Kwon: momentos de claridad

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Kwon se encontraba en el dojo, golpeando la makiwara con una intensidad que reflejaba su frustración interna. Cada golpe resonaba con rabia que no podía expresar de otra manera. Desde que Nichols había decidido irse con el chico de Miyagi-Do
"Robby", una sensación de traición y enojo lo habían invadido. No podía sacarse de la cabeza la imagen de ellos dos juntos.

Aunque intentaba convencerse de que no le importaba, cada vez que veía a Nichols, algo dentro de él se encendía un poco más. Se sentía traicionado, no solo por ella, sino también por sí mismo por haber dejado que sus sentimientos se involucraran tanto.

Cuando escuchó pasos supo que era ella, nunca lo supo explicar pero siempre sabía cuando se trataba de ella, su primera reacción fue ignorarla. Prefería mantener distancia emocional, no quería entender sus sentimientos y tampoco estaba listo. Pero cuando Nichols le preguntó si estaba bien, la tensión entre ellos alcanzó un punto de ebullición.

-Sí -respondió cortantemente, sin detener sus golpes.

A medida que la discusión se intensificaba, Kwon sentía que su control se desvanecía. La acusación de traición que le lanzó hacia ella era más un reflejo de su propio miedo y del enojo que sentia que una realidad. No podía soportar la idea de verla irse, pero al mismo tiempo, no podía lidiar con los sentimientos nuevos que tenía, celos y desconfianza.

-¡Claro que sí! -exclamó Nuchols, con enojo. -Me estás evitando hace tiempo y no sé por qué. ¿Ahora es por lo que pasó con Robby?

-No es por Robby -espetó Kwon, sintiendo cómo la rabia se entrelazaba en sus palabras. -Nos traicionaste, Nichols. Me traicionaste a mí.

Cuando vio que ella estaba dispuesta a irse, Kwon sintió una ansiedad repentina. No podía dejar que se alejara así, no otra vez. La tomó de los brazos, necesitando aclarar las cosas, superando su orgullo.

Al besarla, Kwon sintió una conexión profunda que lo desarmó. No era solo un beso, era una rendición para el. Todo lo que había estado reprimiendo, todo lo que había estado negando, salió a la superficie. Y aunque nunca lo admitiría en voz alta, tenía miedo.
Miedo de que para ella fuera solo otro enamoramiento más, porque para él era el primero. Y eso lo asustaba, no estaba acostumbrado a sentirse así, no estaba acostumbrado a ser vulnerable. Pero no podía seguir negando lo que sentía. Quería estar con ella, quería acompañarla, quería ser suyo. Y eso lo aterraba.

-No quiero perderte -susurró, su voz estaba cargada de sinceridad. -No quiero sentir que ya no puedo confiar en ti.

-Entiendo. -dijo ella. -No me iré, puedes confiar en mí, Kwon. Siempre pudiste.

Al escuchar sus palabras, Kwon sintió un mezcla de emociones que lo desbordaban. La aceptación de Nichols era algo que no esperaba. La sujetó con fuerza de la cintura, atrayéndola hacia él con una intensidad que no podía contener. Le dio un beso que era un reclamo, una marca de posesión, que decía: 'Eres mía, solo mía'. Y en ese momento, Kwon supo que no había vuelta atrás. Estaba dispuesto a luchar por ella, a hacer cualquier cosa para mantenerla a su lado. Y estaba seguro de que, después de ese día, no habría vuelta atrás. La miró a los ojos, y supo que nada sería igual nunca más.

Se habían sentado, Nichols apoyada en su pecho, su cabeza acunada en la curva de su hombro. Kwon miraba el techo, pero su atención estaba en el calor de su cuerpo, en la suavidad de su piel. Pensaba que todo iba a ser más complicado ahora. Las eliminatorias estaban cerca, los senseis no iban a aceptar ningún error y su futuro en Cobra Kai pendía en el aire. Pero hoy, no quería pensar en eso. Quería olvidarse de todo. Así que empezó a acariciar las manos de Nichols, sintiendo su calidez y suavidad. Sus dedos se entrelazaron, y Kwon sintió por primera vez en mucho tiempo una tranquilidad que le resultaba familiar pero olvidada. No tenían sus sentimientos completamente claros, pero ambos sabían que estaban descubriendo algo nuevo y significativo juntos. Kwon estaba seguro de que quería intentarlo. Aunque su objetivo seguía siendo el mismo, ahora Nichols representaba un motivo genuino para explorar algo diferente. Ella le ofrecía una perspectiva distinta, un tipo de conexión que él nunca había considerado antes. Mientras el mundo exterior seguía girando, ellos se aferraban a este momento de calma, dejándolo como un refugio temporal. En ese instante, todo parecía reducirse a la simplicidad de estar juntos, y eso, por ahora, era suficiente.

𝔄𝔩𝔪𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔠𝔬𝔪𝔟𝔞𝔱𝔢-𝔉𝔞𝔫𝔣𝔦𝔠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora