En un elegante y apacible barrio residencial, en una casa de altos muros y jardines cuidados con esmero, vivía Lookkaew, una joven de buena familia tailandesa. Como hija única, había sido criada con mimos y atenciones por parte de su madre, mientras...
Una joven dentro de su departamento, estaba tomando una decisión que cambiara su vida, su día a día, quizás no era la mejor elección, pero sentía tanta vergüenza preguntar a alguien, o siquiera nombrarlo, ella venia de una familia adinerada, madre amorosa y padre estricto, ni siquiera la dejaba tener amigos chicos, y de hecho solo mantenía una amistad, con una amiga de la infancia, y porque se conocieron de pequeñas que sino... tampoco la tendría como amiga.
Lookkaew se encontraba sentada en el sofá, sus ojos estaban clavados en el teléfono, ¿Esperaba una llamada? o ¿Tal vez estaba indecisa por hacer una llamada?, estaba tan nerviosa que no sabía qué hacer, en sus rodillas tenía una guía abierta, parecía que ya había encontrado lo que buscaba, solo le faltaba el valor para hacerlo, con su mano temblorosa cogió el teléfono, marco el numero y espero impaciente...
Lookkaew-- Hola, yo...vera...la verdad es que...—se denotaba el nerviosismo que tenia, que debía tragar varias veces porque tenía la boca seca.
Señorita-- Querida, lo que buscas es un gigoló, ¿Verdad?—quiso ayudarla.
Lookkaew-- Si, bueno...—decía avergonzada.
Señorita--¿Cómo te gustan?—suspiro y fue directa.
Lookkaew-- Me...me gustaría una chica.—se armo de valor y casi en un susurro.
Señorita-- Lesbiana ¿Eh?, muy bien, en ese caso será una Gigolette ¿Te gustan serias, simpáticas, cariñosas, chicas malas...?
Lookkaew--¿Puede ser...normal?—"Cuanta variedad había, pero solo sería una noche".
Señorita-- Claro---rió la mujer--- ¿La quieres ahora?
Lookkaew-- Si...
Señorita-- Bien, ella misma te dirá su tarifa, ahora dame todos tus datos...
Tardo menos de lo que esperaba, cuando finalmente colgó el teléfono, fue corriendo hasta el baño, se dio una rápida ducha, escogió la ropa más cómoda, una camisa ajustada, con un generoso escote, Una falda negra con pliegues y unas sandalias, estaba my nerviosa e impaciente por saber cómo sería la mujer...
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Lookkaew no tenía más que 23 años, hacia poco que había empezado a sentirse atraída por las chicas, aun estaba confundida, por suerte no tenía que dar explicaciones a nadie ya que es independiente, de buena familia adinerada, tenía todo lo que quería.
Lookkaew estaba dando sus últimos retoques a su cabello azabache suelto cuando sonó el timbre, suspirando hondo se dirigió hasta la puerta, al abrirla sus ojos se clavaron en la mujer que estaba apoyada en el marco de la puerta, el humo del cigarro la rodeaba, cuando giró la cabeza para mirar a su cliente...
Gigolette-- Vaya... no me dijeron que eras tan joven--Se quedo paralizada ante aquellos ojos que la miraban con curiosidad y sorpresa, seguido la dio una sonrisa.
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Lookkaew-- H...hola, yo...—se quedo paralizada ante aquella mujer.
Gigolette--¿Hablamos?--sonriente paso por su lado entrando en la casa, la más bajita la siguió. Observo a su alrededor la castaña, la pequeña parecía no tener problemas de dinero.
Lookkaew—Siéntate.--dijo con amabilidad, indicándole el sofá, la castaña se sentó, cruzo las piernas con elegancia, no dijo nada, solo miro a la castaña fijamente--- ¿Pasa algo?—denotaba nerviosismo.
Gigolette-- No, solo que me sorprende que una chica tan joven llame a un sitio así, eres una monada, seguro que tienes muchos chicos y chicas a tu alrededor.—seguía con su sonrisa encantadora.
Lookkaew-- Lo cierto es... que no sé muy bien lo que quiero, hace poco que me siento atraída por las chicas y...—no sabía dónde colocar sus manos, a veces se agarraba su pulgar, como para contener su nerviosismo.
Gigolette--¿Pensaste que probar con una Gigolette era tu mejor elección?—le era curiosa la chica, pues no se la veía que tuviera problemas para que alguien se le acercara, pero decidió llamar a su agencia, muy curioso.
Lookkaew-- Si...-- agachó la mirada avergonzada.
Gigolette--¿Quieres que te diga cuando sabes que te gusta una mujer?—salto sensual y casi en susurro.
Lookkaew-- Si, por favor...-- la castaña se acercó hasta ella, colocó sus manos en la cintura de la morena bajita y la pego a la suya.
Gigolette-- Lo sabes cuando... sientes vibrar todo tu cuerpo, el estomago se te encoge, sientes arder todo tu cuerpo al ver a alguna de tus compañeras.--acercó su rostro al suyo, sentía la respiración agitada de la morena.-- Cuando se te acercan así y tus ojos se clavan en sus labios...-- casi rozo sus labios, después se separo de ella de golpe--- ¿Sientes algo de eso?.—quería terminar rapido y a su vez una parte de ella le decía que no debería estar ahí y esa joven no debió llamarla.
Lookkaew-- Creo que...si.--sentía su corazón latir a mil por hora, aquella mujer era la causante de ello.
Gigolette --Entonces no te hago falta...-- se levanto y fue hasta la puerta con paso firmes.
Lookkaew--¡Espera!--corrió hasta ella y la agarró del brazo--No te vayas, quiero... tus servicios...--dijo con una leve voz entre excitada y avergonzada.
Gigolette--¿Estás segura?-- miro de reojo hacia atrás.
Lookkaew-- Si...lo estoy.
Sintió la mano más grande tomar la suya, tirando de ella hasta la habitación, donde obtendría los servicios de aquella mujer.
Horas más tarde, Lookkaew veía a la mujer castaña vestirse, su piel aun estaba acalorada, su cuerpo temblaba, nunca antes había sentido una sensación igual, la sabana cubría su cuerpo desnudo...
Lookkaew--¿Si vuelvo a llamar...vendrás tú?--¡Ojala! Aunque debo recuperarme.
Gigolette-Quien sabe...-- terminaba de ponerse su vestido-- no solemos coincidir con los mismos clientes
Lookkaew--¿Y si pido que seas tú?
Gigolette--Ese tipo de "favores", solo lo hacen a los buenos clientes.—dijo risueña.
Lookkaew-- Aun no se tu nombre...--la miraba atentamente, le parecía realmente hermosa.
Gigolette--Ni lo sabrás, no suelo dar mi nombre, no me gusta que me busquen.--dijo indiferente terminando de recoger sus cosas.-- Debo irme, solo espero ya tengas claro lo que te gusta...—le acaricio la cabeza dulcemente.
Lookkaew-- Espera...
No le dio tiempo a nada, su cuerpo tampoco es que la dejase hacer mucho, aparte de desnuda estaba muy cansada. La castaña salió de la habitación y del piso, la morena se quedo en la cama, se tumbo de nuevo sonriente, cerrando sus ojos rodo hasta colocarse donde había estado "Gigolette", así la llamaría, olía a ella y eso le gustaba, le gustaba aquella mujer misteriosa y pasional, con una sonrisa que te hacia olvidar todo.
