Capítulo XVIII

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¡Hola a todos! terminó la segunda temporada, casi vomité con el reencuentro Rhaenicent, pero la escena Daemyra me da mil años de vida, aunque luego hayan dicho que ahora Daemon es como ''el mejor amigo'' de Rhaenyra y hasta lo compararan con Yoda..

Como dije anteriormente, mis fanfic siguen siendo Daemyra, hasta que me canse de escribirlos, o hasta que me muera jaskdja

No olviden comentar y votar.

Hay plot twist al final que me pareció interesante jaja para sacar algo de la segunda temporada de mier... que no sdieron jaksdjasa asi que hice plot twist a poco del final de esta historia.

Ahora si, comenten, besitos.



Rhaenyra permitió que su madre la visitara en su palacio, y Aemma sonrió conociendo a su nieto.

Aegon, él crecía rápidamente, aunque Aemma sonrió con tristeza cuando vio la tristeza en el rostro del niño y por consecuencia en el rostro de Rhaenyra.

- Rhaenyra, cariño, él necesita a su padre- dijo Aemma que sabía que Daemon era libre de deambular en el palacio, pero Rhaenyra no le permitía ver a su hijo.

- No- dijo Rhaenyra mirando a su madre mezquinamente- Él lo alejó de mi por más de dos años, no le permitiré ver a mi hijo, es mí hijo- dijo ella y Aemma suspiró acariciando los cabellos de Aegon que miraba un juguete de dragón, pero no jugaba con él, pues no era el juguete que su padre había tallado para él.

Aemma observaba a su hija intentando jugar con su hijo, pero a pesar de que era obvio que Aegon reconocía a su madre, el niño no era feliz.

- Rhaenyra- dijo Aemma mirando a su hija y tomando sus manos- ¿Puedo ver a mi primo?- preguntó Aemma y Rhaenyra apartó la mirada sintiéndose traicionada.

- ¿Por qué? ¿Tú también? Mi padre me desprecia por haberme convertido en un monstruo, ¿Tú también?- preguntó Rhaenyra y Aemma acarició su rostro.

- Tú padre jamás te despreciará, solo está molesto contigo, y créeme Rhaenyra, considerando todo lo que has hecho, motivos no le faltan- dijo Aemma mirando a su hija.

Ahora Rhaenyra sabía la verdad, sabía que su madre había ordenado a su padre hacer lo que hizo, y ahora solo le quedaba la gran culpa de haber juzgado a su padre sin saber del todo la realidad.

Su padre no había vuelto a hablarle, y lo entendía. Daemon y su padre eran muy unidos, ambos darían la vida el uno por el otro, y ella le había hecho demasiado daño a Daemon.

Le había hecho tanto daño, que él nunca había vuelto a ser el guerrero intrépido y valiente que ella conoció.

Él vivía escondido a las sombras del palacio, alejándose de la guardia, escondiéndose a veces en la biblioteca.

Apenas comía y odiaba estar cerca de ella.

Las pocas veces que estaba cerca de ella, era porque ella lo obligaba, y odiaba obligarlo.

- ¿Puedes hacer que el acepte comer algo sin que tenga que enviar a mi guardia a obligarlo a comer?- preguntó Rhaenyra y Aemma la tomó con fuerza del rostro haciéndola sobresaltarse.

- ¿Puedes prometerme que no intentarás drogarlo nuevamente?- preguntó Aemma mirando seriamente a su hija.

- Madre- dijo Rhaenyra asustada, ella no podía saber que hacía eso. No era posible.

- Rhaenyra- dijo Aemma soltando a su hija y Rhaenyra sintió sus ojos brillar mientras Aegon solo las ignoraba.

- Solo así puedo acercarme a él sin que me aleje, solo así puedo recostarme al menos a su lado y abrazarlo, solo así no tengo que obligarlo a soportarme- dijo ella y Aemma apegó su frente a la frente de su hija.

El oscuro corazón de la reina (Daemyra) (Dark Rhaenyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora