A tan sólo veinte años para la llegada de la humanidad, los worker drones habían probado todo tipo de alternativas para defenderse.
Sin embargo, la solución estaba junto al mismo mensaje de advertencia que recibieron hace setenta años. Pues, entre los miles de archivos llenos de información, habían unos planos para construir una variante de los worker drones. Unos drones que la humanidad fabricó para luchar en guerras y defender gente de poder: Murder Drones.
Ellos parecían ser la opción más obvia, y el hecho de que no los hayan empezado a fabricar en masa desde un inicio era un misterio para los worker drones más jóvenes.
Sin embargo, no todos parecían felices. Entre los más disgustados se encontraba Khan Doorman, dron portero cuyas compuertas defendían las quinientas colonias. El maestro en la defensa intentó convencer a todos que los murder drones eran una mala idea, y un riesgo innecesario.
Pero nadie lo escuchó, todos miraban como un paranoico y cobarde, el cual prefería morir a manos humanas a tomar el riesgo.
"Ustedes no saben con que se meten. Si no usamos esa tecnología es por una razón. Ustedes no lo vivieron, yo sí, yo sé el riesgo. Claro, rianse, pero cuando murder drones que crearon devoren a sus hijos y masacre sus colonias, entonces pensaran en mis palabras"
La fabricación empezó de inmediato, el plan era que cada colonia tuviera al menos veinte murder drones defendiendo antes de la llegada de los humanos.
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Muchas colonias se han vuelto enormes fábricas de murder drones.
Ahora mismo está entrando una worker drone inocente, siendo cargada por otros quienes la ponen en una cinta transportadora. Ella tiene el cuerpo muy herido, de seguro por un accidente con el carbón o se le cayó una puerta encima, el punto es que no puede separarse. Oh bueno, eso le dijeron. Sin embargo, no tiene porqué preocuparse, pues utilizarán su cuerpo y, sobre todo, su núcleo para darle nueva vida.
Eso sí, no recordara nada, ni sus amigos o padres, es un pequeño precio que uno debe pagar a la hora de transformarse en un murder drone.
La cinta lleva al cuerpo por diferentes máquinas. Cada una, con un cuidado sorprenderte, empiezan a remover placas y reemplazarlas por otras más gruesas, seguidas por cables que empiezan a rellenar su nuevo cuerpo blindado.
Luego, una máquina se conecta a su cerebro, borrando la vida que alguna vez tuvo y dándole la oportunidad de iniciar desde cero, con una nueva familia y un nuevo nombre, el cual está escrito en su espalda para que sus nuevos dueños puedan recordarlo: CYN.
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—¡No! —negó Khan, ya cansado de la insistencia de su esposa—. ¡No quiero a uno de esos monstruos rondando por mi colonia y cerca de mi familia!
—¿Y qué pasará cuando lleguen los humanos y vean nuestra colonia desprotegida?
—Nori, creo que te estás olvidando de que tenemos más de quinientas puertas alrededor de nuestra colonia. Créeme, ningún humano logrará atravesar las defensas.
—Las puertas no son suficientes, Khan, necesitamos a los murder drones.
—Mis puertas son más que suficientes y son mucho más seguras que tus murder drones. Nori, tienen murder en el nombre. Además, me preocupa que tener un monstruo carnívoro cerca pueda traumar a Uzi.
Khan señala a su hija de ocho años sentada en el sofá, la cual jugaba a arrancarle la cabeza a una muñeca y reemplazarla por la de un insecto mecánico. Sonriendo al ver como el insecto se retorcía en un inútil intento por escapar.
—Solo mírala, tan linda e inocente, no quiero que su infancia sea perturbada por uno de esos engendros.
Nori rodó los ojos a un lado, pensando en cómo convencer a su esposo en poco tiempo.
—Mira, hagamos un trato. Si me dejas traer a solo un murder drone, te probaré que son de fiar, y si no, prometo que no volveré a silenciar tu caja de voz o apagar mis sistemas de audio cuando estés hablando de puertas. ¿Qué tal?
Khan pensó un momento, una propuesta tentadora. Sin embargo, la solo idea de tener a esos drones capaces de vaciar toda una colonia por su cuenta le aterraba.
Él confiaba en su esposa, pero no quería correr riesgos, no otra vez. Sin embargo, ella estaba empezando a hacer demasiadas preguntas de porque odiaba tanto a los murder drones, una verdad que no estaba dispuesto a confesar. Él se llevaría ese secreto a la tumba, incluso si tenía que aceptar el trato de Nori.
—Muy bien —suspiró derrotado—. Un murder drone, solo uno, y ya. Y si noto al menos un pequeño indicio de que es peligroso.
—Yo misma la destruiré con una de mis armas —dijo Nori, llevando una mano a la mejilla del portero—. Eres muy protector, eso te hace un buen padre, y el confiar en mí te hace un buen esposo.
—Supongo —suspiró, poniendo su mano sobre la de ella y cerrando los ojos—. Y dime, ¿Cuando ordenas a este... murder drone?
—Oh, de hecho... — junta los dedos mientras aparta la mirada—... Ya ordene uno.
—Eh... ¿Qué?
—Lo siento, pero no pude resistirme —dijo Nori, retrocediendo hasta las escaleras—. Bueno, ha aceptaste, no puedes retractarte. Gracias, amor, baja rápido para recibir a la nueva integrante de la familia.
Khan se quedó un minuto más mientras se preguntaba si de verdad hizo lo correcto.
—Si esto no funciona, juro que explotare a esa mendiga fábrica de monstruos —murmuró mientras bajaba.
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Khan y Nori vieron cómo a lo lejos una camioneta de envío se acercaba a gran velocidad.
Al inicio Nori sonrió, pero dejó de hacerlo cuándo notó el poco cuidado con el que manejaba el conductor. La camioneta no se molestaba en rodear los baches, subiendo y bajando con brusquedad; se podían escuchar como la caja con el pobre murder drone chocaba una y otra vez... Khan sonrió ante esto.
—Espero que esté bien.
—Espero que el viaje lo haya destruido.
Nori le lanzó una mirada a su esposo, antes de avanzar hasta el camión y empezar a reclamarle al conductor, el cual no hizo caso hasta que Nori mostró el cañón de energía que colgaba en su espalda.
Después y con más cuidado, bajó una gran caja y la dejó al frente de los Doorman. Luego de eso se fue, no sin antes hacerles firmar una forma que desligaba a la compañía si es que el murder drone llegaba a salir de su control o mataba a un drone, o ambas cosas.
Khan miró a su esposa con desconfianza, pero ella solo los ignoró.
—Bueno... ¿Cómo metemos está cosa? Se ve pesada...
De repente, la tapa delantera de la caja cae en la nieve y deja ver el cuerpo metálico que esconde. La pantalla de enciende, mostrando unos amarillos y brillantes ojos. Empieza a avanzar, pasos pesados que rompen la madera y se hunden en la nieve.
Más grande que cualquier worker drone y mucho más letal, con colmillos y garras diseñadas para asesinar.
Sin embargo, la tensión se rompe cuando esconde sus garras y empieza a hablar con una voz infantil e inocente.
—Hola, me llamo CYN, ¿Ustedes son mis nuevos dueños?
—Owww, tiene un moño, es tan linda, ¿No crees, amor? —Nori volteó a ver a Khan, quien estaba temblando y pegado a la compuerta de la colonia, en donde se sentía seguro—. Exagerado... —Nori se acercó a la murder drone y con una sonrisa le dijo—. Más que tus dueños, consideramos tu nueva familia.
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Batalla por Copper 9 || [MURDER DRONES AU]
أدب الهواةUn AU que responde la pregunta: ¿Qué pasaría si la humanidad fuera el villano en Murder Drones?