y prometedores.

—¡Y sin embargo estás aquí ahora! —exclamé. Volví a ponerme las gafas en su sitio, sobre el puente de la nariz, y le ofrecí mi mejor sonrisa de vendedora—. ¿Qué puedo hacer por ti?

Lace se adentró en la habitación. Dejó en el suelo su pesada alforja y una oleada de preocupación me recorrió el cuerpo cuando frunció el ceño y observó todo mi taller. Recién entonces me di cuenta del terrible caos en el que había estado trabajando y esperaba de todo corazón que no se desanimara. Era una maldición que solo pudiera trabajar en algún tipo de desastre organizado.

—¿Estás trabajando en algo ahora mismo?

Fruncí el ceño, levitando mi lista de tareas pendientes y revisándola. Tenía algunos encargos pendientes para algunas de las duquesas, pero ninguno debía entregarse hasta la semana siguiente.

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⏰ Última actualización: Aug 03 ⏰

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