— ¿No tienes nada mejor que hacer?Fruncí el ceño sin bajar la mirada por más que me estaba muriendo de miedo. Manjiro se apoyó cómodamente en el mostrador frente a mí.
— Me gusta mucho más tu cabello ahora — menciona ignorando mi pregunta, observa con fascinación mi cabellera y toma un mechón con sus dedos enguantadas — Es diferente...
— Por favor, no me hagas daño — mis ojos lo miraron con miedo — te tengo miedo
Su mano deja de acariciar mi cabello y se queda quieto, como si mis palabras le hubieran caído de sorpresa. Sus ojos me miran fijamente
— ¿Miedo? Eso es absurdo — sus cejas se fruncen levemente — nunca te haría daño.
— ¿Entonces porque me sigues?
— No confundas las cosas — levantó un dedo y le dió un toque a la punta de mi nariz — dije que nunca te haría daño pero eso no significa que te puedas escapar de mí.
Sonríe tranquilamente como si no me estuviera amenazando en este momento. Su aura es tranquila pero algo me advertía que solo era una farsa.
— Estamos en un lugar público, puedo gritar y todos se darían cuenta lo que sucede aquí.
Manjiro sonrió aún más.
— Inténtalo, grita — menciona mirando de reojo a Takemichi que estaba ocupado atendiendo a alguien más y por lo mismo no había notado la situación— acabaré con cualquiera que intente meterse conmigo ¿Quieres ponerme a prueba?
Mis labios se fruncieron mientras trataba de calmarme, era inútil. Las lágrimas se acumularon a punto de estallar
— No me hagas esto... — susurré apunto de llorar.
— Eres sensible — Manjiro suspiró y acercó su rostro al mío dejando un casto beso en mis labios. No me alejé a pesar de su atrevida acción, algo me lo impedía — Está bien, te eh estado observando y parece que te gusta mucho trabajar en este lugar
Asentí con efectividad
— Estoy feliz aquí
— Bien, no te voy a quitar eso
— ¿Eso significa que puedo seguir trabajando? — mis ojos brillantes por la esperanza, él suspiró satisfecho.
— Si, puedes seguir trabajando, vendré a verte todos los días hasta que aceptes vivir conmigo — sus ojos se afilaron y su sonrisa desapareció en un segundo — pero si me entero que te volviste a escapar de mi, esta vez te llevaré y nunca más permitiré que pongas un pie fuera de mi propiedad ¿Entendido?
Asentí efectivamente
— No me iré a ningún lado
Por el momento...
— Tengo ojos por todos lados que te observan día y noche — respondió como si hubiera leído mis pensamientos — te sugiero que no juegues conmigo
Tragué saliva, nerviosa.
— Entiendo
— Perfecto, entonces nos vemos después, tengo una reunión programada para esta noche pero no pude evitar venir a verte — señaló su mejilla mirándome fijamente. Yo lo miré confundida, parecía que quería algo de mí, nuevamente volvió a señalar su mejilla hasta que finalmente entendí. Me acerqué a su rostro por encima del mostrador y dejé un beso en su mejilla, Manjiro sonrió como un niño siendo mimado — Es todo lo que necesito por hoy, bye bye mi Ume
— Adiós...
Manjiro salió y noté que en la entrada estaba estacionada una motocicleta muy bonita. Él se subió y encendió el motor, me observó de reojo con una sonrisa antes de irse a quien sabe dónde
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Alba || Manjiro Sano
Roman d'amourUna Oiran y un mafioso, ambos con ambiciones diferentes sumergidos en el mismo mundo. «¿Quieres comprarme?» «Te doy mi alma si me lo pides, solo dime qué vendrás conmigo» «Tu alma es oscura, siniestra... no lo deseo»