V

438 40 130
                                    

Reía mientras veía a su padre junto a su hermano tontear; su tío es músico y había comprado una guitarra nueva, por lo que empezó a tocar la canción favorita de su hermano, mientras este cantaba con algo de gracia fingiendo una voz pesada. 

—I don't know what to believe / No sé que creer —cantaba Rosinante— It's cuz these drugs they make me... ¡So especial! Es por que estas drogas me hacen... ¡Tan especial!

Doflamingo saltaba maniobrando con su guitarra, desafinando en algunas partes; Rosinante reía entre sus palabras, buscando no equivocarse en la letra por las tontas distracciones de su hermano.

—¡Eso papá! —animo Law entre risas.

—¡Ey Law! —lo llamo Doflamingo— ¡Viene lo mejor!

Acomodo sus dedos en las cuerdas altas y toco el solo intermedio de la canción, causándole un hormigueo por el cuerpo al niño, entusiasmado por los sonidos y lo que su tío era capaz de hacer con una guitarra.

—¡Eso es genial tío Doffy! —exclamo Law.

La música se vio interrumpida cuando Viola desconecto la guitarra.

—Ya es suficiente —negó la mujer con una sonrisa—. La cena esta lista.

Doflamingo fue hasta ella y la tomo de la cintura para plantarle un beso. Rosinante cubrió los ojos de su hijo.

—Hay niños aquí —bromeo Rosinante.

Viola empujo entre risas a su esposo y tomo su mano para guiarlo escaleras arriba y salir del sótano.

—Vamos Law —Rosinante tomo su mano y también lo guio escaleras arriba.

—Papá ¿puedo pedirle a tío Doffy que me enseñe a tocar la guitarra?

—Te gusta mucho la música ¿cierto?

—¡Si! —salto emocionado el último escalón.

—Entonces te comprare una guitarra adecuada y le diré que quieres aprender.

—¡Gracias, papá!

...

Mantenía los ojos cerrados reproduciendo aquella canción que le traía algunos recuerdos: Metro – The Jins.

La canción favorita de su padre, aun que dudaba que lo siguiera siendo. Se dejo llevar por el solo, imaginando que tenía su guitarra consigo y conseguía ese conjunto de partiduras.

Ama la música. Siempre lo ha hecho. A donde quiera que vaya, siempre lleva sus cascos y disfruta del tiempo a solas, aun que ahora le gustaría escuchar sus canciones favoritas junto a cierta persona.

Minutos antes había ido a comprar algunas galletas, aquellas que recuerda como sus favoritas, junto a algún yogur de fresa; a los presos normalmente no les dejan comer o recibir nada de fuera, pero su padre se ganó a todos y es que no hay alguien en ese lugar que crea que merezca la cárcel.

Solo defendió a su hijo.

La puerta que lo dividía de todo aquello que el gobierno dicta que debe ser encerrado, fue abierta y un hombre alto y rubio la atravesó, sonriéndole como siempre, de una forma cálida.

—Papá —Law se retiró los audífonos y fue hasta él, abrazándolo.

—Hola hijo —Rosinante lo apretó en sus brazos.

Solían durar así varios minutos, les gusta sentir al otro y tomarse su tiempo para recordar su calor.

—¿Cómo has estado, Law? —Rosinante rompió el abrazo y acuno su rostro, depositando besos aleatorios.

¡Oh! Capitán - Lulaw / LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora