El camino de un héroe

12- Fin de la calamidad

Erick tomó su espada y la llenó con su aura, estaba listo para enfrentar a los demonios que salieran del lugar. Pero al igual que cuando llegaron, la mayoría de los demonios huían del lugar, a excepción del más grande.

Su forma era humanoide y medía cerca de veinte metros, tenía cuatro ojos y tres cuerpos en la cabeza, su cuerpo era extremadamente musculoso.

—¡Humano... Miserable ja, ja, ¡ja!

Erick comparó el aura demoniaca de ese demonio con el que tenía Eli, el de ese demonio era mucho mayor.

—¿Por qué estás usando una espada si eres un mago? ¿No puedes usar tu magia sin la guía de un artefacto?

Consultó Eli desde un poco más atrás mientras se cruzaba de brazos. Erick estaba concentrado en el monstruo, pero pudo oír la pregunta de Eli.

—Los magos que me enseñaron también lo usan.

Respondió mientras se preparaba para luchar, el demonio, levantó la mano, y cerrándola en un puño, la dejó caer en dirección a Erick.

Este alcanzó a saltar varios pasos atrás, pero el lugar en donde dejó caer su puño hizo explotar la tierra, dejando un enorme agujero en ese lugar, y no solo eso, la tierra se oscurecía en donde ese demonio hacía contacto físico.

—Erick, ¿No crees que estás perdiendo mucho tiempo? El demonio no tiene como único punto débil su cabeza, tiene un núcleo que reemplaza su corazón y está en alguna parte de su cuerpo. Concentra tu vista, y podrás distinguirlo.

Mencionó Eli desde atrás mientras estaba jugueteando con la espada que poseía.

El demonio, retiró el puño de la tierra, luego giró su cabeza hacia Erick nuevamente, él era su objetivo. Abrió la boca y de ella comenzó a emerger fuego como un proyectil.

Erick invocó un campo de energía que le protegería del fuego, sin embargo, este ataque no era nada comparado al viento, por lo que su maná se iría gastando rápidamente.

Luego el fuego dejó de llegarle, y en su lugar, el cuerpo de ese demonio estaba cayendo completamente sobre él. En un movimiento rápido usando magia de viento, salió rápidamente del lugar y levitó un poco, ampliando su mirada desde arriba.

En la espalda del demonio, se encontraba Eli, en la punta de su espada, se encontraba un tipo de esfera de cristal oscuro, su tamaño era aproximadamente el de una pelota de ping pon.

—Mejor evitemos perder el tiempo, te enseñaré después a como ser un buen mago, siempre y cuando cumplas tu promesa.

Mencionó Eli con una amplia sonrisa mientras hacía desaparecer la espada de su mano, después volvió a cambiar su apariencia e hizo señas al siguiente objetivo.

En los cuatro puntos restantes, el desafío fue el mismo, Eli fue quién mató de un golpe a los demonios de mayor rango, mientras que los demás huían.

Al volver, Lewis seguía en ese lugar, rodeado de un pequeño grupo de caballeros, no era porque quisieran resguardarlos, el grupo de caballeros más cansados y al estar cerca de él, estaban a salvo de los demás demonios.

Erick y Eli habían llegado después de un par de horas, la situación en donde se encontraba Lewis seguía siendo igual.

—¿Algún cambio?

—Ninguno.

Luego Eli se fue unos pasos, al frente de Lewis, estaban en una zona donde antes era concurrida, el centro de la capital.

—Prepárate Lewis, al fin tendrás una parte de ti.

Habló Eli al frente, mientras invocaba su espada nuevamente, esta vez, el aura de esta era mayor, lo que hacía que la pulsera que tenía en la muñeca comenzara a vibrar de una manera extraña.