𝓔𝓹𝓲́𝓵𝓸𝓰𝓸

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El primer sol del año nuevo se filtraba a través de las ventanas del hogar de Olivia y Jordan, creando un ambiente cálido y acogedor en la casa que ahora llamaban su hogar. El ajetreo de las festividades se había desvanecido, y el nuevo año comenzaba con una sensación de paz y esperanza que envolvía cada rincón de su vida.

Olivia y Jordan estaban sentados en el salón, rodeados de los primeros dibujos y pinturas de su hijo, que decoraban las paredes con colores vibrantes. Los recuerdos de su viaje desde el encuentro fortuito hasta el compromiso y la vida familiar se desplegaban en la forma de fotos enmarcadas y pequeños detalles que contaban su historia de amor y perseverancia.

La luz del amanecer iluminaba sus rostros mientras compartían una taza de café, disfrutando de la tranquilidad que venía con la rutina diaria. Cada día era un recordatorio de lo lejos que habían llegado, no solo como pareja, sino como una familia unida.

—Mira cómo ha crecido nuestro pequeño —dijo Olivia, su voz llena de ternura mientras observaba a su hijo jugar con entusiasmo en el suelo del salón.

Jordan asintió, sintiendo una profunda satisfacción. —No puedo creer cuánto ha cambiado todo en tan poco tiempo. Cada día contigo y con nuestro hijo es un regalo.

Mientras el sol se elevaba más alto en el cielo, Olivia y Jordan se preparaban para un día especial. Se había convertido en una tradición familiar comenzar el año nuevo con una pequeña celebración, reflexionando sobre lo que habían logrado y compartiendo sus sueños para el futuro.

En el jardín, que ahora estaba adornado con luces y decoraciones invernales, habían preparado una mesa con un festín sencillo pero delicioso. La comida y las risas llenaban el aire, y la compañía de amigos cercanos y familiares hacía que el día fuera aún más significativo.

—A veces, me detengo a pensar en todo lo que hemos pasado —dijo Olivia durante la celebración, mientras levantaba su copa en un brindis—. Y me doy cuenta de que cada desafío, cada momento difícil, nos ha llevado a este punto, donde estamos rodeados de amor y felicidad.

Jordan le sonrió, con la mirada fija en ella. —Es cierto. Agradezco cada momento y cada experiencia porque nos ha hecho más fuertes y más unidos. No importa lo que venga, sé que enfrentaremos todo juntos.

A medida que el día avanzaba, la alegría y el amor continuaban fluyendo, y los recuerdos de sus logros y desafíos se entrelazaban con la promesa de un futuro brillante. La vida les había presentado muchas pruebas, pero también les había regalado momentos de profunda conexión y felicidad.

El epílogo cierra con una imagen de la familia Carrillo Córdova reunida en el jardín, observando el atardecer que pintaba el cielo con tonos cálidos y dorados. Las estrellas comenzaban a aparecer en el cielo nocturno, simbolizando la esperanza y la posibilidad que se extendían ante ellos.

—Este es solo el comienzo —dijo Jordan, abrazando a Olivia y a su hijo mientras miraban el horizonte.

Olivia asentía, sintiendo una profunda gratitud y amor. —Sí, el comienzo de una nueva etapa llena de sueños y promesas. Estamos listos para todo lo que venga.

Mientras el sol se escondía y las estrellas iluminaban el cielo, la familia Carrillo Córdova sabía que estaban exactamente donde debían estar.

 El epílogo de su historia no solo celebraba el final de un capítulo lleno de desafíos, sino también el comienzo de un futuro lleno de amor, esperanza y nuevas aventuras. Y en cada momento compartido, sabían que su amor y su unión eran la verdadera base de todo lo que habían logrado y todo lo que estaba por venir.


𝓒𝓸𝓶𝓮𝓷𝓽𝓮𝓷 𝓼𝓲 𝓵𝓮𝓼 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪𝓻𝓲́𝓪 𝓺𝓾𝓮 𝓹𝓾𝓫𝓵𝓲𝓬𝓪𝓻𝓪 𝓵𝓸𝓼 𝓸𝓽𝓻𝓸𝓼 𝓯𝓲𝓷𝓪𝓵𝓮𝓼.🩶

ENTRE ESTRELLAS Y SENTIMIENTOS🤍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora