𝐂𝐚𝐬𝐢𝐧𝐨 𝐀𝐛𝐚𝐧𝐝𝐨𝐧𝐚𝐝𝐨

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El motor de un auto de los últimos hombres resonaba a través de la carretera, a su alrededor había inmensas montañas; desde el vehículo se asomaba por la ventana trasera del piloto un chico híbrido con sus cabello rubio-castaño moviéndose al compás del viento mientras extendía su brazos y reía.

Desde el asiento del copiloto, la pareja del hermoso híbrido lo sostenía de su camiseta, su agarre era firme, pero a comparación de esa extremidad, él dueño de esta se encontraba intranquilo por el alto índice de riesgo, pero aún con eso mostraba una gran sonrisa.

Lástima que está desapareció tan pronto sintió el toque de cierta chica híbrida, que estaba a un lado de su venado, ella con un simple movimiento hizo que él soltara su agarre de Gus, para ser reemplazado por el de ella la cual dedicó una amplia sonrisa a Lumi; no pudo evitar sentir una impulsividad en su interior.

Jepperd miro todo esto en primera fila, estando a un lado de la chica que provocó cierta irritación en Lumi, él solo pudo percibir un ligero fruncimiento en las cejas de dicho leopardo pero no pudo ver más que eso a causa de la sensación de náuseas por la gran velocidad en la que manejaba cierta chica, Osa aún con el pie en el acelerador miraba divertida la forma en la que se encontraba su amigo.

Jepp; ¡No aceleres tanto! — Artículo a duras penas, mientras cubría su boca en un intento de disimular su intento de vomitar —

Becky: ¿Qué dijo? — Preguntó con una gran sonrisa en su rostro —

Wen: Dice Jepperd que vayas más rápido — Respondió la híbrida divertida por el comportamiento del grandote, que solo intentaba calmar sus náuseas —

Gus volteo su vista con la de su pareja, estos sonrieron con complicidad, acto seguido Lumi le hizo señas a la conductora para que acelerará a fondo. El moreno cubrió su boca con ambas manos mientras rezaba internamente para que está pesadilla acabará.

Los chicos no pudieron evitarlo y estallaron en risas al ver el estado en el que se encontraba su amigo.

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Al final Jepperd no pudo contener sus náuseas y tuvimos que parar para que pasara lo que tuviera que pasar. Mientras eso sucedía, Gus estaba sentado en el cofre del auto jugando con la antena de la radio, a su lado Lumi lo admiraba sin poder evitar sentir sus corazón latir con fuerza.

Osa miraba esto enternecida y solo negó con la cabeza para volver a mirar el horizonte, su hermana tenía una expresión en su rostro que no pudo descifrar pero tan pronto la vio se esfumó.

Lumi: ¿Estás bien grandote? — Preguntó con preocupación mientras lo observaba tratar de reincorporarse —

Él se enderezó y miró fijamente a todos los presentes, alzó el dedo índice para dar una orden.

Jepp: Desde ahora, yo manejo — Pronunció con esfuerzo mientras se sujetaba del cofre del vehículo.

Lumi: No creo que estés en condiciones para eso — Dió su opinión el leopardo — Por cierto ¿dónde nos encontramos? — Admirando las montañas que los rodeaban —

Gus extendió el mapa sobre el cofre — ¿Dónde está Alaska? No lo veo —

Osa volteo para señalar un punto en el mapa indicado donde se encontraban, luego deslizó su dedo hasta llegar al otro extremo del mapa.

Becky: No lo ves, porque está más arriba — Comentó para continuar simulando un círculo en el trozo de papel — Y está es la estación en la tu papá cree que pajarita fue

Wen: Está muy lejos... — Dijo al observar todo el camino que faltaba por recorrer —

Gus: Son como tres viajes a Colorado — Mencionó mientras trazaba el recorrido —

𓃭 𝕾𝔥𝔬𝑤 𝔪𝔢 𝑦𝔬𝔲𝔯 𝑤𝔬𝔯𝔩𝔡 𓃭 -- 𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝑻𝒐𝒐𝒕𝒉 ContinuaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora