— Jasmine GómezDesde pequeña se crió en la floristería de su padre, debido a que el trabajaba casi todo el tiempo, tenía que acompañarle, pero eso a ella no le resultaba una molestía, disfrutaba hacerle compañía, además, lo pasaba genial, adoraba el olor de las flores, sus favoritas eran las rosas.
Pero todo cambio un día, por la mañana, esta se levantó, con intenciones de ir a el instituto, fue a levantar a su padre, para avisarle de que era la hora de que fuese a trabajar, se acercó a la cama y le llamó, muchas veces, pero no respondía. La morena empezó a entrar en pánico, le agarro de los hombros y empezó a agitarlos, al principio lo hizo con suavidad, luego, al ver que no reaccionaba, empezó a hacerlo desesperadamente.
Sin respuestas, salió del cuarto rápidamente, agarró su télefono y marcó el número 112, el de la ambulancia, explicó su situación y en poco tiempo estaban ahí, sacando a su padre de la cama y montándolo en el vehículo, de repente sintió unas manos frías en su espalda, se giró y sus ojos se abrieron como platos, era su hermana menor.
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— Jas, ¿qué ha pasado, por qué hay tanto ruido? — bostezó, esperando una respuesta. —
No sabía que contestar, si le decía la verdad, esta se derrumbaría, pues eran muy cercanos, y le daba miedo el tan solo pensar que si su padre moría, su hermana se quedaría perpleja, y le costaría mucho tiempo superarlo al igual que ella.
— Una vecina, ya era mayor, su corazón dejo de latir por la madrugada. — empezó a temblar. — La estan transportando al hospital para hacerle unas pruebas. — dió una sonrisa falsa. —
La menor suspiró y se acercó hacia su hermana para abrazarla, esta lo correspondió al instante, cuándo se separaron, se miraron fijamente a los ojos.
— Ve a la cama Flora, hoy no irás a la escuela. — ordenó. — No has descansado lo suficiente, mañana vas, ¿de acuerdo? —
Solamente asintió y se adentró a la casa, cuándo vio que ya habia entrado, cinco segundos después, se derrumbó, y empezó a llorar, estaba frustrada, no sabia que iba a hacer, si perdía a su padre se perdía a ella. Pensó en su hermana, ahora la tendría que cuidar, porque no tenían otra familia que pudiera hacerse cargo de ellas, y Jasmine estaba apunto de cumplir los 18 años, entonces no tenía otra opción.
Se levantó del suelo, se limpió las lágrimas y entró a la casa, agarró el uniforme del trabajo de su padre, se lo pusó, se miro al espejo y al instante se lo quitó, se echo en la cama y despues de llorar por más de una hora, se quedó durmiendo.
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Llegó la tarde, la mayor se encontraba preparándole la comida a la de ojos verdes, cuándo estaba lista, se la entregó y las dos se sentaron a comer.
— Oye, no vi a papá en todo el día, ¿sabes dónde está? — preguntó.
Su corazón empezó a latir desesperadamente, no podía ocultarle durante tanto tiempo a su hermana las cosas, pero lo iba a hacer hasta que este preparada para confensarlo todo.
— Se ha tomado unos días libres en el trabajo. — comentó. — Por eso, ha decidido irse de viaje con unos amigos, para tranquilizarse un poco.
— Oh, que bien. — sonrió. — Pero, ¿entonces quién va a trabajar de mientras que él no este?
Eso no lo había pensado, si no trabajaba, no llegaría a fin de mes, así que le tocaba a ella trabajar para traer algo de dinero a la casa.
— Me dejó a cargo a mí, tendrás que quedarte sola, pero no te preocupes, serán solo unas cuántas semanas. — sus manos temblaban.
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Rosas - Lamine Yamal
FanfictionDónde una humilde florera se enamora del chico que le compra flores todos los días. ~ Dónde un futbolista compra flores todos los días para su abuela enferma.