Él jardín de los secretos.

Acto primero; "Misterios por doquier "

*Era una linda mañana, los pájaros cantaban una armoniosa melodía. La llegada de la primavera era esperada con ansias por todos y todas en el club de jardinería, ya qué significaría el gran auge del club y obtendrían gran reconocimiento por todo el establecimiento educativo*

En esos momentos, se encontraban Fumiko Kurai, integrante del Consejo estudiantil y Hatsu Yoshida, estudiante de segundo año y lider del club de jardinería. Ambas sosteniendo cajas con implementos de jardín qué serían utilizados ese mismo día.

- Están un poco pesadas las cajas, ¿Crees qué serán necesarios todos éstos implementos, Yoshida?- Dijo Fumiko mientras caminaba junto a su compañera en dirección al jardín.

- Ya vamos a llegar. - Respondió la joven.

- Eso definitivamente no dió respuesta a mi pregunta. - Murmuro en tanto sus pies seguían el camino.

Después de unos minutos de caminar, finalmente llegaron al club. Ambas chicas fueron recibidas por 2 miembros del club qué se encontraban haciendo la limpieza del almacén de herramientas. - Hasta qué por fin llegan, estábamos ordenando el lugar para dejar los nuevos implementos, pasen, pasen. - Se escuchó decir.

- Bueno, supongo qué hasta aquí llegó yo, tengo qué resolver unos asuntos con el Consejo así qué por aquí dejare las cajas, con permis-

Fumiko fué interrumpida por la chica del club qué se encontraba. - ¿No gustás una taza de té? Eso de estar arriba y abajo con los del Consejo debe ser agotador, ven, toma asiento. -
La integrante del Consejo agradeció el gesto pero le hizo saber qué tenía asuntos que atender urgentemente, Hiriko, quién era la miembro qué ofreció el té se acercó a ella y sin importarle su opinión, la agarró de la mano y la sentó en el sofá. Fumiko se encontraba bastante incómoda por lo qué acaba de suceder así qué solo se quedó en silencio.

- ¿Te gusta él té con miel?

No hubo respuesta alguna. Incómoda, Hiriko simplemente supuso qué quizá la señorita Kurai era algo tímida así qué solo hizo un té japonés tradicional. Fumiko quién se encontraba observando la ventana logró divisar una sombra bastante extraña entre las hojas, rosas y flores. Tras un buen rato la anomalía desapareció, Fumiko Kurai se cuestionó a si misma y llegó a la conclusión de qué esa "cosa" que consumió su mirar, no era más qué producto de su imaginación.

- ¿ Sé encuentra bien, señorita Kurai? Ha estado un buen rato observando esa ventana. - Dijo un chico que estaba regando unas plantas.

- Ah, si, si, está todo bién.. Es solo qué es muy bella la cantidad de flora que se encuentra en éste lugar, me fascinan los colores. - Respondió, nerviosa. Ella no quería decir lo qué realmente pensaba por la inquietud de ser vista como una loca. Él chico se le quedó mirando y se levantó,dejó la regadera en una mesa y tomó asiento al lado de Fumiko.

— Bueno, realmente no se ve tan bien, mejor digame, ¿Usted también ha observando una sombra extraña qué se esconde trás los arbustos? — Respondió, la señorita Kurai no sabía cómo reacciónar, ¿cómo era posible qué ese chico supiera lo qué ella observó?

— ¿Eh? No tengo ni idea de lo que hablás, yo no he visto nada. — Mintió, pero el chico sabía qué Fumiko no estaba siendo sincera y solo se acercó — No tiene porque mentir, no ha sido la única qué ha visto al "fantasma", oí qué otros estudiantes murmuraban haberle presenciado en la biblioteca y en el club de cocina.
¿Otros estudiantes también lo han visto? Se preguntó a si misma, imposible de ignorar todo lo qué estaba pasando, ella comenzó a perder lentamente su compostura pero llegó Hiriko con un té en la mano.

— Tenga, señorita Kurai, lamentó la demora, surgieron unos problemitas pero todo bien, ya se solucionó.

— Oh, No te preocupes Hiriko, comprendo. Gracias por él té, se ve bueno, ¿es eso limón?— Preguntó con curiosidad mientras tomaba el té con ambas manos.

— ¡Oh! sí, es limón,¿acaso no le gusta? Si quiere puedo cambiar su té... — Respondió con vergüenza al creer qué Fumiko no estaba conforme con lo que había puesto en él té.

•Punto de vista de Fumiko Kurai:
Mierda, ¿son tan molestos todos? Había olvidado el porque odiaba venir a los clubes, son todos tan irritantes, con tan solo escuchar cómo hablan me siento horriblemente enferma. Me gustaría que fueran más callados y dejasen de molestarme, debo irme y debo irme lo más pronto posible...

— L-Lo siento mucho, pero realmente necesito irme, había olvidado que el día de hoy en Consejo tenemos una reunión súper importante y voy llegando algo tarde, con su permiso. — dijo con movimientos nerviosos, terminó rápidamente su té y se fue desesperadamente.

— ¿Qué fue éso..?— Preguntó Hiriko.

— La señorita Kurai solo se encontraba asustada, no te preocupes Fumetsu-san,no hiciste nada malo. Se lo mucho que te importan éstos tipos de comportamientos y lo mal que te hace sentir el actuar de los demás, así qué no fue tú culpa. — Respondió el chico, se levantó y salió por la misma puerta por la cual salió Fumiko.

— Qué raros son todos.. Pero bueno, se siente como un aura extraña. — agarró la taza en la cual estaba servida el té para después dejarla en un mueble, mientras hacía eso se Hiriko se sentía observada, como si unos ojos la estuvieran mirando fijamente, estando atentos en cada movimiento.
— Ésto ya no es normal.. Había escuchado cosas parecidas a ésto pero, no crei qué fuera real, ¿o será solo mi imaginación?  Me siento tan observada y ésto es tan raro.. — se quedó observando la pequeña ventana un buen rato, hasta qué la sombra se acercaba cada vez más y más.

Lo último que se escuchó fue un gritó el cuál alarmó a los integrantes del club de fotografías qué se encontraban merodeando por la zona puesto qué necesitaban tomar buenas fotografías de las flores, rosas, plantas y arbustos para el periodico Escolar. El aura era tan misteriosa qué decidieron investigar para ver de donde provenía el grito tan desgarrador, uno de los miembros investigó el almacén y no se esperaba lo qué había sucedido, soltó un grito igual de fuerte del que se había escuchado con anterioridad, cuando todos se reunieron en el almacén no podían creer lo qué estaban viendo,era tan terrorífico y asqueroso al mismo tiempo,un cadáver totalmente repugnante y el cuerpo destrozado de la jóven género náuseas en el resto qué se encontraba por ahí, uno de aquellos miembros,el líder para  ser más específicos, agarró fuerzas y salió corriendo hacía la sala del consejo estudiantil mientras sus compañeros llamaban a la enfermera para que llamasen a una ambulancia o hasta la misma policía,la cara de todos decía qué eso no había sido un sueño.