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Taehyung es un lindo chico con un novio muy escalofriante a vista de muchos
Jungkook era el ser más perfeccionista y competitivo, pero cuando se trataba de Taehyung era rudo y posesivo, al punto de no querer soltar a su delgado y dulce novio.
Un boxeador, claramente Taehyung no estaba de acuerdo con eso, no quería a su novio lastimado por ningún otro idiota. Aunque tuvo que aceptarlo por amor, pero ya estaba cansado de aquellas veces en la que llegaba lastimado por algún problema que no pudo solucionar.
Aquellas veces en la que llegaba y lo agarraba con fuerza, lo estampaba en la pared para hundir su lengua en la boca de su precioso novio.
Comenzaba a tocar sin pudor, a besar, a morder sin tener algún control, y no, no al punto de hacerle daño físico o mental solamente se encargaba de dejarlo llorando y temblando cada vez que lo follaba fuerte.
Taehyung se enamoró de Jeon y Jungkook había correspondido ese amor, porque Taehyung era la persona que podía controlarlo y podía guiarlo.
Era un extraño sentimiento en los corazones de ambos.
Al estar separados mantienen un vacío enorme en sus corazones, pero al encontrarse, besarse, mimarse y encontrarse de una manera más íntima, se dan cuenta que ambos pueden complementarse como una mínima piezas de rompecabezas.
Hace un par de horas atrás, Taehyung salía de la Universidad, Jungkook lo había pasado a buscar en su auto, y recién llegaron al restaurante, tres idiotas posaron su mirada en el de cabellos claros.
Jungkook no era tóxico, no le prohibía cosas a su bebé, pero si odiaba que fuera tan hermoso, y que los demás también se dieran cuenta que su belleza no era común.
— Jungkook, te estoy viendo — Kim se cruzo de brazos y negó divertido — ¿Quieres que volvamos a hablar dos horas más de cómo controlar tus celos?
— No, puedo usar esas dos horas para follarte.
Tae entre risas avergonzados dejo un beso en los labios de su novio.
— Entonces quita esa mala cara y vallamos a pasar un tiempo romántico.
Jungkook ama ver esa linda carita feliz, esa sonrisa que se robaba sus suspiros y esos ojos con lo que muchas veces no lograba mantenerle la mirada porque lo volvía débil.
— Buenas tardes ¿Que van a ordenar?
— Hola, queremos una bandeja mediana de res, algo de jjanjangmyeon y vino blanco
