"ｃօｍ𝚙ⅈ𝘵ⅈ𝖊𝖓𝒹օ 𝚙օ𝔯 𝘵𝗎 ｃօ𝔯ɑ𝘇օ́𝖓" ᶜᴴᴬᴺᴷᴬᴵ

Rivalidad en el agua 🌊

Llegar hasta ahí no había sido fácil.  Horas de intenso entrenamiento, nula vida social, y un gran esfuerzo físico, eran el resultado de que ahora fuera el representante de su país en los juegos olímpicos. 

Kim JongIn con tan solo 20 años de edad había logrado clasificar a la final de 100 metros libres. Era su oportunidad para darle el oro a su país Corea del Sur. 

Escuchó como iban nombrando a cada competidor.  Vió pasar a un hombre más alto e imponente que él, tenía la bandera de Estados Unidos en su gorra de natación.  Pero podía jurar escucharlo hablar coreano hace unos momentos en los vestidores.

Pronto, escuchó su nombre y se dirigió al carril número 5, justo a un lado del competidor estadounidense, pero JongIn se dedicó a hacer su calentamiento.

Kim JongIn se subió a la plataforma de salida, ajustó sus goggles y se concentró en la carrera que estaba a punto de comenzar. Era su primera Olimpiada y estaba determinado a ganar la medalla de oro en los 100 metros libres.

Mientras esperaba la señal de salida, su mirada se cruzó con la del nadador alto y musculoso que representaba a Estados Unidos. Park Chanyeol, el favorito para ganar la medalla de oro, le sonrió con confianza. JongIn frunció el ceño, pensando que Chanyeol era demasiado creído.

La carrera comenzó y JongIn se sumergió en el agua, su cuerpo se movía con precisión y velocidad. Cuando salió del agua, vio que Chanyeol había ganado la carrera por una fracción de segundo.

Después de la carrera, Chanyeol se acercó a JongIn y le extendió la mano.

- Buen trabajo, Corea -  dijo con una sonrisa. JongIn la aceptó, pero no pudo evitar sentir una punzada de resentimiento hacia el nadador estadounidense.

- Gracias-  respondió secamente. -Pero no te creas que has ganado todavía. La competencia apenas comienza.

Chanyeol se rió.

- Estoy temblando de miedo-  dijo, y se alejó, dejando a JongIn con una sensación de frustración y rivalidad que no podía ignorar.

Después de la carrera, JongIn se dirigió al área de descanso para los atletas, intentando sacudirse la sensación de frustración que lo invadía. Mientras se cambiaba de ropa, no podía evitar pensar en Chanyeol y su sonrisa confiada.

De repente, escuchó una voz detrás de él.

- Hey, Corea. ¿Todavía estás amargado por la derrota?

JongIn se dio la vuelta y vio a Chanyeol parado en la puerta, con una toalla alrededor de su cintura y una sonrisa burlona en su rostro.

- ¿Por qué no te vas a celebrar tu 'gran' victoria?-  respondió JongIn, intentando sonar indiferente.

Chanyeol se acercó a él, su mirada brillando con diversión.

- Oh, lo haré. Pero primero quería asegurarme de que estás bien. No querría que te ahogaras en tus propias lágrimas.

JongIn puso los ojos en blanco.

- Eres ridículo.

Pero Chanyeol solo se rió y se sentó a su lado.

-Vamos, Corea. ¿No puedes admitir que soy el mejor?

JongIn se sorprendió al encontrar a Chanyeol tan cerca, su calor corporal y su olor a cloro y sudor invadiendo su espacio personal. De repente, no se sintió tan seguro de su antipatía hacia el nadador estadounidense.

JongIn intentó apartarse, pero Chanyeol puso una mano en su hombro, deteniéndolo.

-Espera, Corea. No te vayas tan rápido.