Primero

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Kyungsoo había sido un hombre solitario y algo ermitaño desde hacía bastante tiempo, por eso se le hacía tan extraño tener a un chico alto y jodidamente caliente tocando con dulzura y familiaridad las teclas de su primer piano.

Todo fue demasiado interesante, primero se encontró a sí mismo emocionado hasta el borde de las lágrimas cada que pasaba por la calle y la voz ronca con el sonido de la guitarra agitaban su corazón. Se volvió adicto a buscar a Chanyeol con los ojos, estaba tan tímido que incluso tocar su mano cuando le daba algo de propina le hacía temblar el cuerpo.

Luego de un tiempo paso de llegar a su casa con una sonrisa por haber visto unos minutos a Chanyeol a tener que encerrarse en su habitación y durar horas gimiendo por lo bajo imaginando que quien le tocaba era el alto desconocido de mirada profunda.

Estaba enfermo, se sentía enfermo. ¿Se había enamorado? Debía ser imposible, una mala broma de su subconsciente.

—Es cálido. Tú casa. — Kyungsoo asintió, su mirada estaba fija en la olla con leche y chocolate en el fogón. Sus manos sudaban e intentaba pensar en cualquier otra cosa que no fuera 'el motivo de tus masturbaciones está en tú casa'.

Todo era culpa de Chanyeol, y claro que suya por haber aceptado ese café barato. También culpaba al sonido de jazz del local, un maldito saxofón sensual que le hizo aflojar la lengua y proponerle al alto ir a su departamento.

"Chanyeol, está haciendo frío. ¿Quieres venir conmigo?"

¿Y qué tipo de persona era Chanyeol como para confiar en un desconocido siguiéndolo sin hacer ni una sola pregunta?

—Kyungsoo.

El bajo cerro sus ojos, mordió su labio inferior y se mantuvo dándole la espalda a Chanyeol hasta que sintió el aire tibio del aliento del alto rozar contra su nuca.

—No quiero que pienses que sigo a cualquiera que me lo pide. Has venido a dejar dinero todos los días desde hace bastante, no es fácil olvidar tus bonitos ojos. Nunca creí que aceptarías un café, lamento no haberte llevado a un mejor sitio... Estoy algo corto de dinero.

Kyungsoo negó con la cabeza, le resultaba difícil no jadear y contonear su trasero contra el cuerpo de Chanyeol cuando le tenía tan malditamente cerca. Chanyeol parecía no comprender sus dobles intensiones, no sólo le invitó para hablar de música como hicieron por cuatro horas en ese diminuto local. Él quería algo más.

Pero si pensaba adecuadamente no le haría diferente a los tipos que creen que por ayudar a una dama está debe darles 'algo' a cambio. Estaba siento un idiota, nadie le obligó a ir todos los días a ese callejón. Nadie le dijo que se obsesionara con la ronca voz de Chanyeol. Nadie tampoco le advirtió que el alto era mucho, mucho más interesante que las personas que conoció a lo largo de su vida.

No sólo sabía tratar muchos temas interesantes, era de los hombres que sí no conocían de algo: escuchaba, preguntaba y luego daba su opinión. Era dulce, bromista y sobre todo compartía su pasión por la música. Y aunque sólo habían sido cuatro horas, fueron tranquilamente las mejores de sus últimos diez años.

Ninguno de los dos quiso explicar mucho sobre sus vidas privadas, y ese toque de misterio era lo que le tenía aún más loco. Chanyeol era sabio, respetuoso y su olor mentolado era exquisito.

Se siente exactamente igual que la primera vez que escucho una de sus composiciones en las emisoras locales, algunos artistas famosos elogiaron la melodía y eso le hizo sonreír como un idiota por casi una semana. Ahora estaba igual. No sólo quería sonreír, quería lanzarse en los brazos de Chanyeol y pedirle que no se fuera nunca.

Era su maldita musa. Nunca había podido componer canciones románticas, pero la sonrisa de satisfacción de Chanyeol cuando cantaba 'Tomorrow' le hizo crear un disco completo de quince canciones sobre el amor, la felicidad y la vida en rosa.

Ritmo de dos corazones || ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora