Esa misma tarde después de la tumultuosa confrontación en el colegio, Minjeong se sentó sola en su habitación, con el eco de las palabras del director aún resonando en su mente. La suspensión de dos días le había dejado un sabor amargo en la boca pero lo peor de todo había sido sin dudas tener que disculparse con esos idiotas y encima no haber podido acompañar a Jimin a casa, el sentimiento de injusticia era casi abrumador. Su mente estaba llena de pensamientos en conflicto, pero en el fondo, sabía que tenía que seguir adelante. El impacto de su defensa de Jimin había sido mayor de lo que había anticipado, pero no podía detenerse allí. Sabía que debía seguir protegiendo a Jimin a como de lugar, debía protegerla y dar lo mejor de si misma por y para eso.
Se sentía realmente mal por no poder acompañarla durante los proximos dos días pero no tenía remedio, debía esperar en su habitación porque si, Taeyeon le dijo que la esperara en su habitación hasta que llegaran y pudieran hablar con ella sobre lo que pasó en el colegio. No fue hasta la noche que por fin estuvieron las tres sentadas en la sala con un silencio incomodo el cual fue roto por la mayor.
-Bien, ¿Quieres contarnos por qué nuestra hija ejemplar fue suspendida el día de hoy por violencia escolar? -Taeyeon se cruzó de brazos esperando una respuesta a su interrogante.
-Yo solo estaba defendiendo a Jimin. -Trató de explicar con calma pero Wendy negó en desacuerdo.
-No puedes usar la violencia y lo sabes, Minjeong.
-¡Pero ellos comenzaron a abusar de ella primero! -Se sentía molesta.
-Si pero la violencia no se re suelve con violencia. -Alzó un poco el tono de voz cosa que hizo sentir aun más molesta a la menor.
-Siempre me han dicho que debo proteger a quienes amo y ahora me dicen que no. -Se puso de pie.
-Nadie te está diciendo que no, solo que la violencia no es la solución.
-¿Debo quedarme de brazos cruzados mientras ellos la molestan y el director no hace nada? Jay es su sobrino, no harán nada para castigarlos. -Apretó sus puños con fuerza y Taeyeon se puso de pie para darle leves apretones en los hombros.
-Hablemos con los padres de Jimin. -Minejong bajó la vista y negó.
-No... No creo que ella quiera...
Ambas madres se miraron y suspiraron para luego abrazar a la menor con cariño.
-Promete que no te meterás en problemas por defender a Jiminie.
-Haré mi mayor esfuerzo. -Las tres se sonrieron.
Había decidido que incluso si no podía durante esos dos días a clases, se las ingeniaría para ver a Jimin sea como sea.
Por su parte, Jimin también estaba luchando con sus propios pensamientos. La idea de Minjeong siendo castigada por protegerla le pesaba en el corazón. El sentido de culpa era fuerte, pero el deseo de hacer algo para cambiar la situación se estaba consolidando. No podía permitir que Minjeong sufriera en vano, y sentía que debía actuar pero no sabía como hacerlo porque a su vez tenía miedo de lo que Ryujin y el resto pudieran hacerle. En silencio se quitó la ropa y tras un largo suspiro comenzó a curar sus heridas haciendo muecas de dolor producto del ardor por desinfectar las zonas afectadas.
Comenzó a pensar que todo sería mejor si simplemente ignoraba a Minjeong y soportaba su ultimo año escolar ella sola, así evitaría que la rubia sufriera las consecuencias de su cobardía. Pero no podía, amaba a la rubia y no quería estar lejos de ella, de solo pensar en esos dos largos días se sentía fatal porque sabía que nadie estaría ahí para ella y protegerla de todo su dolor con esa hermosa aura que anima incluso al ser más deprimido.
Terminó de curar sus heridas y dejó escapar unas lágrimas de dolor que tanto tenía acumuladas, se sentó en borde de la cama con intención de llorar para sacar todo lo que tenía dentro. Se sentía frustrada y realmente triste ante su situación actual. No supo cuando pero se quedó dormida en su cama estando en un mala posición hasta que su madre entró y le ayudó a acomodarse.
El día siguiente, el cielo se oscureció con nubes pesadas que prometían una tormenta. Jimin se encontraba en la biblioteca del colegio rodeada de libros pero no leía para distraerse, más bien estaba buscando alguna forma de no encontrarse con esos idiotas y descubrió que no se les ocurriría buscarla ahí pero a cambio no podía entrar a clases y nadie debía verla. El sonido de la lluvia contra las ventanas de la biblioteca el hacía pensar en Minjeong así que decidió pasar el resto del día ahí y asi fue, salió poco después de la hora de salida y suspiró cuando logró salir ilesa ese día.
Llegó a casa de su rubia favorita y tocó el timbre, la puerta fue abierta y ambas sonrieron ampliamente. Minjeong se hizo a un lado y la dejó pasar.
-"Lamento tu suspensión" -Usó el lenguaje de señas e hizo un puchero.
-No te preocupes, Mimi, estoy bien. -Besó la frente de la contraría y le acarició el cabello. -¿Estás bien? ¿Te hicieron algo? -La pelinegra negó. -Me alegra saber que estás bien.
Jimin se sentó en el sofá y esperó a que la rubia se sentara a su lado pero lo que no esperó era que la mayor besara su mejilla con mucho cariño.
-Yuji, quiero que recuerdes algo. -Jimin inclinó un poco la cabeza sintiendo curiosidad. -Sin importar lo que pase, siempre estaré a tu lado, enfrentando cualquier tormenta juntas. -Tomó sus manos y las besó suavemente. -En verdad me importas mucho y no dejaré que nadie te haga daño.
Ambas se miraron fijamente y Minjeong se acercó hasta unir sus labio con lo de Jimin en un beso tierno y corto pero duró lo suficiente para dejarlas atontadas a ambas.
-No te lo dije la última vez pero yo también te amo y mucho. -Los ojos de Jimin brillaban de emoción y por un instante todo su dolor se detuvo y nuevamente su mundo entero giraba entorno a Kim Minjeong. -Y esperaré a que estés lista, siempre esperaré por ti.
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Guysss, sorry si no es un buen capítulo, no he tenido la inspiración suficiente pero en fin, acá se los dejo.
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xoxo
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Waiting For Her - Wirina
FanfictionKim Minjeong ha cuidado de Yoo Jimin desde que eran niñas apesar de que Jimin tenía problemas para la comunicación debido a un trauma que Minjeong desconocía y solo se comunicaba mediante pequeños gestos o escribiendo en su libreta. Sin embargo, Kim...