—Padre vaya a ver —le pidió Rowoon al suponer el porqué de la actitud de su hermano—. No te sientas mal Jin, está algo abrumado con la noticia.
—Regreso en un minuto —
— Minho Avísale a Kim que no deje salir a Jungkook.
—Sí señor.
Las puertas doradas se abrieron; Namjoon entró y en menos de un minuto estaba en la otra habitación de la suite, buscó con la mirada a su hijo que se encontraba sentado llorando.
—¿Se puede saber qué te pasa Jungkook?
—Nada, ya dijo lo que tenía que decir y yo tengo que ir al trabajo.—contestó.
—¿Ahora te preocupas por llegar al trabajo?¿Por qué mejor no me miras a la cara? ¿Qué es lo que te he enseñado?
—¿Por qué has sido tan grosero? No tienes derecho a comportarte de esa manera delante de Jin. Debes respetarlo.
—Sí, supongo que debo hacerlo. —
—No tienes que suponerlo, si querías regresar al trabajo, existen normas protocolares para despedirse y no salir como si fueses un niño de ocho años que no le agrada su nueva madrastra. Y si el caso es que no te agrada Jin, no puedo hacer nada.
—No tengo nada en contra de Jin. —aclaró en medio de un suspiro.
—¿Entonces por qué esa actitud?
—No lo sé... tal vez deba ordenarle a los sabuesos que se quiten de la puerta y permitir que me vaya, no quiero estar aquí... no quiero celebrar a un nuevo hermano.
—¡Jungkook por Dios! ¿Te estás escuchando? ¿Estás escuchando lo que estás diciendo?
—Sé lo que estoy diciendo. —Dije que no quiero un hermano, eso no lo habíamos acordado... no quiero un niño que venga a ganarse su cariño... yo era su hijo menor, no había otro, no tenía por qué haber otro. Siempre dijo que yo era la razón de su existencia, que me quería y seguro ese niño me va a quitar el puesto. Ya no me consentirá mas , ni me regalara autos especiales. Seré desplazado.
Namjoon anonadado miraba a su hijo llorar como si fuese un niño y el corazón se le empequeñeció, Jungkook sentía celos como si fuese un niño de cinco años, sabía que era su culpa por haberlo consentido tanto.
—Jungkook... ya eres un hombre.
—Sé lo que soy... tal vez me vea como un maricón porque estoy llorando, por lo que para usted es una estupidez, pero no es así como me siento.
—Ven acá. No eres ningún maricón, por expresar lo que sientes.
—Lo siento viejo. —dijo en medio de los sollozos.
—Jungkook, nadie te quitará el puesto... el lugar que ocupas en mi corazón nadie puede, ni podrá suplirlo. Fuiste mi hijo menor por mucho tiempo. Eres la razón de mi existencia... todos mis hijos lo son, si algo te pasara a ti, a Rowoon o a Yoongi, yo no lo soportaría, somos uno solo, si uno falta esta familia perdería el equilibrio
—Sé que tiene derecho a ser feliz, que ya es tiempo que se dedique a su propia felicidad, a cubrir necesidades que nosotros no podemos cubrir, pero otro hijo... otro hijo.
—Otro hijo para mí y un hermano al que vas a querer tanto como a Rowoon o a Yoongi... ¿acaso dejé de quererte cuando Yoongi se fue a vivir con nosotros? ¿Cambié en algo contigo?
Jungkook negó con la cabeza y sorbía las lágrimas—. No, siempre fue él mismo.
—Y siempre lo seré... igual seguiré regañándote cada vez que me llames viejo y te reprenderé porque abandones a cada rato tu lugar de trabajo. Así como todos los años tendrás tu auto el día de tu cumpleaños o cualquier cosa que me pidas, ya sabes que no tengo la voluntad para negarte nada, pero más allá de lo material, contarás con mi amor y comprensión siempre. Hasta el último día de mi vida.
Rompieron el abrazó y Namjoon le limpió las lágrimas a su hijo que se miraba en los ojos de su padre, que al fin de cuenta eran idénticos a los suyos, con la diferencia de las líneas de expresión que los surcaban.
—Te dejaré elegir el nombre de tu hermano, porque no solo yo tengo que quererlo, sus hermanos también.
—Está bien, se va a llamar Kookie —dijo asintiendo.
Namjoon rompió en una carcajada ante las ocurrencias de su hijo.
—¿Me estás jodiendo?
—No, en serio se va a llamar Kookie—. Has dicho que puedo ponerle el nombre.
—Pero Jungkook... —masculló Namjoon—. Eso es un capricho, no puedes llamar a tu hermano Kookie.
Jungkook dejó de lado el teatro y se carcajeó, al ver el rostro confuso de su padre. —Está bien, aún no tengo un nombre... tengo algunos meses para pensarlo y me gustaría ponerme de acuerdo con Jin, no es justo que seamos nosotros los que tomemos esa decisión sin consultarle.
— Me alegro que pienses de esa manera, porque de verdad quiero a Jin. —Le hizo saber y se encaminaron hacia el ascensor.
Jungkook vivio el abandono de su madre y se apego al amor de su padre y su hermano , quienes siempre le dan todo lo que desee , pida y mas , siente temor al pensar que dejaran de amarlo...
ESTÁS LEYENDO
EPIFANIA 2 YOONMIN (Saga Selenosis Completa)
De TodoEn un mundo donde los secretos son moneda corriente, los lazos de sangre pueden ser tanto una Bendición como una maldición. Yoongi con su egoísmo desmedido desencadenara una serie de eventos que cambiarán la vida de aquellos que lo rodean. Jimin bri...