𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬; marvel

𝐡𝐢𝐬 𝐦𝐞𝐝𝐢𝐜𝐢𝐧𝐞

𝐚𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬: sexo posesivo,
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Te despertaste con el movimiento de Stephen a tu lado en la cama. Tu primera impresión fue que estaba irritado por no poder dormir, después de todo, sabías que Stephen había estado luchando contra el insomnio desde el accidente. Antes, solía dormir muy bien, según él.

Cerraste los ojos de nuevo para intentar volver a dormir, pero él seguía dando vueltas en la cama así que, suspirando, encendiste la lámpara para mirarlo por fin. Fue entonces cuando notaste que dormía, pero su cuerpo estaba sudado bajo la manta y parecía estar luchando contra algo invisible. Nunca habías visto a Stephen tener pesadillas así y por un segundo dudaste si debías despertarlo, pero antes de que pudieras tomar la decisión se sentó bruscamente en la cama jadeando y pasándose las manos por la cara.

— Stephen… — Te sentaste a su lado, tocando su hombro ligeramente para no asustarlo.

Él sostuvo tu mano con fuerza y ​​suspiró profundamente.

— ¿Estás bien? Estabas teniendo una pesadilla —

Él asintió. — Hace mucho tiempo que no como uno de estos — confesó, con la voz un poco temblorosa. — Dios, fue como estar allí otra vez —

Le pasaste el brazo por los hombros y, para tu sorpresa, él apoyó la cabeza en tu hombro buscando consuelo. Stephen era extremadamente cariñoso contigo, pero siempre era al revés, siempre eras tú la que buscaba consuelo en él.

Automáticamente tu mano buscó su cabello y comenzaste a acariciarlo.

— ¿Quieres contármelo? —

Sus brazos rodearon tu cintura y acarició con su rostro el hueco de tu cuello.

— El accidente. Siempre es el accidente. Pensé que lo había dejado atrás, pero todavía me persigue en mis sueños —

Lo sostuviste entre tus brazos como si así pudieras protegerlo de todo el mal que lo había afectado o que aún podía afectarlo. Solo querías mantenerlo a salvo allí, a tu alcance.