~𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓶𝓲𝓼 𝓶𝓪𝓷𝓸𝓼~

ℑ𝔫𝔣𝔦𝔩𝔱𝔯𝔞𝔡𝔬

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~𝕮𝖚𝖆𝖗𝖙𝖊𝖑 𝖌𝖊𝖓𝖊𝖗𝖆𝖑~

Dimitri estaba en su oficina, frustrado y cansado. "¿Cómo quieren que haga esto?", se preguntaba con desdén. Le prometieron que saldría millonario, pero a qué costo de humillaciones. Suspiró pesadamente mientras miraba las imágenes de lo que solía ser su familia.

-Dimitri: ~No me gusta cómo está esto~ pensó mientras revisaba las fotos de Michael, intentando imaginar cómo sería la vida de él.

Dimitri estaba observando las fotos de Michael. Primero, notó que, en realidad, era bastante atractivo tenía el cabello rubio, la piel blanca y parecía un maldito bebé con la ropa que llevaba puesta. Luego, comenzó a examinar la foto del mafioso, era un hombre corpulento con un rostro severo y arrugado, de cabello oscuro y canoso. Su mirada era penetrante y su postura rígida, transmitiendo una mezcla de autoridad y peligro que dejaba claro que no era alguien con quien se quisiera meter...

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~𝖊𝖓 𝖔𝖙𝖗𝖆 𝖕𝖆𝖗𝖙𝖊 𝖉𝖊𝖑 𝖒𝖚𝖓𝖉𝖔~

En una hermosa y grande mención escondida entre un bosque, se encontraba una pequeña familia. Que estaban luchando para que Michael comiera la comida, ya que él era reacio a probar nuevos alimentos. A pesar del entorno tranquilo y pintoresco, la situación en el interior dela mención se volvía un poco estresante mientras trataban de convencerlo de que la comida era deliciosa y saludable.

-Andrés: ~Vamos corazón tienes que comer, ¿no quieres que tu papi llegue a darte la comida verdad?~ extendía la cuchara con la papilla.

-Michael: ~Papi no, no quiero~ cruzando los brazos con un pequeño puchero.

-Andrés: ~Esta bien corazón, pero entonces tienes que comer con mami~ suspira y intenta de nuevo.

-Michael: ~Esta bien...~ con voz derotada habré la boca.

-Andrés: ~"Mira bebé, no era tan difícil. Solo tienes que comer tu papilla~ con voz suave y dulce.

De pronto escuchan algunos ruidos afuera cuando entra Leonardo acompañado por varios de sus hombres. Entre ellos, hay uno que está semiinconsciente, con la ropa ensangrentada y el rostro cubierto de moretones. Leonardo lo arrastra hasta la entrada de la casa, lo lanza con violencia contra el suelo y luego hace una señal con la mano para que sus hombres lo arrastren hasta el sótano. Mientras tanto, Leonardo se dirige a su familia con una expresión de desprecio, claramente molesto por la situación.

Andrés, por su parte, ha tomado a Michael en brazos y le ha cubierto los ojos con una tela negra. A pesar de estar en un lugar relativamente seguro, no quiere que su bebe tenga la más mínima oportunidad de ver el tormentoso espectáculo que su padre está a punto de presenciar.

Leonardo se vuelve hacia su familia, el rostro enrojecido de enojo y frustración. Con voz grave y autoritaria, comienza a hablar.

-Leonardo: ~¡Miren lo que hemos tenido que hacer para mantener el orden, esa maldita escoria casi nos delata!~ exclama, señalando hacia el sótano con una mirada feroz.

Andrés: ~Por favor amor calmate un poco noves que nuestro bebe esta aquí~ mientras que Andrés sostiene a Michael con firmeza, el niño aún con los ojos tapados, temblando de miedo.

-Leonardo: se acerca un poco y observa a su pequeño y suspira ~ Lose solo que me enoje un poco, perdóname bebe ¿si? perdona a papi sabes como se pone cuando no le hacen caso~

Con esas palabras, se vuelve hacia el sótano, dejando a su familia en un estado de angustia y silencio, mientras la tensión en la casa se siente palpable.

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