Capítulo 25

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Una vez llegaron a Nueva York, una breve discusión estableció que contactarían con Tim Henninger de la Oficina. Era bastante seguro y probablemente la manera más conveniente de hacer las cosas. Había arriesgado su cuello antes para ayudarles, y a pesar de la inherente falta de respeto de Louis al chico, ambos confiaban en él a su manera.

Cuando le llamaron, sonó casi feliz de saber de ellos. Louis casi podía oírle vibrando a través del teléfono mientras preguntaba dónde querían reunirse.

Cuando Henninger llegó al restaurante, Harry estaba comiendo mientras Louis bebía un vaso de zumo. Estaban sentados en el mismo lado de la mesa, Harry de alguna manera extendido, Louis sentado con la espalda recta y ligeramente tenso. Henninger parpadeó ante ellos, notando los cambios externos; el descuido de Harry y el aspecto más pulido y profesional de Louis. Por primera vez, era fácil ver el ex marine en el agente del FBI.

—Chicos, es bueno verlos —dijo Henninger en voz baja mientras se deslizaba al otro lado de la mesa, mirándoles con una leve confusión. Se inclinó más cerca, observándoles de manera extraña.

—¿Pero por qué han vuelto? —preguntó con el ceño fruncido.

Louis le echó un vistazo a Harry y luego volvió a mirar a Henninger serio.

—Querían a alguien que pudiera volar bajo el radar del FBI, por así decirlo. Y el... el sentimiento general era que el asesino... nos echaba de menos —respondió vacilante.

Los ojos oscuros de Henninger se iluminaron con diversión, sonrió y asintió con la cabeza mientras reía suavemente. La sonrisa le daba un aspecto totalmente diferente, uno que Louis probablemente habría encontrado atractivo en otras circunstancias.

—Parece que sí —dijo Henninger con cierto regocijo cuando la camarera se acercó a tomar nota de su pedido—. ¿Así que están para sacarlo? —Continuó después de pedir—. Si están bajo el radar, ¿cómo planean darse a conocer?

Louis frunció el ceño. Eso no era exactamente por lo que estaban aquí, pero tenía cierto sentido cuando se ponía así. Si el asesino se había quedado en silencio porque ellos habían abandonado el caso, entonces era lógico que su sola presencia pudiera darle una patada para que hiciera algo estúpido. Eso también significaba que su sola presencia podría costar la vida a alguien más.

Harry jugueteó con un trozo de gofre por el plato.

—Ese no es exactamente el plan —murmuró casi para sí mismo.

—¿Pero esperan captar la atención del asesino? —preguntó Henninger mientras miraba distraídamente el tenedor de Harry.

—No queremos su atención —respondió Harry con cuidado—. Le queremos a él. Háblanos de los casos. Los dos hemos estado fuera del circuito.

—¿De verdad? —respondió Henninger con los ojos muy abiertos, mirando de uno a otro—. ¿Entonces no saben nada sobre los últimos dos asesinatos? —preguntó con un ceño.

Louis sacudió la cabeza en respuesta, con los labios apretados.

—¿Ni siquiera los informaron sobre los otros agentes? —les preguntó Henninger con incredulidad.

Harry negó con la cabeza.

—Sólo lo básico —dijo tenso.

Henninger miró entre ellos, claramente sorprendido.

Louis le devolvió la mirada, que no parecía en absoluto perturbado.

—Cuando resurgió asesinó a la forense, Karen Bryce y a su ayudante, Mina Holmes —les dijo Henninger con pesar—. Las encontraron en la morgue, encerradas en su interior. Parecía una pelea horrible y sangrienta. Karen tenía la garganta cortada y Mina había sido estrangulada.

Retirada (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora