Promesa - Kidller

Epílogo

A la mañana siguiente, después de una larga noche en el dormitorio con el insaciable Kid, Killer se sentía algo aturdido por la falta de sueño. No era una persona madrugadora. Tampoco ayudaba que Kid hubiera insistido en que se levantaran temprano para aprovechar al máximo su día libre juntos. Killer no habría rechazado una hora más de sueño en la cama.

Mientras sacaba leche de la nevera, Kid lo abrazó por detrás e interrumpió sus pensamientos privados de sueño con una pregunta inesperada.

"¿Qué tipo de boda te gustaría tener?".

Killer se soltó, le dio a Kid un rápido beso en la mejilla y buscó en el armario un cuenco para los cereales. "Kid, nos prometimos ayer. Tú mismo lo has dicho, no nos casaremos hasta dentro de unos años por lo menos".

Killer vertió un poco de leche en sus cereales y luego le dio la espalda a Kid para servirse una taza de café.

"Sí, pero eso no tiene por qué impedirnos imaginarlo...".

Killer permaneció en silencio, no era muy hablador antes de su primera taza de café.

"Vamos, Kill, ¿cómo sería la boda de tus sueños?". Kid insistió y empezó a comer del tazón de cereales que había quedado desatendido.

Killer se dio la vuelta y suspiró, al ver que le habían robado el desayuno. Mientras preparaba otro, complació a Kid. "Una pequeña y modesta ceremonia sólo con nuestros amigos más íntimos. Luego nos gastamos el resto del presupuesto en una luna de miel de puta madre".

"¡Me gusta cómo piensas! Es más o menos lo que iba a decir".

Killer le sirvió a Kid una taza también antes de tomar asiento a su lado junto a la isla de la cocina.

"¿Qué te gustaría hacer en nuestra luna de miel?". Kid masticó alegremente sus cereales.

Sin esperar la respuesta de Killer, Kid reveló su propia idea. "Siempre he querido hacer puenting".

Killer se volvió hacia él agitando una cuchara en su cara. "¡Nada de deportes extremos! No quiero quedarme viudo en mi luna de miel".

"¡Oye, ¿por qué supones que voy a morir?". El chico parecía insultado.

"Bueno, con tu famosa suerte...". Killer se encogió de hombros y empezó a desayunar con mucho menos entusiasmo que su prometido. Envidiaba la gran energía de Kid por las mañanas.

"Entonces, ¿adónde quieres ir?".

"No lo sé, un resort en la playa suena bastante bien..." Cualquier lugar relajante era el ideal de Killer.

"¿Y ver cómo me come un tiburón? No lo creo, amigo". Kid apartó su cuenco ya vacío.

"No hay tiburones en las piscinas de los hoteles, amigo". Killer dio un sorbo a su café.

"Ya, pues mira cómo me ahogo. Sabes que no sé nadar".

Killer levantó la mano para tocar a Kid en la mejilla. "No pasa nada, amor, te compraremos una de esas piscinas hinchables para niños y la pondremos al lado de los mayores, donde yo me relajaré y beberé mi bebida".

Kid le agarró la mano y le dio un beso antes de soltarla. "Muy gracioso".

"Menos mal que empezamos a planearlo pronto, nos va a llevar años llegar a un acuerdo". Killer volvió a suspirar.

Kid finalmente se calmó, disfrutando de su propia taza de café, dejando que Killer terminara su desayuno en paz. O eso creía él.

Después de un momento demasiado corto, Kid volvió a hablar.

"Cuando nos casemos... tendremos un perro, ¿verdad?".

"Claro." Killer estaba demasiado cansado para discutir en contra.

"¿De qué raza?"

"No lo sé, tenemos que investigar un poco". Killer gimió.

Kid recogió sus platos después de que Killer terminara sus cereales. Killer estaba pelando un plátano cuando Kid volvió a molestarle.

"Oye, Killer..." Kid se inclinó más hacia él, poniendo ambas manos a ambos lados de Killer, atrapándolo entre él y la encimera.

Killer ni siquiera preguntó qué quería Kid esta vez, se limitó a dar un mordisco a su fruta en silencio.

"...¿Cuántos hijos quieres tener?".

Esa pregunta salió tan de la nada, que Killer rompió su plátano por la mitad. Se las arregló para mantener la cara seria, para que Kid no se diera cuenta de su desconcierto. En lugar de responder, se inclinó hacia la cara de Kid, a punto de darle un beso y cuando Kid respondió a su señal con la misma acción, justo antes de que sus labios se encontraran, Killer metió la otra mitad de la fruta en la boca de Kid sólo para callarlo.

"Creo que estoy contento con el que tengo ahora".

Killer no era una persona madrugadora.

Fin.

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Notas:

No sé ustedes pero amé mucho el fic, me hizo sentir muchas cosas en tan pocos capitulos, estuve a punto de llorar de lo mal que le iba Kid y después me dio tanta risa que casi despierto a todos en mi casa🧍(Son las 3am)

Espero les haya gustado como a mí, el Kidller me gusta mucho pero casi no hay fics en ao3 para traducir entonces no había subido nada, en cualquier caso, tal vez escriba algo de estos dos por mi misma.

Gracias por leer y nos vemos pronto, besitos.