Amy Rose: La Tormenta Pasará [Versión 2024]

Capitulo 3

NARRADORA

Tras un largo rato de abrazar su propio cuerpo, la joven eriza decidió levantarse, limpiándose la lagrimas que aún no dejaban de salir, soltando un gran suspiro, tranquilizo su respiración y miro al frente con determinación.

- No más, tengo que salir de aquí ahora mismo -menciono para sí misma-

Dándose ánimos a sí misma, miro de donde había venido, decidiendo que no pasaría por ahí, no soportaría verlos juntos nuevamente, no podría controlarse de la forma que lo hizo hace un momento, así que, mirando al cielo, recordando las palabras del erizo cobalto, busco la estrellas que le darían la dirección de salida.

Una vez que encontró el camino correcto, armó un mini mapa en su cabeza, viendo la forma de evitar la "zona de picnic" y poder llegar a la salida.

- Tendré que dar más vueltas, pero podré llegar a casa sin problemas -pensó mirando el cielo, para luego volver a ver el camino- o eso espero.

Tras una larga caminata, mirando constantemente las estrellas para evitar perderse, sintió que estaba por llegar a casa. Pero por más que caminaba y seguía las estrellas sentía que no avanzaba, le daba la sensación que se mantenía en el mismo lugar, que daba vueltas en el mismo sitio, aunque eso era imposible, ya que estaba caminando en línea recta, no podía fijarse en su intercomunicador, ya que se había apagado hace tiempo, solo le quedaba seguir caminando bajo las estrellas.

No sabemos cuánto tiempo había estado caminando, pero los pies le dolían a más no dar, apoyándose en el tronco de un árbol, volvió a mirar las estrellas, para notar que el cielo poco a poco comenzaba a nublarse, esto no era bueno para la eriza, ya que esto la haría perderse, no tendría forma de guiarse entre tanta oscuridad. Debía apurarse, tenía que salir del Ancient Forest antes de que perdiera la única guía que le quedaba.

A lo lejos escucho agua que corría, esto la emociono mucho, ya que podría ser el mismo río que daba al pueblo. Así que, sin pensarlo mucho, corrió en dirección al sonido, para encontrarse con el río.

Una vez felicidad inundo de una manera indescriptible a la joven, esto le daba esperanzas que estaba cerca de casa, así que volvió a mirar al cielo confirmando su camino, solo debía salir derecho, el problema, era que debía cruzar el río, no era muy grande ni profundo, pero sí que el agua corría de forma brusca y fuerte. Intentar cruzarlo nadando era una locura. Para su suerte, a unos metros de ella vio un viejo tronco que cruzaba el río, podría cruzar por ahí, y aunque le daba inseguridad debido a lo viejo que se veía, no tenía otra opción.

De la nada un rugido sonó por todo el bosque, y seguido por él, apareció un oso grizzli, la joven eriza se quedó en shock del miedo al verlo, pero este oso al verla, volvió a rugir y sin pensarlo corrió hacia ella, se notaba que estaba hambriento, y ver a la joven eriza era una fortuna.

Por el contrario de la eriza, esta salió corriendo al ver cómo se acercaba a ella, para la eriza era una desgracia ver un oso en estas circunstancias.

Sin perder más tiempo, corrió hacía el tronco que cruzaba el río, este sería su única salvación, ya que no podría ganarle al oso corriendo, ni escalando, mucho menos nadando, este último estaba fuera de sus posibilidades. Su plan era el siguiente, tenía la esperanza que el tronco fuera lo suficientemente fuerte como para soportarla a ella, pero lo suficientemente débil como para soportar al oso. La única forma de comprobar esto, era cruzarlo y esperar lo mejor.

- Paso a pasito- menciono para sí misma, mientras se subía al tronco, pero el ver que el oso la alcanzaba se subió de golpe- ¡mejor paso a pasote! -grito ya encima del tronco-

Cruzando con cuidado, pero con velocidad, una vez estando a la mitad, vio como el oso estaba al inicio del tronco, gruñendo mientras le veía con ganas de comerla, para su suerte el oso no parecía tener ganas de subirse, así que sonrió de manera satisfactoria, pero esta sonrisa desapareció al ver como el oso comenzaba a subirse con cuidado, provocando que el tronco se moviera de forma inestable, casi haciendo que la eriza perdiera el equilibrio, así que se apresuró en cruzar.

Casi al final el peso del oso ya era demasiado para el tronco viejo, que provoco que este cediera ante el peso, haciendo caer al oso y a la eriza al agua.

La fuerza del agua se llevó de manera inmediata al oso lejos, mientras que gracias a los reflejos de la eriza, esta logro agarrarse de una roca que estaba cerca de la orilla, pero la fuerza le impedía moverse, solo podía mantenerse agarrada de la roca.

Sacando fuerzas de cualquier lado, a duras penas salió del agua arrastrándose por las piedras, una vez que había logrado salir del agua tomó grandes bocadas de aire, viendo el cielo ya nublado sonrió con un poco de arrogancia, lo había logrado, se deshizo de dos problemas al mismo tiempo, como cruzar el río y deshacerse del oso.

- ¡Toma eso mundo! -exclamó viendo el río- estaré mojada, con frío, con el corazón roto y tal vez tenga ganas de ir al baño, pero ¡Sigo en pie! -controlando su respiración se estiro en el suelo- bueno, no literalmente.

Una vez ya tranquila, se levantó sin mayor pesar, vio sus piernas enrojecidas debido a las piedras que la golpearon, pero nada grave, aunque eso dolería más tarde o mañana.

Volvió a su camino, siguiendo derecho según como recordaba las estrellas, y esta vez logró ver un descampado a lo lejos. Al momento de verlo se sintió más relajada, le faltaba poco para llegar a casa. A lo cual no estaba equivocada, en menos de 10 minutos de caminata ya estaba fuera del bosque. Amy Rose logro salir del Ancient Forest, tal vez empapada cada centímetro de cuerpo, con las piernas heridas, el cuerpo cansado y el vestido roto, pero logro salir entera y, sobre todo, salió sola.

Este último pensamiento la lleno de energía, le hizo sentirse de cierta forma realizada con ella misma, y de paso, olvidarse por un rato todo el dolor del corazón.

- Cada vez más cerca de casa, cada vez más cerca de mi hogar -murmuró para si misma caminando derecha con el cabeza en alto-