El ángel de las alas rotas
Hace mucho tiempo atrás existió un ángel que indagaba en el alma de las personas, capaz de comprender el corazón humano. Ella se aseguraba de que el mundo estuviera en equilibro. Radiante como el sol y con la gracia de una bailarina volaba por el cielo azul. Un día el ángel pudo ver como el mundo perdía su luz y su alegría, confundida desprendió sus alas y bajo a la Tierra. Su rosto se entristeció al ver como el mundo había cambiado, en como desconfiaban de los suyos y ya no existía la paz ni el amor, ya sea propio o ajeno, una cristalina lágrima se deslizo por su vivaz mejilla. Sin dejar de creer en la humanidad el ángel trato de ayudar a los humanos, pero sus corazones ya no eran los mismos, sus palabras dulces y llenas de amor tenían una reacción opuesta en sus oscuros y solitarios corazones. Un día mientras el ángel volaba, vio a un niño de seis años llorando, y el ángel preocupada descendió su vuelo para ayudarlo.
-¿Por qué lloras?- preguntó el ángel en un tono tierno y maternal. El niño levanto su mirada hacia ese encantador ser de luz.
-Por qué robe- contesto mientras aguantaba un sollozo. El ángel al no saber que decir simplemente lo abrazó. Mientras el niño le contaba su historia de principio a fin, mientras su historia se fue desenvolviendo el ángel sintió un pesar en su corazón puesto que el niño no tuvo una vida fácil ni de colores, sino que fue una dificil y sombría.
El ángel tuvo una idea y saco una pluma de sus blancas alas y la deposito en las manos del niño. Confundido el niño observo la pluma que parecía de plata a la luz del sol.
-Esta pluma te concederá un deseo- el niño miro intrigado la pluma.
-Deseo la muerte-
El ángel impresionado por su deseo le pidió el porqué de su deseo –no tengo a nadie en este mundo con el cual pueda compartir mi dolor-.
-¿Dolor?-
El niño la observo
-El dolor es una agonía que te come el alma hasta que se marchita-miro hacía el horizonte- quiero conocer la paz y algo más en vez de tristeza o sufrimiento- El ángel quiso detenerlo pero fue muy tarde, vio como el niño desaparecía con la brisa.
El ángel cayó de rodillas y se puso a llorar, una lágrima tras otra y pudo sentir agonía en su pecho que no tardo en apoderarse de su alma –sonrió- ya que pudo comprender al niño, ella también añoraba la paz y la felicidad y con ese pensamiento corto sus alas. Vio como sus alas bailaban en el viento y como sus plumas pasaban de ser blancas a negras, luego solo a cenizas, mientras el viento se llevaba lo que quedaban de sus plumas, ella volteo su mirada hacía el niño, que le tendía la mano, la acepto gustosamente.
Y así ambos comenzaron su viaje en busca de la alegría y la paz.
♡J
