¿De verdad soy tan malo?
¿De verdad soy egoísta?
Muchas veces estas preguntas rondan por mi mente, caminando en círculos una y otra vez, torturandome continuamente.
Estaba acostumbrado a estar sólo aunque me sintiera miserable y vacío por dentro. Hasta que conseguí amigos, los cuales si bien no eran muy buenos, supongo que en algo me ayudaron, pero eso no duró mucho, me dí cuenta de que nada era lo que yo creía, y mucho menos era real.
Nunca fui una persona demasiado alegre, jamás fui un chico expresivo o sentimental, pero si era comprensivo y trataba de darle el trato que jamás me dieron a mí a las otras personas.
A veces pienso que yo di demasiado.
Todo empezó cuando teníamos un pequeño grupito, hasta que empezaron a decirme que era insoportable aunque yo no hablara o los viera; siempre que estaba junto a ellos me ignoraban o terminaban humillandome para su propia diversión. Aún así me expresara mínimamente sobre la tristeza que eso me causaba, ellos ya lo consideraban un acto egoísta por mi parte.Dejaron de ser mis amigos.
Con el pasar de dos meses uno de ellos se acercó, diciendo que se había dado cuenta de que yo valía más la pena que los demás porque yo siempre estaba ahí para esa persona, pero que él fue muy forro y jamás supo apreciar los momentos conmigo y las cosas que yo hice por él.
Saben... A veces pienso que a fin de cuentas esa persona únicamente me dijo tal cosa porque quería que yo siguiera ahí para poder seguir utilizandome a su antojo; ¿Y lo peor de todo saben que es? Que yo le creí... Si, le creí.
Muy en el fondo una pequeña parte de mí tenía la esperanza de que esa persona no fuera como todos los demás a mí alrededor.Cuando todo estaba empezando a mejorar, me di cuenta de que esta persona no había cambiado en absolutamente ningún aspecto, seguía siendo igual que antes...
Pero aún así siempre se repite la misma historia, siempre soy el que sobra en los grupos de amistades o lugares.
Cuando caí en cuenta sobre todas las cosas que permití que me hicieran y/o dijeran con tal de no quedarme sólo, me asquee de mí mismo hasta el punto de llegar a herirme, hundiendome cada vez más en el agua, sin saber que hacer, sin oponer resistencia.Mis días no han sido los mejores y mucho menos he tenido pensamientos demasiado alegres, cosa que tampoco es anormal en mi.
Hasta hace un par de días puse límites y me alejé de todos... A nadie le importó y mucho menos se preocuparon por mi repentina desaparición; y ahí quedé...
Completamente pasmado en mi absoluta soledad.
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Más que una mirada vacía, mi realidad.
Non-FictionMe siento miserable, y es horroroso que a pesar de aún así dejarme humillar por ellos una y otra vez, me hayan dicho egoísta y se hayan burlado de mi.