Una paz se instaló en su corazón por unos instantes, pero esa paz fué destruida por el mismo que la generaba.
El pelilargo se asustó al ser observado por el príncipe y tal como lo había hecho la otra vez salió corriendo del lugar, era difícil seguirlo con la vista, el lugar estaba repleto de gente.
Se levantó del trono para seguirlo de una manera discreta, tarea que no fue para nada sencilla.
Al levantarse fue detenido primeramente por su hermana menor, Olivia.
- ¿A dónde vas?
Su hermana lo conocía, sabía que algo ocurría.
- Me cansé de estar aquí, iré a socializar un poco.
Dijo cortante sin siquiera mirarla, no podía perder de vista al sujeto de la cámara.
Su hermana simplemente lo miró extrañada y lo dejó ir.En el camino se encontraba con nobles y parientes que lo detenían en cada paso que daba, todos eran tan aburridos, decían lo mismo "Yongbok ¡Que alegría verte!" "Yongbok, ¿Por qué no salías?" "Yongbok ¿Cómo están tus padres?" "Yongbok , ¿Que le pasó a tu cabello?" "Yongbok, mi hija es de tu edad"
Trataba de salir de aquellas "conversaciones" lo más rápido posible para no perder el rastro de su fugitivo, pero era demasiado tarde, se había pedido entre la multitud.
No quería admitirlo, pero estaba bastante aburrido antes de verlo, al menos le daría algo de emoción a esa incómoda celebración.
Lo iba a encontrar, no armaría un alboroto ni les diría a sus guardias que lo buscaran, él se encargaría de eso aún así le llevara todas la noche.
Continuó caminando por los pasillos contestando uno que otro saludo que recibía, llegó a un pequeño salón el cual era una galería de arte, allí lo vió, allí estaba el sujeto que tanto había buscado, este estaba observando el retrato que apenas había sido acabado esa misma mañana.
No le gustaba, estaba inconforme con el resultado, pero que más daba, pediría que hicieran otros intentos después.
- ¿Quién eres tú y que haces aquí?
La voz sorprendió al pelilargo que rápidamente se giró con los ojos bien abiertos y tocándose el pecho.
- Yo...
El tipo era hermoso, sintió envidia, de cerca este se veía mucho mejor, todo en él era hermoso.
Tenía el cabello largo, castaño y sedoso, poseía unos labios gruesos sin arco de cupido, piel de porcelana, cejas pobladas sin exagerar, una linda nariz, ojos rasgados y un lunar debajo de uno de ellos.
Para rematar era alto y delgado, en su vida pasada debió ser alguien muy bueno para merecer tal físico.Deseaba tener todo lo que él tenía, deseaba ser cómo él.
Siempre se comparaba con las personas de su edad, cuando Minho llegó al palacio lo hizo, lo hacía con Jisung y Seungmin, lo hizo con todos los nobles de su edad esa noche y lo estaba haciendo con el tipo de la cámara, este sin dudas era el ganador.
- Observo tu retrato.
Llevaba tanto tiempo analizando cada parte del otro que se olvidó de la pregunta que le había hecho hace un momento.
- ¿Y?
Preguntó tratando de sonar desinteresado, duro y frío. Siempre hacía eso.
- Creo que no está bien hecho
Dejó de mirarlo para ver el retrato, a él tampoco le gustaba, pero no le gustaba porque era él el que estaba en el cuadro, no porque pensara que el trabajo de los pintores fuese malo.
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Fotografía Prohibida - Hyunlix
Fanfiction•¿Podría alguien prohibir que le tomen fotografías y hacer que todos le obedezcan?• El amarse a uno mismo es una necesidad, si no cumples con ello te resultará difícil desarrollarte como ser humano... Pero ¿Quién ha dicho que eso es algo fácil? Para...