9- Eli y Lewis

21 4 10
                                    

"Por ser capaz de hablar y por su tamaño supe que era un demonio, pero ¿Por qué no puedo sentir su maná?".

En un pensamiento rápido que se le pasó por la mente mientras estaba en posición de combate, listo para enfrentarse al demonio, recordó el regalo que le había hecho Amelia, un día antes de que ambos le asesinaran.

Buscó el collar con su mano libre en su cuello, apenas lo sintió, se lo arrancó. En ese momento, pudo sentir un fuerte poder demoniaco, también fue capaz de ver ese maná con sus ojos.

Para su sorpresa, el lobo no era el único que estaba rodeado de maná demoniaco, si no también el joven que le había salvado. Pero había una diferencia.

"Puedo verlo y sentirlo, no solo es maná demoniaco, puedo sentir un mínimo de energía divina, son pequeñas chispas de energía divina entre el maná demoniaco... ¿Qué demonios?"

Antes que se diera cuenta, el lobo ya estaba en frente de él, listo para devorarlo.

En un rápido movimiento, Erick logró esquivarlo, y antes que lanzara un ataque, sintió la voz del chico rubio.

—¿Qué estás haciendo? Gracias a ti me di un buen golpe en la cabeza...

Dijo el chico sentado en las flores, mientras se sobaba la cabeza. Cuando el lobo se paró de pronto, su cabeza había caído sobre una piedra pequeña.

—¡Ese tipo me apuntó con un arma primero!

—¿Quién no se asustaría si ve tu fea cara?

De pronto comenzó una discusión entre el lobo y el chico rubio, Erick los miró un poco consternado, ¿Era el mismo hombre que le había devuelto a la vida? Cuando él era un alma, ese mismo chico tenía una mirada seria, incluso podría decirse que tenía una vista de verdadera tristeza en alguien, pero ahora, esa misma persona estaba peleando con un lobo, burlándose y colocando una risa que extrañamente no era del gusto de Erick.

—Ustedes... ¿Qué diablos son?

Ya no tenía la espada en posición de combate y se acercó caminando a ellos, aún estaba con la guardia en alto. Ante su pregunta, el chico y el lobo dejaron de discutir.

Erick se puso de pie, y se arregló la ropa, luego se puso en una pose extraña, cruzándose de brazos, mientras que una mano se la llevaba a la mejilla.

—Mi nombre es Eli, el chico más guapo y hermoso del continente.

Al terminar su frase, se corrió el flequillo hacia un lado, sonaba bastante orgulloso de su presentación.

El lobo se veía decepcionado, mientras que Erick quedó aún más consternado.

—¿Está bien de la cabeza?

Le preguntó al lobo, quién parecía ser el más maduro de los dos, el lobo, obviamente negó con la cabeza.

—¿No están siendo un poco rudos conmigo?

Preguntó Eli, un poco molesto. Después de eso aprovechó en estirar un poco su cuerpo.

—Bueno, creo que hice mi buena acción del día, vámonos Lewis.

Lewis era el lobo negro que lo estaba acompañando, un poco enfurruñado, Lewis siguió a Eli, pero Erick, se acordó nuevamente de que a quién buscaba en primer lugar, era al chico que se estaba yendo.

—¡Espera!

Corrió hacia el joven rubio guardando su espada. El chico siguió su camino, mientras colocaba sus manos entrelazadas detrás de su nuca y miraba el cielo.

—¿Qué quieres? ¿No fue suficiente insultar mi inteligencia de esa manera?

Dijo en un tono, el cual sonaba más a un berrinche.

El camino de un héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora