La verdad promiscua

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-¿Cuando?- me pregunta Tobias, mientras caminamos por el parque de mi mansión. Hace tres semanas que salimos y todavía no tuvimos sexo. Necesito tener sexo, ya, ahora, sobre el pasto. Tobias y su mamá ya se asentaron en una casa a un par de cuadras de la nuestra. Estoy perdida pensando en eso cuando Tobias me jala levemente un mechón del cabello.
-¿Cuándo vamos a tener sexo?, hoy en la noche- le digo y me pongo mis Ray Ban, tratando de evitar mirarlo-Ya lo habiamos hablado señor ansiedad.
El detiene nustras caminata y se para delante mio para mirarme directamente a los ojos.
-¿Cuando me vas a corresponder?.
-Yo te correspondo Tobias, estoy con vos, ¡te juré fidelidad!- le respondo al chico lindo que está en frente mío.
-Entonces...¿somos novios?- me pregunta y se acerca hasta chocar nuestros pechos. Levanto mi mentón para mirarlo a los ojos y me saco los anteojos.
-¿De verdad quieres un titulo?-le pregunto y le acaricio el cuello.
-Lo quiero para reclamarte frente a los demas estúpidos que quieren poseerte...incondicionalmente- me reclama Tobias mientras me toma por la cintura.
Mierda, mierda, mierda...
-Es-esta bien- le digo casi tartamudeando y sonriendo. El niega con la cabeza. Me levanta del suelo y yo le rodeo la cintura con mis piernas. El se acerca a mi rostro para rozar nuestros labios.
-Cuando declares que tu cuerpo y tu placer van a desearme, que tu mente y pensamientos me vean en cada imagen- susurra y me muerde el labio sin besarme y lo suelta- dilo con convicción.
Esta relación no va a ser como las que yo no quiero tener, va a ser a nuestro estilo...pasional.
-Quiero poder tenerte todas las mañanas en los dolores de mi cuerpo por las noches que pase junto a ti, sí quiero ser tu novia- le digo y el me deja en el piso para sonreír ampliamente. Yo le devuelvo la sonrisa y me lanzo a besarlo apasionadamente.

En la tarde voy a la mansión de Eva para charlar un rato antes de la revelación de hoy por la noche.
Eva se ríe a carcajadas sobre su alfombra de peluche blanco.
-¿De verdad que aún no tuvieron sexo?- me pregunta riendo mi queridísima amiga. Yo la miro con cara de pocos amigos.
-Si...¿cómo piensas que va a estar? Es decir, solo estuve una sola vez con alguien que de verdad quería y terminó muy mal.- le digo mientras bebo de mi botella de coca cola. Eva se levanta del piso y toma una de las botellas del frigobar del playroom y se apoya sobre el, mirandome con ironía.
-¿Pues, quién lo iba a decir? -dice con un tono de ironía y toma un sorbo de Sprite- Savanna Carbajal abstienendose por tres semanas.
Me levanto del sofá y empiezo a caminar en círculos la sala. De verdad que estoy nerviosa.
-Pero que no es para tanto mujer- le digo elevando un poco el tono de voz- ¿Crees que será bueno haciendo lo suyo?- le pregunto a Eva.
-Creo que tiene un cuerpazo y por lo general esos chicos no son buenos por ahí abajo- dice ella señalado su entrepierna con su dedo índice.
-Yo también tengo un cuerpazo y también soy buena ahí abajo...aunque nunca lo hago siempre dejo que me lo hagan- digo mientras me doy cuenta de que estoy en problemas.

Llego a mi casa después de una tarde de charlas con Eva y me tengo q preparar para esta noche.
Juana está horneando algo en la cocina y me dirijo a abrazarla, caer en sus brazos y relajarme...o solo tener un polvo vainilla.
-Dulce, ¿cómo estas?- me pregunta ella al verme con una voz de miel.
-Estoy bien, ¿cómo estas tu?- le pregunto y me siento en una de las sillas que hay alrededor de la isla de la cocina.
-Bien Savanna- me responde acariciando mejilla dulcemente- ¿Hoy sales con Tobias? ¿cómo te trata ese chico? Solían ser buenos amigos-
- Si, lo éramos cuando eramos niños y me trata muy bien, creo que me gusta- le digo sonriendo por lo bajo.
Juana saca unas galletas del horno y las deja en la isla.
-Me alegro de escuchar eso dulce- dice ella y deja un beso en mi coronilla- Espera a que se enfríen para comerlas- deja la habitación conmigo super nerviosa por esta noche.
Vamos a ir a cenar y después a su apartamento, ya que su madre tiene una cita.
Esto no puede estar pasando, es decir, en este momento estaría pensando: "Que bien que no estará su madre, asi no molestaremos a nadie cuando el colchon se rompa y nuestros orgasmos quiebren las venatanas" , pero no, solo estoy nerviosa porque alguien que me gusta meterá su parte especial en mi flor...¡¿DESDE CUÁNDO HABLO COMO UNA VIRGEN QUE LEE A SPARKS?!.
Tengo que enfocarme...

Como ser una zorra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora